Los ingenieros de telecomunicación estamos siendo agentes fundamentales y testigos de excepción de los extraordinarios cambios que el vertiginoso avance de las telecomunicaciones está propiciando en la sociedad. Los servicios de esta nueva sociedad digital, algunos ya avanzados y otros muchos que todavía no podemos ni imaginar, exigen infraestructuras bien diseñadas y ejecutadas por una pluralidad de agentes que deben funcionar de manera coordinada para garantizar que esos servicios sitúen a nuestro país en posiciones de competencia de primer nivel.
El despliegue de las Redes de Nueva Generación, las grandes autopistas de la información, es un eje prioritario de la Agenda Digital Europea. Mucho antes la Secretaría de Estado de Telecomunicaciones y para la Sociedad de la Información (SETSI), tuvo clara la necesidad de dotar al sector de una normativa perfectamente actualizada a los avances tecnológicos, cuando en 2008 constituyó la Comisión Asesora para el Despliegue de Infraestructuras de Acceso Ultrarrápida (CADIAU). Esta Comisión tenía entre sus competencias la actualización normativa de las Infraestructuras Comunes de Telecomunicaciones a estos nuevos requerimientos, para lo que todos los agentes implicados fuimos congregados en un diálogo abierto que ha supuesto, por parte de la SETSI, un ejercicio de escucha digno de elogio.
Del consenso nacen hoy el Real Decreto 346/2011, de 11 de marzo, por el que se aprueba el Reglamento regulador de las infraestructuras comunes de telecomunicaciones para el acceso a los servicios de telecomunicación en el interior de las edificaciones y la Orden ITC/1644/2011, de 10 de junio, por la que se desarrolla dicho reglamento, pioneros en la inclusión de Redes de Nueva Generación (fibra óptica y cable coaxial) en los edificios que serán catalizadores fundamentales de la plena implantación de los servicios de la Sociedad de la Información en el ámbito residencial y empresarial.
Todo ello, además, con la garantía de un sistema de control de calidad de los proyectos, a través de la verificación de los mismos, que avala que éstos se ajustan a la legalidad y normativa vigente. La regulación española se sitúa además en vanguardia con la inclusión del concepto de Hogar Digital, perfectamente sistematizado y definido en el nuevo reglamento que favorecerá sin duda la introducción de estas nuevas funcionalidades y será un elemento revitalizador del sector constructivo.
Un reglamento, en definitiva, que traerá importantes beneficios para todos: los operadores porque se les facilita el acceso a los usuarios en igualdad de oportunidades y les posibilita ofrecer nuevos productos y servicios de comunicaciones a los ciudadanos, nuestros ingenieros porque encuentran un marco reglamentario adecuado para una de sus más emblemáticas actividades profesionales, la industria porque este reglamento es un incentivo al despliegue de 4 red y al impulso de la demanda de nuevos servi
Normativa de las Infraestructuras Comunes de Telecomunicaciones (I.C.T.). Versión actualizada 2011
1.
2. NORMATIVA DE LAS INFRAESTRUCTURAS COMUNES DE
TELECOMUNICACIONES
Versión actualizada 2011
Con la colaboración de:
3.
4. 3
PRESENTACIÓN DEL DECANO PRESIDENTE DEL COLEGIO OFICIAL DE
INGENIEROS DE TELECOMUNICACIÓN
Los ingenieros de telecomunicación estamos siendo agentes fundamentales y
testigos de excepción de los extraordinarios cambios que el vertiginoso avance de
las telecomunicaciones está propiciando en la sociedad. Los servicios de esta nueva
sociedad digital, algunos ya avanzados y otros muchos que todavía no podemos ni
imaginar, exigen infraestructuras bien diseñadas y ejecutadas por una pluralidad de
agentes que deben funcionar de manera coordinada para garantizar que esos
servicios sitúen a nuestro país en posiciones de competencia de primer nivel.
El despliegue de las Redes de Nueva Generación, las grandes autopistas de la
información, es un eje prioritario de la Agenda Digital Europea. Mucho antes la
Secretaría de Estado de Telecomunicaciones y para la Sociedad de la Información
(SETSI), tuvo clara la necesidad de dotar al sector de una normativa perfectamente
actualizada a los avances tecnológicos, cuando en 2008 constituyó la Comisión
Asesora para el Despliegue de Infraestructuras de Acceso Ultrarrápida (CADIAU).
Esta Comisión tenía entre sus competencias la actualización normativa de las
Infraestructuras Comunes de Telecomunicaciones a estos nuevos requerimientos,
para lo que todos los agentes implicados fuimos congregados en un diálogo abierto
que ha supuesto, por parte de la SETSI, un ejercicio de escucha digno de elogio.
Del consenso nacen hoy el Real Decreto 346/2011, de 11 de marzo, por el que
se aprueba el Reglamento regulador de las infraestructuras comunes de
telecomunicaciones para el acceso a los servicios de telecomunicación en el interior
de las edificaciones y la Orden ITC/1644/2011, de 10 de junio, por la que se
desarrolla dicho reglamento, pioneros en la inclusión de Redes de Nueva
Generación (fibra óptica y cable coaxial) en los edificios que serán catalizadores
fundamentales de la plena implantación de los servicios de la Sociedad de la
Información en el ámbito residencial y empresarial. Todo ello, además, con la
garantía de un sistema de control de calidad de los proyectos, a través de la
verificación de los mismos, que avala que éstos se ajustan a la legalidad y
normativa vigente.
La regulación española se sitúa además en vanguardia con la inclusión del
concepto de Hogar Digital, perfectamente sistematizado y definido en el nuevo
reglamento que favorecerá sin duda la introducción de estas nuevas
funcionalidades y será un elemento revitalizador del sector constructivo.
Un reglamento, en definitiva, que traerá importantes beneficios para todos: los
operadores porque se les facilita el acceso a los usuarios en igualdad de
oportunidades y les posibilita ofrecer nuevos productos y servicios de
comunicaciones a los ciudadanos, nuestros ingenieros porque encuentran un
marco reglamentario adecuado para una de sus más emblemáticas actividades
profesionales, la industria porque este reglamento es un incentivo al despliegue de
5. 4
red y al impulso de la demanda de nuevos servicios y, por supuesto, los
ciudadanos, que verán multiplicado en breve el abanico de servicios de
telecomunicación, ofrecidos con máximos niveles de calidad y en plena
competencia.
El Colegio cumple con la edición de este libro el doble objetivo de potenciar las
herramientas de soporte a nuestros profesionales, pero también el de poner a
disposición de otros agentes interesados (arquitectos, promotores, operadores de
redes, empresas instaladoras, administradores de fincas, fabricantes y
Administración autonómica y local) una herramienta fundamental para conocer el
nuevo escenario normativo.
No quiero acabar estas líneas sin antes agradecer a Ono, Telefónica y Vodafone
su inestimable colaboración en las actividades que el COIT ha puesto en marcha
para difundir las novedades de la ICT Ultrarrápida. Sin su apoyo esta publicación,
que esperamos sea el manual de referencia de la nueva ICT, no habría visto la luz.
Mi más sincero agradecimiento en representación de la Junta de Gobierno del
COIT.
Eugenio Fontán Oñate
Decano-Presidente del Colegio Oficial de Ingenieros de Telecomunicación
6. 5
INTRODUCCIÓN DEL SECRETARIO DE ESTADO DE TELECOMUNICACIONES Y
PARA LA SOCIEDAD DE LA INFORMACIÓN
El nuevo Reglamento Regulador de las Infraestructuras Comunes de
Telecomunicaciones para el acceso a los servicios de telecomunicación en el
interior de las edificaciones, aprobado por el Real Decreto 346/2011, de 11 de
marzo, actualiza el anterior de 2003 para hacer posible, en línea con los objetivos
de la Agenda Digital Europea, el acceso de los usuarios a los servicios avanzados de
telecomunicación proporcionados por las infraestructuras de acceso ultrarrápidas.
