El documento discute la necesidad de un urbanismo alimentario que integre la producción y distribución de alimentos en la planificación urbana. Actualmente el sistema alimentario está desconectado del territorio, por lo que se necesita reterritorializarlo. Se proponen estrategias como la infraestructura verde, la transición en bordes urbanos, y el uso de equipamientos comunitarios y paisajes alimentarios para mejorar la seguridad y soberanía alimentaria de las ciudades.