Desde hace más de 10,000 años, las festividades decembrinas significaban para la humanidad momentos de reflexión acerca de lo logrado en el año y el inicio de un nuevo ciclo, un nuevo Sol que representaba la esperanza, la abundancia y la armonía universal.

1. El Sentido de la Navidad
Más allá de la Noche Buena
24 de diciembre de 2016
Desde hace más de 10,000 años, las festividades decembrinas significaban para la
humanidad momentos de reflexión acerca de lo logrado en el año y el inicio de un nuevo ciclo, un nuevo Sol que
representaba la esperanza, la abundancia y la armonía universal. Nuestros antecesores imaginaban el nacimiento
del nuevo Sol, como algo mágico que sucedía la noche del 24 de diciembre, cuando el cielo y la tierra se unían para
concebirlo, por ello esa fecha era dedicada a los recién nacidos simbolizados por el nuevo Sol y adoptada muchos
años después, por el cristianismo para conmemorar el nacimiento de Jesús.
¿Y entonces qué es la Navidad? Es el momento en que nos recogemos en nosotros mismos y en el seno familiar,
para darle sentido a nuestra vida a través de nuestros aciertos y desaciertos, es el momento de renacer y de
reinventarnos a través del cariño que la Familia brinda.
Es la transición entre el otoño y el invierno, es el tiempo en que la Tierra renueva sus fuerzas y potencialidades que
nacen y explosionan en los albores del nuevo año, al calor del nuevo Sol que la
energetiza y la revitaliza y, como pasa con la Tierra, sucede con los seres que la
poblamos.
Nos estamos preparando para aprovechar estas fechas y hacer una profunda
reflexión de lo que hemos sido y lo que queremos ser, lo que ha funcionado y no
ha funcionado, nuestros logros y lo que aprendimos de las experiencias durante
este ciclo que está a punto de terminar.
Es momento de disfrutar las tradiciones familiares cuyo sentido las ve uno con
el paso de los años, tradiciones que a veces se perciben míticas pero que
significan mucho para aquellos que nos formaron.
Encendamos desde ahora la flama de la esperanza, la chispa de la fe y la hoguera del Amor en familia, para que
esta Navidad sea algo más que una cena, celebrando en verdad la conjunción del cielo y la tierra, que engendrará
la “Luz del Mundo”, esa luz que recibe distintos nombres dependiendo del credo, esa luz que recibe el nombre de
Ciencia, esa luz que los que fuimos moldeados en el seno de una familia católica y que se materializó hace 2016
años le llamamos Maestro Jesús.
Demos gracias a Dios, porque con el nacimiento de cada uno de
nosotros, nuestros padres vieron en la luminosidad de nuestros
rostros, la esperanza y el amor de algo que es más grande que
todos nosotros.
Unamos nuestras fortalezas, talentos, esfuerzos y metas, para lograr
que este 2017, traiga consigo esperanza, abundancia y bienestar
para todos nosotros. Con todo mi aprecio les deseo felices fiestas
decembrinas y un extraordinario 2017.
Juan Carlos Erdozáin Rivera