La familia va de paseo al Lago Rosado. En el camino, el padre atropella accidentalmente a un conejo pero decide continuar sin detenerse. Daniel se da cuenta del conejo herido en la carretera y le pide a su padre que se detenga. Finalmente, el padre da la vuelta y recogen al conejo para llevarlo a un veterinario. Después de curarse, la familia devuelve al conejo al bosque.