Mediante este Reglamento se introduce la fibra óptica y el cable coaxial, además
del tradicional par de cobre, en los edificios de nueva construcción, impulsando de
este modo, el despliegue de las redes de acceso ultrarrápido, capaces de
proporcionar velocidades de más de 100 Mbits por segundo, por parte de los
operadores. Se da así un importante paso para conseguir que la banda ancha
ultrarrápida sea una realidad para todos los ciudadanos.
El nuevo Reglamento también ofrece un marco de referencia que favorece la
introducción de las funcionalidades del "Hogar Digital" en las viviendas,
fomentando factores tan necesarios como el ahorro y la eficiencia energética en la
edificación y soluciones clave en una sociedad avanzada para los usuarios de las
nuevas viviendas, como pueden ser la seguridad, la accesibilidad o el acceso a
contenidos multimedia. De esta forma, se permitirá a los promotores, que
voluntariamente adopten el Hogar Digital, y a las Administraciones Públicas,
evaluar las edificaciones, ofreciendo a los compradores finales una información
contrastable en esta materia.
También se ha de destacar cómo el nuevo Reglamento actualiza la normativa
técnica sobre radio y televisión para adecuarla al escenario de la TDT y optimiza los
procedimientos para la elaboración y ejecución de los proyectos, basándose en la
experiencia de la aplicación del Reglamento anterior, aún cuando esta haya sido
considerada un caso de éxito por los diferentes agentes.
En definitiva, se trata de un despliegue de infraestructuras orientado
principalmente al beneficio de los usuarios, pero que además resulta esencial para
el desarrollo social y económico de España. Las nuevas infraestructuras de
telecomunicación impulsan a los operadores a ofrecer nuevos productos y servicios
de comunicaciones a los ciudadanos, basados en el mayor ancho de banda.
España, que ha sido un país pionero en el desarrollo del concepto de ICT, adapta
ahora su regulación alineándose con los objetivos de la Agenda Digital Europea. La
Comisión Europea, a través del plan "Una Agenda Digital para Europa", impulsa el
despliegue de las redes NGA y destaca la escasa penetración de la fibra óptica hasta
el hogar en la Unión Europea en comparación con algunas naciones del G-20. Entre
las medidas a tomar para paliar este déficit se identifica la de "poner al día el
7. 6
cableado dentro de los edificios". España, con el nuevo Reglamento de ICT, vuelve a
ser pionera dentro de la Unión Europea en la aplicación de estos objetivos.
No se puede dejar de destacar el gran esfuerzo que ha supuesto la elaboración
del nuevo Reglamento de ICT, en la que han participado todos los agentes del
sector involucrados. La Comisión Asesora para el Despliegue de Infraestructuras de
Acceso Ultrarrápidas (CADIAU) fue el foro en que las diferentes entidades
(asociaciones de operadores, de fabricantes, de instaladores, colegios profesionales
y diferentes Administraciones Públicas) han contribuido, con la dirección de la
Secretaría de Estado de Telecomunicaciones y para la Sociedad de la Información, a
que el nuevo Reglamento de ICT fuera una realidad.
La publicación por parte del Colegio Oficial de Ingenieros de Telecomunicación
de este Libro, que recopila toda la Normativa existente sobre Infraestructuras
Comunes de Telecomunicación, es una iniciativa que facilita el conocimiento del
nuevo Reglamento (y de todas las normas de alguna forma relacionadas)
promoviendo también así su mejor aplicación por parte de proyectistas y de todos
los agentes involucrados, que en colaboración han de lograr que el despliegue de
las nuevas infraestructuras ultrarrápidas en la edificación sea un éxito.
Juan Junquera Temprano
Secretario de Estado de Telecomunicaciones y para la Sociedad de la
Información
Ministerio de Industria, Turismo y Comercio
8. 7
EXPOSICIÓN DE ONO
EL marco normativo que desarrolla la ICT, factor clave en la evolución y
desarrollo de las redes ultrarrápidas.
El Real Decreto 346/2011, de 11 de marzo, por el que se aprueba el Reglamento
regulador de las infraestructuras comunes de telecomunicaciones para el acceso a
los servicios de telecomunicación en el interior de las edificaciones, supone un
espaldarazo a los objetivos fijados inicialmente en la Declaración Ministerial de
Granada, acordada el 19 de abril de 2010, y que después han sido reflejados en la
Agenda Digital para Europa.
Entre los objetivos fijados en dicha Agenda Digital, debe remarcarse en la
presente exposición, el objetivo (en al ámbito de las infraestructuras) de
proporcionar un fuerte impulso al despliegue de redes de velocidad ultrarrápida de
nueva generación, como motor para el crecimiento sólido de la economía,
mediante el impulso para ello de la competencia entre proveedores de banda
ancha y la implementación de un marco regulatorio predecible.
Así pues, el presente compendio de normas recogidas en este libro es la
herramienta perfecta para el impulso de las redes de velocidad ultrarrápida y para
el cumplimiento del citado objetivo de la Agenda Digital, orientado a obtener que
en el año 2020 el 50% de los hogares europeos estén abonados a conexiones de
acceso a Internet de banda ancha ultrarrápida de 100 Mbps o superior, o el
definido de manera más ambiciosa por el Ministerio de Industria Turismo y
Comercio a través del Plan Avanza 2, adelantando en cinco años el objetivo
marcado por Europa.
El marco regulador en el ámbito de las ICTs, ha sido y será un factor
indispensable en el cumplimiento de estos objetivos y en el desarrollo de la
Sociedad de la información. Que será mayor de ahora en adelante, una vez que el
presente cuerpo normativo ha incorporado efectivamente el principio de
neutralidad tecnológica en el ámbito de las infraestructuras de telecomunicaciones
en el interior de edificios, lo que generará un estímulo para la inversión competitiva
en infraestructuras y a su vez redundará en una oferta diversa de servicios para
todos los ciudadanos y por tanto en el correcto y óptimo desarrollo de la Sociedad
de la información.
Si bien, para poder desarrollar todo el potencial que el nuevo marco hace gala se
requiere un esfuerzo conjunto de todos los agentes intervinientes en la cadena de
valor, operadores, constructores y proyectistas. Pero es vital, en este caso que los
colegios profesionales no pierdan el valor esencial que estos años ha servido para
que los resultados hayan sido precisos y de calidad. Es decir, dentro del papel que
la normativa generalista prevé para los Colegios Profesionales, en este caso
concreto, el cometido del Colegio Oficial de Ingenieros de Telecomunicación, debe
ser el nexo indispensable entre Operadores y Proyectistas para una planificación y
9. 8
desarrollo de los Proyectos de telecomunicaciones en los nuevos edificios de
calidad.
No obstante, quizás el marco normativo no es todo lo idóneo que podría haber
sido por dos motivos principales; El primero, el momento, derivado del contexto
económico mundial actual, y que muy particular y fuertemente ha afectado en
España al sector de la Construcción, y que mantiene actualmente casi paralizado la
construcción de nuevas viviendas. Pero teniendo en cuenta su visión de futuro, se
trata de una normativa atemporal, la cual previsiblemente permanecerá estable
por muchos años, y que por tanto, estará en el momento de la recuperación para
traer los frutos que del mismo se esperan.
