Un hombre era el único sobreviviente de un naufragio en una isla desierta. Construyó una cabaña que se quemó, dejándolo sin esperanza. Por la noche, escuchó una sirena y fue rescatado; sus salvadores habían visto la señal de humo de la cabaña quemada. Esto demuestra que Dios trabaja en nuestras vidas incluso en medio del sufrimiento, y no debemos perder la fe.