La pareja había estado casada por 40 años sin peleas. Cuando se casaron, la esposa tenía una yegua que apreciaba mucho. En su luna de miel, la yegua tropezó tres veces, y la esposa le advirtió "uno, dos, tres" antes de sacar una pistola y matarla. El marido se enojó pero la esposa le recordó "uno" y desde entonces no han tenido problemas.