En segundo término, quizás el marco haya quedado ligeramente incompleto por
la ausencia de un Plan Renove que promueva la adaptación de los edificios sin ICT,
que incorpore esas infraestructuras de telecomunicaciones de acceso ultrarrápido,
facilitando el acceso por los ciudadanos a los nuevos y más avanzados servicios de
comunicaciones electrónicas, en competencia e independientemente de la
tecnología que los prestadores de los servicios utilicen.
Por último, además de las ventajas económicas mencionadas anteriormente, se
generará la puesta en marcha del mecanismo de consulta entre el proyectista y el
operador, que alcanza una gran racionalización económica de la ICT, pues por un
lado permite informar a los operadores sobre su predilección sobre dónde ubicar la
arqueta de entrada, en función de los despliegues ya realizados o de los futuros, así
como conocer la situación de edificios de nueva construcción con cierta antelación,
de tal forma que se pueda planificar la extensión de la red con antelación suficiente
a la ocupación del mismo por potenciales usuarios.
En definitiva, todas estas reflexiones permiten concluir que con la aprobación de
este Real Decreto 346/2011, España demuestra su compromiso con el impulso de
la Sociedad de la Información, esencial para el desarrollo social y económico, y
refuerza su apuesta por las nuevas tecnologías como motor de la Economía
Española, en la que las telecomunicaciones juegan un papel fundamental.
Iñigo Polo González
Gerente de Relaciones Institucionales
ONO
10. 9
EXPOSICIÓN DE TELEFÓNICA
Hacia una renovación y mejora de las infraestructuras de telecomunicaciones de
los edificios. Hacia una ICT digital.
Resulta obvio afirmar que el despliegue de una red de telecomunicaciones tiene
en el tramo de acceso a los usuarios finales una de las partes más críticas de su
instalación, y ello por las dificultades operativas que suelen producirse en los
entornos urbanísticos de nuestros municipios.
Sin duda también, la dotación de instalaciones interiores en las edificaciones y
viviendas, para el tendido de redes de telecomunicaciones en esos tramos finales
de acceso a los usuarios, similares a las existentes para otros servicios, constituye
igualmente un factor constructivo fundamental para facilitar tales despliegues.
Pues bien, la conjugación de ambas premisas resultó inicialmente satisfecha con
la entrada en vigor, hace ya más de una década, de la primera reglamentación
sobre Infraestructuras Comunes de Telecomunicaciones en el interior de edificios
(ICT), una normativa sectorial pionera, en España y en el resto de Europa, y de
probada eficacia práctica.
Y ello no sólo por el grado de avance y consolidación que supuso para la
extensión de las redes de telecomunicaciones en edificios y viviendas, sino también
porque significó la materialización del esfuerzo colectivo del sector de las
telecomunicaciones (Administración, Operadores e Instaladores), contando
también con el consenso de los promotores inmobiliarios.
En un salto hacia adelante en esa línea de trabajo, asistimos hoy con satisfacción
a la renovación y mejora de la citada normativa, de la mano del nuevo Reglamento
de ICT, aprobado por el Real Decreto 346/2011, de 11 de marzo, y lo hacemos con
el mismo fortalecido espíritu de integración sectorial que acompañó en su origen
esta legislación.
En ese contexto, y con plena conciencia sobre su gran relevancia, Telefónica
España ha tenido el privilegio de trabajar y colaborar intensamente con la
Secretaría de Estado de Telecomunicaciones y para la Sociedad de la Información
para lograr hacer cuanto antes realidad esta nueva reglamentación, en la confianza
de que revertirá muy positivamente en los usuarios finales de servicios de
telecomunicaciones.
Así, hemos trabajado en el impulso especial de mejoras tan significativas como
la incorporación de la fibra óptica al elenco de redes que integran el conjunto de
portadores de telecomunicación que forman parte de las nuevas ICT.
Un portador, el de la fibra óptica, que , con su prácticamente ilimitada capacidad
de transmisión, permitirá transformar el concepto de “banda ancha” a través de un
salto tecnológico que nos sitúa de facto en lo que se ha dado en llamar la “ultra-
11. 10
banda ancha”, y cuya extensión implica una completa renovación de toda la red de
acceso de telecomunicaciones, desde la central hasta el hogar del cliente, bajo su
consideración de verdaderos catalizadores del desarrollo de las
telecomunicaciones, en aras del que ya reconocemos abiertamente como el Hogar
Digital.
Asimismo son de destacar otras mejoras de importancia de la nueva
reglamentación, tales como el establecimiento de un Mecanismo de Consulta entre
proyectistas y operadores, que esperamos facilite el ajuste de las ICT´s a las
necesidades y capacidades de los operadores, así como para consensuar entre
aquéllos la ubicación más idónea de la arqueta de entrada de la ICT, como punto
crítico para la unión de ésta con las redes de telecomunicación.
Además, estamos seguros de que este nuevo marco normativo constituirá un
referente en la ejecución igualmente necesaria de actuaciones de renovación y
rehabilitación de edificios no dotados de estas modernas instalaciones de
telecomunicaciones, actuaciones que, desde las distintas administraciones
competentes y con la estrecha colaboración de todo el sector, convendría
promover e impulsar sin dilación.
Telefónica España apuesta y confía en que la nueva reglamentación sobre ICT
contribuirá muy eficazmente a la extensión y modernización de las redes de
telecomunicaciones, facilitando el acceso de los usuarios finales a los avanzados
servicios que la moderna Sociedad de la Información demanda. Con el compromiso
de seguir trabajando activamente para, tras su inminente entrada en vigor, lograr
su óptima aplicación.
Enrique Blanco Nadales
Director de Operaciones e Ingeniería de Red
Telefónica España
12. 11
EXPOSICIÓN DE VODAFONE
La visión de Vodafone del nuevo reglamento de ICT.
Las ICT desde que nacen en el año 1999, de la mano del Real Decreto 279/1999,
han supuesto un elemento facilitador de la competencia entre operadores en el
marco del proceso de liberalización del sector. El nuevo Reglamento de ICT
aprobado el pasado marzo de 2011 por el Real Decreto 346/2011, junto con el
anterior Real Decreto 401/2003 y su posterior modificación de 2006, es una
muestra más de la continuidad normativa que facilita el derecho de los ciudadanos
a acceder a cualquier operador de telecomunicaciones que preste servicio en una
zona, asegurando la competencia efectiva entre estos al proporcionar igualdad de
oportunidades para ofrecer sus servicios hasta los clientes dentro de una nueva
edificación de viviendas. Pero si esta era una de las razones principales para la
anterior regulación de ICTs, el nuevo Reglamento permite además adaptar la
regulación a las necesidades técnicas de los operadores para el despliegue de las
Redes de Acceso Ultrarrápidas, permitiendo que esos mismos usuarios accedan de
igual forma y libremente a los nuevos servicios avanzados que ofrecen las Redes de
Nueva Generación, ya sean fijas o móviles.
Conviene no perder de vista que el origen de este nuevo Reglamento se sitúa en
la ardua e intensa labor de uno de los grupos de trabajo establecidos dentro de la
Comisión Asesora para el Despliegue de las Infraestructuras de Acceso
Ultrarrápidas (CADIAU), en la que VODAFONE ha participado a través de la
asociación REDTEL, y que se creó con el objetivo de asesorar al Ministerio en (i) la
introducción de las infraestructuras de acceso ultrarrápidas en las ICT, (ii) la
regulación de las infraestructuras para el despliegue de nuevas redes en carreteras
y redes ferroviarias y (iii) el fomento de la eliminación de barreras al despliegue de
las nuevas redes de acceso ultrarrápidas.
