Hitler creó las SS para contrarrestar a las SA y aumentó el apoyo al partido nazi aunque no fue elegido canciller en 1933. Una vez en el poder, Hitler acumuló los cargos de presidente, canciller y líder del Reich, persiguió a sus opositores y organizó un estado policial para controlar a Alemania bajo su ideología nazi de superioridad aria hasta su suicidio en 1945 al ver la derrota inminente.