Por tanto, entre las novedades que supone este nuevo Reglamento, destacamos
el hecho de que el objeto fundamental del mismo es la introducción de las
tecnologías de acceso ultrarrápidas en las nuevas ICTs, ya sea mediante tecnologías
de cable o fibra óptica, o mediante servicios inalámbricos, medida acorde con la
evolución de la demanda de servicios TIC de la sociedad.
Para que la oferta al cliente final pueda ser lo más amplia posible, el Reglamento
introduce un mecanismo de consulta, que permitirá la presencia de todos los
operadores interesados en prestar servicios. A este respecto, es importante
resaltar que no siempre el momento en que un operador quiere prestar servicio en
una vivienda coincide con el de la construcción de esta, puesto que los planes de
extensión del servicio de un operador pueden llevar ritmos diferentes, motivo por
el que VODAFONE entiende que el mecanismo de consulta debe articularse
reglamentariamente de tal forma que permita despliegues posteriores.
13. 12
Además, para el entorno privado, este Reglamento da los primeros pasos en lo
que al concepto del Hogar Digital se refiere.
Por último, destacar también otras novedades que introduce este Reglamento:
se separa del mismo la normativa sobre empresas instaladoras, lo que en opinión
de VODAFONE es acertado, ya que el trabajo de estas trasciende el ámbito de las
ICT; y se sustituye el visado profesional por la verificación por parte de Entidades
de Verificación, aspecto importante de cara a mantener el excelente nivel de
proyectos realizados hasta el momento.
Las iniciativas normativas enfocadas en este aspecto, como es el nuevo
Reglamento de ICTs, son fundamentales para que operadores como VODAFONE
puedan diseñar sus planes de futuro, los cuales suponen importantes inversiones
en redes. En ese sentido, el Reglamento de 2011 introduce una novedad frente a
los anteriores: se trata de la aplicación del principio de neutralidad tecnológica,
mediante la incorporación de todas las portadoras al Proyecto de la ICT, siempre
que el operador esté presente en la zona, y con la excepción de que las respuestas
que se formulen a través del mecanismo de consulta previsto entre el proyectista y
los operadores arroje un resultado diferente. Además, este nuevo Reglamento
elimina la limitación del uso de las canalizaciones de la ICT para servicios de
telefonía fija, introduciendo la figura de los SAI (servicios de acceso inalámbricos)
frente a los anteriores SAFI (servicios de acceso fijo inalámbrico), haciendo así un
“guiño” a la histórica petición de VODAFONE de poder hacer uso de la ICT para
llevar la fibra óptica también hasta los Nodos B de la red 3G.
VODAFONE, como operador global de telecomunicaciones, tiene el objetivo de
dotar de las tecnologías más innovadoras y adecuadas a las crecientes necesidades
que día a día nuestros clientes nos están demandando. Las novedades que se
introducen en este reglamento nos permiten por tanto afianzar nuestra apuesta
por las Redes de Acceso de Nueva Generación, así como por la neutralidad
tecnológica de las mismas, pues no puede obviarse la importante contribución de
las redes móviles al desarrollo de la banda ancha ultrarrápida.
Así mismo, VODAFONE confía en que el Reglamento de las ICTs ultrarrápidas
vaya seguido por la consecución de resultados equivalentes en el resto de los
grupos de trabajo de la CADIAU de la que formó parte, con los cuales se conseguirá
cubrir por completo el objetivo final de fomentar el despliegue de redes
ultrarrápidas en España, esencial para el desarrollo social y económico del país y
que va a contribuir de forma destacada a la generación de actividad económica y
de empleo, alineándose al mismo tiempo con los objetivos de la Agenda Digital
Europea.
Santiago Torres Alegre María de Arcos Zapata
Depto. de Gestión del Despliegue Depto. de Legal y Regulación
VODAFONE
14. INDICE
•REAL DECRETO-LEY 1/1998, DE 27 DE FEBRERO, SOBRE INFRAESTRUCTURAS
COMUNES EN LOS EDIFICIOS PARA EL ACCESO A LOS SERVICIOS DE
TELECOMUNICACIÓN …………………………………………………………………………… 15
•LEY 38/1999, DE 5 DE NOVIEMBRE, DE ORDENACIÓN DE LA EDIFICACIÓN.. 25
•REAL DECRETO 346/2011, DE 11 DE MARZO POR EL QUE SE APRUEBA EL
REGLAMENTO REGULADOR DE LAS INFRAESTRUCTURAS COMUNES DE
TELECOMUNICACIONES PARA EL ACCESO A LOS SERVICIOS DE
TELECOMUNICACIÓN EN EL INTERIOR DE LAS EDIFICACIONES ………………… 53
•ORDEN ITC/1644/2011, DE 10 DE JUNIO, POR LA QUE SE DESARROLLA EL
REGLAMENTO REGULADOR DE LAS INFRAESTRUCTURAS COMUNES DE
TELECOMUNICACIONES PARA EL ACCESO A LOS SERVICIOS DE
TELECOMUNICACIÓN EN EL INTERIOR DE LAS EDIFICACIONES,
APROBADO POR EL REAL DECRETO 346/2011, DE 11 DE MARZO ..…..……… 231
ANEXOS:
•CLASIFICACIÓN DE INSTALACIONES PARA EL REGISTRO DE
EMPRESAS INSTALADORAS ………………………………………………………………………. 305
•MODELO DE BOLETÍN DE INSTALACIÓN DE TELECOMUNICACIONES ……….. 309
•LA ICT EN LA LEY 8/1999, DE 6 DE ABRIL, DE REFORMA DE LA
LEY 49/1960, DE 21 DE JULIO, SOBRE PROPIEDAD HORIZONTAL .……………. 311
•ESQUEMA GENERAL DE LA ICT …………………………………………………………………. 315
15.
16. REAL DECRETO-LEY 1/1998, DE 27 DE FEBRERO, SOBRE
INFRAESTRUCTURAS COMUNES EN LOS EDIFICIOS PARA EL ACCESO A
LOS SERVICIOS DE TELECOMUNICACIÓN.
(B.O.E. núm. 51, de 28 febrero de 1998)
Texto refundido mediante Ley 38/1999, de 5 de noviembre, de Ordenación de la
edificación, y Ley 10/2005, de 14 de junio, de Medidas Urgentes para el Impulso de
La Televisión Digital Terrestre, de Liberalización de la Televisión por Cable y de
Fomento del Pluralismo.
17.
18. REAL DECRETO-LEY 1/1998, DE 27 DE FEBRERO, SOBRE INFRAESTRUCTURAS
COMUNES EN LOS EDIFICIOS PARA EL ACCESO A LOS SERVICIOS DE TELECOMUNICACIÓN
17
EXPOSICIÓN DE MOTIVOS
La constante evolución de las telecomunicaciones hace necesario el desarrollo
de un nuevo marco legislativo en materia de infraestructuras comunes para el
acceso a los servicios de telecomunicación que, desde una perspectiva de libre
competencia, permita dotar a los edificios de instalaciones suficientes para atender
los servicios creados con posterioridad a la ley 49/1966, de 23 de julio, sobre
antenas colectivas, como son los de televisión por satélite y telecomunicaciones
por cable. Igualmente, se deben planificar las infraestructuras de tal forma que
permitan su adaptación a servicios de implantación futura cuyas normas
reguladores ya han sido adoptadas en el seno de la Unión Europea.
Las tecnologías disponibles actualmente han ampliado notablemente la oferta
de programas de televisión y radiodifusión sonora y de otros servicios de
telecomunicación, siendo preciso instrumentar medios para que los propietarios de
pisos o locales sujetos al régimen de propiedad horizontal y los arrendatarios de
todo o parta de un edificio puedan acceder a estas ofertas, evitando la
proliferación de sistemas individuales y cableados exteriores en las nuevas
construcciones, que afectarían negativamente a la estética de las mismas. Por otro
lado, se hace necesario facilitar, en el seno de las comunidades de propietarios, los
mecanismos legales para la implantación de estos sistemas que permitan la
prestación de los nuevos servicios y la introducción de las nuevas tecnologías.
La urgencia en la aprobación de esta norma deriva, precisamente, de la
necesidad de dotar a los usuarios, en un momento en el que es patente la rápida
diversificación de la oferta en los servicios de telecomunicaciones, de los medios
jurídicos que garanticen la efectividad del derecho a optar entre los diferentes
servicios. Además, se desea remover, con la agilidad requerida por el desarrollo
tecnológico y la diversidad de empresas prestadoras de servicios concurrentes en el
mercado, las trabas para que éstas puedan actuar en él en condiciones de igualdad.
Es imprescindible que todos los operadores cuenten con las mismas oportunidades
de acceso a los usuarios como potenciales clientes de sus servicios.
Además, la urgencia de la norma deriva de la necesidad de facilitar, sin dilación,
a los usuarios de los servicios de telecomunicaciones, tanto de radiodifusión y
televisión como interactivos, la eficacia del artículo 20.1.d) de la Constitución,
permitiéndoles elegir entre los distintos medios que les faciliten información. Se
desea suprimir cuantos obstáculos puedan dificultar la recepción de información
plural y, además, permitir que los ciudadanos puedan beneficiarse, de manera
inmediata, de los nuevos servicios de telecomunicaciones que se les ofrezcan.
Reconociendo la complejidad de la regulación necesaria para lograr este doble
objetivo, la finalidad del presente Real Decreto-ley es, únicamente, establecer el
marco jurídico que garantice a los copropietarios de los edificios en régimen de
propiedad horizontal y, en su caso, a los arrendatarios, el acceso a los servicios de
telecomunicación.
19. 18
El título prevalente que funda la competencia del Estado para dictar el Real
Decreto-ley es el recogido en el artículo 149.1.21.ª de la Constitución Española, que
otorga a aquél competencia para la regulación del régimen jurídico de las
telecomunicaciones. Además, el Real Decreto-ley afecta al marco jurídico
establecido por la Ley 49/1960, de 21 de julio de Propiedad Horizontal, al regular
derechos y obligaciones de los copropietarios de edificios sujetos a ella, y, por lo
tanto, se dicta, también, en ejercicio de la competencia estatal en materia de
legislación civil a la que se refiere el artículo 149.1.8ª de la Constitución.
En su virtud, a propuesta del Ministro de Fomento, previa deliberación del
Consejo de Ministros en su reunión celebrada el día 27 de febrero de 1998 y en uso
de la autorización concedida por el artículo 86 de la Constitución,
DISPONGO:
Artículo 1. OBJETO Y DEFINICIÓN. (MODIFICADO POR EL ARTÍCULO QUINTO
DE LA LEY 10/2005, DE 14 DE JUNIO, DE MEDIDAS URGENTES PARA
EL IMPULSO DE LA TELEVISIÓN DIGITAL TERRESTRE, DE
LIBERALIZACIÓN DE LA TELEVISIÓN POR CABLE Y DE FOMENTO DEL
PLURALISMO)
1. Este Real Decreto-ley tiene por objeto establecer el régimen jurídico de las
infraestructuras comunes de acceso a los servicios de telecomunicación en el
interior de los edificios y reconocer el derecho de sus copropietarios en régimen de
propiedad horizontal y, en su caso, de los arrendatarios de todo o parte de
aquéllos, a instalar las referidas infraestructuras, conectarse a ellas o adaptar las
existentes.
2. A los efectos del presente Real Decreto-ley, se entiende por infraestructura
común de acceso a servicios de telecomunicación, los sistemas de
telecomunicación y las redes, que existan o se instalen en los edificios para cumplir,
como mínimo, las siguientes funciones:
a) La captación y la adaptación de las señales de radiodifusión sonora y
televisión terrestre tanto analógica como digital, y su distribución hasta
puntos de conexión situados en las distintas viviendas o locales del edificio,
y la distribución de las señales de televisión y radiodifusión sonora por
satélite hasta los citados puntos de conexión. Las señales de radiodifusión
sonora y de televisión terrestre susceptibles de ser captadas, adaptadas y
distribuidas, serán las difundidas, dentro del ámbito territorial
correspondiente, por las entidades habilitadas.
b) Proporcionar acceso al servicio telefónico básico y al servicio de
telecomunicaciones por cable, mediante la infraestructura necesaria para
permitir la conexión de las distintas viviendas o locales o del propio edificio
a las redes de los operadores habilitados.
20. REAL DECRETO-LEY 1/1998, DE 27 DE FEBRERO, SOBRE INFRAESTRUCTURAS
COMUNES EN LOS EDIFICIOS PARA EL ACCESO A LOS SERVICIOS DE TELECOMUNICACIÓN
19
3. También tendrá la consideración de infraestructura común de acceso a los
servicios de telecomunicación la que, no cumpliendo inicialmente las funciones
indicadas en el apartado anterior, haya sido adaptada para cumplirlas. La
adaptación podrá llevarse a cabo, en la medida en que resulte indispensable,
mediante la construcción de una infraestructura adicional a la preexistente.
4. Aquellos conceptos que no se encuentren expresamente definidos en el
presente Real Decreto-ley tendrán el significado que les atribuye la legislación en
materia de telecomunicaciones y, supletoriamente, el Reglamento de
Radiocomunicaciones anexo al Convenio de la Unión Internacional de
Telecomunicaciones.
Artículo 2. ÁMBITO DE APLICACIÓN. (MODIFICADO POR LA DISPOSICIÓN
ADICIONAL SEXTA DE LA LEY 38/1999, DE 5 DE NOVIEMBRE, DE
ORDENACIÓN DE LA EDIFICACIÓN)
Las normas contenidas en este Real Decreto-ley se aplicarán:
a) A todos los edificios y conjuntos inmobiliarios en los que exista continuidad
en la edificación, de uso residencial o no y sean o no de nueva construcción, que
estén acogidos, o deban acogerse, al régimen de propiedad horizontal regulado por
la Ley 49/1960, de 21 de julio, de Propiedad Horizontal, modificada por la Ley
8/1999, de 6 de abril.
b) A los edificios que, en todo o en parte, hayan sido o sean objeto de
arrendamiento por plazo superior a un año, salvo los que alberguen una sola
vivienda.
Artículo 3. INSTALACIÓN OBLIGATORIA DE LAS INFRAESTRUCTURAS
REGULADAS EN ESTE REAL DECRETO-LEY EN EDIFICIOS DE NUEVA
CONSTRUCCIÓN. (MODIFICADO POR EL ARTÍCULO QUINTO DE LA
LEY 10/2005, DE 14 DE JUNIO, DE MEDIDAS URGENTES PARA EL
IMPULSO DE LA TELEVISIÓN DIGITAL TERRESTRE, DE
LIBERALIZACIÓN DE LA TELEVISIÓN POR CABLE Y DE FOMENTO DEL
PLURALISMO)
1. A partir de la fecha de entrada en vigor del presente Real Decreto-ley, no se
concederá autorización para la construcción o rehabilitación integral de ningún
edificio de los referidos en el artículo 2, si al correspondiente proyecto
arquitectónico no se une el que prevea la instalación de una infraestructura común
propia, que deberá ser firmado por un ingeniero de telecomunicación o un
ingeniero técnico de telecomunicación. Estos profesionales serán, asimismo, los
que certifiquen la obra. Esta infraestructura deberá reunir las condiciones técnicas
adecuadas para cumplir, al menos, las funciones indicadas en el artículo 1.2 de este
Real Decreto-ley, sin perjuicio de los que se determine en las normas que, en cada
momento, se dicten en su desarrollo.
21. 20
2. Toda edificación comprendida en el ámbito de aplicación de este Real
Decreto-ley y que haya sido concluida después de transcurridos ocho meses desde
su entrada en vigor deberá contar con las infraestructuras comunes de acceso a
servicios de telecomunicación indicadas en el artículo 1.2, sujetándose a las
previsiones establecidas en éste.
3. Los gastos necesarios para la instalación de las infraestructuras que este
Real Decreto-ley regula deberán estar incluidos en el coste total de la construcción.
Artículo 4. INSTALACIÓN DE LA INFRAESTRUCTURA EN LOS EDIFICIOS YA
CONSTRUIDOS.
1. Cuando la comunidad de propietarios o el propietario de un edificio incluido
en el ámbito de aplicación de este Real Decreto-ley y que esté concluido, o se
concluya antes de transcurridos ocho meses desde su entrada en vigor, decidan la
instalación de una infraestructura común de acceso a servicios de
telecomunicación o la adaptación de la existente, lo notificarán por escrito a los
propietarios de los pisos o locales o, en su caso, a los arrendatarios, al menos con
dos meses de antelación a la fecha del comienzo de las obras encaminadas a la
instalación o adaptación. Respecto de la comunidad de propietarios, el acuerdo en
su seno habrá de ser aprobado, en junta de propietarios, por un tercio de sus
integrantes que representen, a su vez, un tercio de las cuotas de participación en
los elementos comunes.
2. En caso de que la decisión para la instalación de la infraestructura común de
acceso a servicios de telecomunicación o para la adaptación de la existente, se
adopte sin consentimiento del propietario o, en su caso, del arrendatario de un
piso o local, la comunidad de propietarios o, en su caso, el propietario no podrán
repercutir en ellos su coste. No obstante, si, con posterioridad, aquéllos solicitaron
el acceso a servicios de telecomunicaciones cuyo suministro requiera aprovechar
las nuevas infraestructuras o las adaptaciones realizadas en las preexistentes,
podrá autorizárselas, siempre que abonen el importe que les hubiere
correspondido, debidamente actualizado, aplicando el correspondiente interés
legal.
3. La repercusión del coste de la nueva infraestructura o de la adaptación de la
preexistente por el propietario de un edificio o parte de él en los arrendatarios se
realizará, desde el mes siguiente al que se lleven a cabo, en la cuantía y proporción
previstas en el artículo 19 de la Ley 29/1994, de 24 de noviembre, de
Arrendamientos Urbanos.
Sin embargo, si quienes solicitaron la instalación o la adaptación de la
infraestructura al propietario fueren, con arreglo a lo previsto en este Real Decreto-
ley, los arrendatarios, será a su costa el gasto que aquéllas representen. En este
último caso, al concluir el arrendamiento, la infraestructura instalada o adaptada
quedará en el edificio a disposición de su propietario.
22. REAL DECRETO-LEY 1/1998, DE 27 DE FEBRERO, SOBRE INFRAESTRUCTURAS
COMUNES EN LOS EDIFICIOS PARA EL ACCESO A LOS SERVICIOS DE TELECOMUNICACIÓN
21
Artículo 5. CONSERVACIÓN DE LA INFRAESTRUCTURA.
1. Respecto de la comunidad de propietarios, se aplicará lo previsto en el
artículo 10 de la Ley 49/1960, de 21 de julio, sobre Propiedad Horizontal, en cuanto
al mantenimiento de los elementos, pertenencias y servicios comunes.
2. A la conservación de las infraestructuras en edificios arrendados se aplicará
el artículo 21 de la Ley 29/1994, de 24 de noviembre, de Arrendamientos Urbanos,
salvo que la instalación se hubiere solicitado por los arrendatarios, en cuyo caso los
gastos que se produzcan serán a cuenta de éstos.
Artículo 6. OBLIGACIÓN DE INSTALACIÓN DE LA INFRAESTRUCTURA.
1. Será obligatoria la instalación de la infraestructura regulada en este Real
Decreto-ley en las edificaciones ya concluidas antes de su entrada en vigor o que se
concluyan en el plazo de ocho meses desde que ésta se produzca, si concurre
alguna de las siguientes circunstancias:
a) Que el número de antenas instaladas, individuales o colectivas, para la
prestación de servicios incluidos en el artículo 1.2, sea superior a un tercio del
número de viviendas y locales. En este caso, aquéllas deberán ser sustituidas,
dentro de los seis meses siguientes a la entrada en vigor de este Real Decreto-ley,
por una infraestructura común de acceso a servicios de telecomunicaciones. Si se
superase el límite referido después de la citada entrada en vigor, el plazo de seis
meses se computará desde el día en que se produzca esa circunstancia.
Será a cargo de quienes tengan instaladas las antenas para la recepción de
servicios, el coste de la infraestructura, de su instalación y de la retirada de la
preexistente, sin perjuicio de que si se beneficiara de la nueva infraestructura algún
otro propietario de piso o local o, en su caso, algún arrendatario del edificio,
deberán éstos participar en el coste, en la proporción correspondiente.
b) Que la Administración competente, de acuerdo con la normativa vigente
que resulte aplicable, considere peligrosa o antiestético la colocación de antenas
individuales en un edificio. En este supuesto, quienes deseasen la recepción de los
servicios, a los que se refiere el artículo 1.2 de este Real Decreto-ley, deberán
sufragar el coste de instalación de la infraestructura, sin perjuicio de repercutir en
los propietarios de los demás pisos o locales o, en su caso, en los arrendatarios el
importe de la inversión, en la proporción correspondiente, si éstos solicitaron
servirse de aquélla.
2. No se tendrá que instalar la infraestructura citada en aquellos edificios
construidos que no reúnan condiciones para soportarla, de acuerdo con el informe
emitido al respecto por la Administración competente.
Artículo 7. CONSIDERACIÓN DE LA NUEVA INFRAESTRUCTURA Y RETIRADA DE
LA PREEXISTENTE.
23. 22
1. En el caso de que se realice la instalación de una infraestructura por
concurrir alguna de las causas previstas en los artículos precedentes, ésta pasará a
formar parte del edificio, como elemento común del mismo. La infraestructura
instalada deberá cumplir todas las especificaciones técnicas de calidad y seguridad
exigidas por la normativa vigente sobre construcción y, en especial, por la
reguladora de la compatibilidad de aquéllas con las instalaciones de suministro de
agua, gas y electricidad.
2. Una vez finalizada la instalación de la infraestructura y comprobado que
permite la recepción de los servicios para los que ha sido instalada, la comunidad
de propietarios retirará los elementos de los sistemas individuales de
telecomunicación que facilitaban la recepción de esos mismos servicios. La retirada
se realizará en presencia de los propietarios de los citados elementos, si éstos así lo
solicitaron.
Artículo 8. GARANTÍA DE CONTINUIDAD EN LA RECEPCIÓN DE LOS SERVICIOS.
La comunidad de propietarios o, en su caso, el propietario del edificio, tomarán
las medidas oportunas tendentes a asegurar a aquéllos que tengan instalaciones
individuales, la normal utilización de las mismas durante la construcción de la
nueva infraestructura y en tanto ésta no se encuentre en perfecto estado de
funcionamiento. La misma regla se aplicará en caso de que se produzca la
adaptación de la infraestructura preexistente, a lo establecido en el artículo 1 de
este Real Decreto-ley.
Artículo 9. DERECHO DE LOS COPROPIETARIOS O ARRENDATARIOS AL
ACCESO A LOS SERVICIOS Y GARANTÍA DEL POSIBLE USO
COMPARTIDO DE LA INFRAESTRUCTURA.
1. Los copropietarios de un edificio en régimen de propiedad horizontal o, en
su caso, los arrendatarios tendrán derecho a acceder a los servicios de
telecomunicaciones distintos de los indicados en el artículo 1.2, a través de la
instalación común realizada con arreglo a este Real Decreto-ley, si técnicamente
resultase posible su adaptación, o a través de sistemas individuales.
Igualmente, cualquier copropietario de un edificio en régimen de propiedad
horizontal o, en su caso, cualquier arrendatario de todo o parte de un edificio
tendrán derecho, a su costa y en caso de que no exista una infraestructura común
en el mismo, a instalar ésta. También podrán realizar la adaptación de la
infraestructura ya existente en el edificio a lo establecido en el artículo 1.2 de este
Real Decreto-ley.
Para llevar a cabo lo previsto en este artículo, los copropietarios o los
arrendatarios podrán aprovecharse no sólo de los elementos privativos, sino
también de los comunes de los inmuebles, siempre que no menoscaben la
infraestructura que existiera en los edificios y no interfieran ni modifiquen las
24. REAL DECRETO-LEY 1/1998, DE 27 DE FEBRERO, SOBRE INFRAESTRUCTURAS
COMUNES EN LOS EDIFICIOS PARA EL ACCESO A LOS SERVICIOS DE TELECOMUNICACIÓN
23
señales correspondientes a servicios que previamente hubiesen contratado otros
usuarios.
2. En los supuestos establecidos en el anterior apartado, cuando el propietario
de un piso o local, o, en su caso, un arrendatario, desee recibir la prestación de un
servicio de telecomunicación al que pudiera accederse a través de una
infraestructura determinada, deberá comunicarlo al presidente de la comunidad de
propietarios o, en su caso, al propietario del edificio, antes de iniciar cualquier obra
con dicha finalidad. El presidente de la comunidad de propietarios o el propietario
deberán contestarle antes de quince días desde que la comunicación se produzca,
aplicándose, según proceda, las siguientes reglas:
a) En caso de que exista ya en el edificio esa infraestructura o, antes de que
transcurran tres meses desde que la comunicación se produzca, se fuese a adaptar
la existente o a instalar una nueva con la finalidad de permitir el acceso a los
servicios en cuestión, no podrá llevarse a acabo obra alguna por el copropietario o
por el arrendatario.
b) En el supuesto de que no existiese la infraestructura, no fuese hábil para la
prestación del servicio al que desean acceder el copropietario o el arrendatario o
no se instalase una nueva ni se adaptase la preexistente en el referido plazo de tres
meses, el comunicante podrá realizar la obra que le permita la recepción de los
servicios de telecomunicaciones correspondientes. Si cualquier otro copropietario
o arrendatario solicitase, con posterioridad, beneficiarse de la instalación de las
nuevas infraestructuras comunes o de la adaptación de las preexistentes que se
llevasen a cabo al amparo de este artículo, se les podrá autorizar, siempre que
cumplan lo previsto en el segundo inciso del artículo 4.2.
Artículo 10. CONSIDERACIÓN DE LA INFRAESTRUCTURA A EFECTOS DE LA LEY
DE ARRENDAMIENTOS URBANOS.
La instalación o la adaptación de una infraestructura, se considerará como obra
de mejora a los efectos de lo establecido en el artículo 22 de la vigente Ley
29/1994, de 24 de noviembre, de Arrendamientos Urbanos.
Artículo 11. RÉGIMEN SANCIONADOR.
1. El incumplimiento por el promotor o el constructor de la obligación que le
impone el artículo 3 en los edificios de nueva construcción será constitutivo de
infracción muy grave y se castigará con multa de 5.000.001 pesetas hasta
50.000.000 de pesetas, graduándose su importe conforme a los criterios
establecidos en el artículo 131.3 de la Ley 30/1992, de 26 de noviembre, de
Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas y del Procedimiento
Administrativo Común.
2. Se considerará infracción leve el incumplimiento por los copropietarios o
arrendatarios de lo dispuesto en el artículo 6 y se sancionará con multa de hasta
25. 24
5.000.000 de pesetas, graduándose su importe conforme a los criterios indicados
en el apartado anterior.
3. Corresponde la imposición de las sanciones previstas en los apartados
precedentes al Secretario general de Comunicaciones del Ministerio de Fomento.
La actuación administrativa se iniciará de oficio o mediante denuncia,
resolviéndose, previa comprobación de los hechos por los servicios de inspección
del Ministerio de Fomento e instrucción del correspondiente procedimiento.
4. En lo no previsto en este Real Decreto-ley, se estará, en lo relativo al
régimen sancionador, a lo establecido en la legislación de telecomunicaciones y en
la citada Ley 30/1992.
Disposición Derogatoria Única. EFICACIA DEROGATORIA.
Queda derogada la Ley 49/1966, de 23 de julio, sobre Antenas Colectivas, y
cuantas disposiciones de igual o inferior rango se opongan a lo dispuesto en este
Real Decreto-ley.
Disposición Final Primera. FACULTADES DE DESARROLLO.
Se autoriza al Gobierno para dictar cuantas disposiciones sean necesarias para el
desarrollo y la aplicación del presente Real Decreto-ley.
Disposición Final Segunda. ENTRADA EN VIGOR.
Este Real Decreto-ley entrará en vigor el día siguiente al de su publicación en el
«Boletín Oficial del Estado».
Dado en Madrid a 27 de febrero de 1998.
JUAN CARLOS R.
El Presidente del Gobierno,
JOSÉ MARÍA AZNAR LÓPEZ
26. LEY 38/1999, DE 5 DE NOVIEMBRE, DE ORDENACIÓN DE LA EDIFICACIÓN
(B.O.E. núm. 266, de 6 noviembre de 1999)
Texto refundido mediante Ley 53/2002 de 30 diciembre de Medidas Fiscales,
Administrativas y del Orden Social, y Ley 25/2009, de 22 de diciembre, de
modificación de diversas leyes para su adaptación a la Ley sobre el libre acceso a
las actividades de servicios y su ejercicio.
27.
28. LEY 38/1999, DE 5 DE NOVIEMBRE,
DE ORDENACIÓN DE LA EDIFICACIÓN
27
EXPOSICION DE MOTIVOS
El sector de la edificación es uno de los principales sectores económicos con
evidentes repercusiones en el conjunto de la sociedad y en los valores culturales
que entraña el patrimonio arquitectónico y, sin embargo, carece de una regulación
acorde con esta importancia.
Así, la tradicional regulación del suelo contrasta con la falta de una configuración
legal de la construcción de los edificios, básicamente establecida a través del
Código Civil y de una variedad de normas cuyo conjunto adolece de serias lagunas
en la ordenación del complejo proceso de la edificación, tanto respecto a la
identificación, obligaciones y responsabilidades de los agentes que intervienen en
el mismo, como en lo que se refiere a las garantías para proteger al usuario.
Por otra parte, la sociedad demanda cada vez más la calidad de los edificios y
ello incide tanto en la seguridad estructural y la protección contra incendios como
en otros aspectos vinculados al bienestar de las personas, como la protección
contra el ruido, el aislamiento térmico o la accesibilidad para personas con
movilidad reducida. En todo caso, el proceso de la edificación, por su directa
incidencia en la configuración de los espacios, implica siempre un compromiso de
funcionalidad, economía, armonía y equilibrio medioambiental de evidente
relevancia desde el punto de vista del interés general; así se contempla en la
Directiva 85/384/CEE de la Unión Europea, cuando declara que «la creación
arquitectónica, la calidad de las construcciones, su inserción armoniosa en el
entorno, el respeto de los paisajes naturales y urbanos, así como del patrimonio
colectivo y privado, revisten un interés público».
Respondiendo a este orden de principios, la necesidad, por una parte, de dar
continuidad a la Ley 6/1998, de 13 de abril, sobre régimen del suelo y valoraciones,
ordenando la construcción de los edificios, y de superar, por otra, la discrepancia
existente entre la legislación vigente y la realidad por la insuficiente regulación
actual del proceso de la edificación, así como de establecer el marco general en el
que pueda fomentarse la calidad de los edificios y, por último, el compromiso de
fijar las garantías suficientes a los usuarios frente a los posibles daños, como una
aportación más a la Ley 26/1984, de 19 de julio, General para la Defensa de los
Consumidores y Usuarios, son los motivos que justifican sobradamente esta Ley de
Ordenación de la Edificación, cuyo contenido primordial es el siguiente:
1. El objetivo prioritario es regular el proceso de la edificación actualizando y
completando la configuración legal de los agentes que intervienen en el mismo,
fijando sus obligaciones para así establecer las responsabilidades y cubrir las
garantías a los usuarios, en base a una definición de los requisitos básicos que
deben satisfacer los edificios.
2. Para ello, se define técnicamente el concepto jurídico de la edificación y los
principios esenciales que han de presidir esta actividad y se delimita el ámbito de la
29. 28
Ley, precisando aquellas obras, tanto de nueva construcción como en edificios
existentes, a las que debe aplicarse.
Ante la creciente demanda de calidad por parte de la sociedad, la Ley establece
los requisitos básicos que deben satisfacer los edificios de tal forma que la garantía
para proteger a los usuarios se asiente no sólo en los requisitos técnicos de lo
construido sino también en el establecimiento de un seguro de daños o de caución.
Estos requisitos abarcan tanto los aspectos de funcionalidad y de seguridad de
los edificios como aquellos referentes a la habitabilidad.
Se establece el concepto de proyecto, obligatorio para el desarrollo de las obras
incluidas en el ámbito de la Ley, precisando la necesaria coordinación entre los
proyectos parciales que puedan incluirse, así como la documentación a entregar a
los usuarios para el correcto uso y mantenimiento de los edificios.
Se regula, asimismo, el acto de recepción de obra, dada la importancia que tiene
en relación con el inicio de los plazos de responsabilidad y de prescripción
establecidos en la Ley.
3. Para los distintos agentes que participan a lo largo del proceso de la
edificación se enumeran las obligaciones que corresponden a cada uno de ellos, de
las que se derivan sus responsabilidades, configurándose el promotor como una
persona física o jurídica que asume la iniciativa de todo el proceso y a la que se
obliga a garantizar los daños materiales que el edificio pueda sufrir. Dentro de las
actividades del constructor se hace mención especial a la figura del jefe de obra, así
como a la obligación de formalizar las subcontrataciones que en su caso se
establezcan.
Además la Ley delimita el ámbito de actuaciones que corresponden a los
profesionales, el proyectista, el director de obra y el director de la ejecución de la
obra, estableciendo claramente el ámbito específico de su intervención, en función
de su titulación habilitante.
4. La responsabilidad civil de los diferentes agentes por daños materiales en el
edificio se exigirá de forma personal e individualizada, tanto por actos propios,
como por actos de otros agentes por los que, con arreglo a esta Ley, se deba
responder.
La responsabilidad se exigirá solidariamente cuando no pueda ser atribuida en
forma individualizada al responsable del daño o cuando exista concurrencia de
culpa, sin que pueda precisarse la influencia de cada agente interviniente en el
daño producido.
A la figura del promotor se equiparan también las de gestor de cooperativas o
de comunidades de propietarios, u otras análogas que aparecen cada vez con
mayor frecuencia en la gestión económica de la edificación.
30. LEY 38/1999, DE 5 DE NOVIEMBRE,
DE ORDENACIÓN DE LA EDIFICACIÓN
29
5. En cuanto a los plazos de responsabilidad se establecen en períodos de uno,
tres y diez años, en función de los diversos daños que puedan aparecer en los
edificios. El constructor, durante el primer año, ha de responder por los daños
materiales derivados de una deficiente ejecución; todos los agentes que
intervienen en el proceso de la edificación, durante tres años, responderán por los
daños materiales en el edificio causados por vicios o defectos que afecten a la
habitabilidad y durante diez años, por los que resulten de vicios o defectos que
afecten a la seguridad estructural del edificio.
Las acciones para exigir responsabilidades prescriben en el plazo de dos años, al
igual que las de repetición contra los agentes presuntamente responsables.
6. Por lo que se refiere a las garantías la Ley establece, para los edificios de
vivienda, la suscripción obligatoria por el constructor, durante el plazo de un año,
de un seguro de daños materiales o de caución, o bien la retención por el promotor
de un 5 por 100 del coste de la obra para hacer frente a los daños materiales
ocasionados por una deficiente ejecución.
Se establece igualmente para los edificios de vivienda la suscripción obligatoria
por el promotor de un seguro que cubra los daños materiales que ocasionen en el
edificio el incumplimiento de las condiciones de habitabilidad o que afecten a la
seguridad estructural en el plazo de tres y diez años, respectivamente.
Se fijan las normas sobre las garantías de suscripción obligatoria, así como los
importes mínimos de garantía para los tres supuestos de uno, tres y diez años,
respectivamente.
No se admiten franquicias para cubrir los daños en el supuesto de un año, y no
podrán exceder del 1 por 100 del capital asegurado para los otros dos supuestos.
Además, con el fin de evitar el fraude a los adquirentes se exigen determinados
requisitos que acrediten la constitución del correspondiente seguro para la
inscripción de escrituras públicas y la liquidación de las sociedades promotoras.
7. La Ley se completa con siete disposiciones adicionales. En la primera se
establece que la percepción de las cantidades anticipadas reguladas para las
viviendas se amplíe a promociones de viviendas en régimen de comunidades de
propietarios o sociedades cooperativas.
En la segunda disposición adicional se prevé que la exigencia de la
obligatoriedad de las garantías a las que se hace referencia en el art. 19 de la Ley,
se hará de forma escalonada en el tiempo para permitir que el sector vaya
acomodándose a lo dispuesto en esta norma. Así la garantía de diez años contra los
daños materiales causados por vicios o defectos que afecten a los elementos
estructurales, también llamado seguro decenal, será exigible a partir de la entrada
en vigor de esta Ley para los edificios cuyo destino principal sea el de vivienda.
Posteriormente, y por Real Decreto, teniendo en cuenta las circunstancias del
31. 30
sector de la edificación y del sector asegurador, podrá establecerse la
obligatoriedad de las demás garantías, es decir, del seguro de tres años que cubre
los daños causados en los elementos constructivos o en las instalaciones que
afecten a la habitabilidad o seguro trienal, y del seguro de un año que cubre los
daños materiales por vicios o defectos de ejecución que afecten a elementos de
terminación o acabado de las obras.
En la tercera se exceptúa a los miembros de los Cuerpos de Ingenieros de los
Ejércitos de lo dispuesto en esta Ley en lo que se refiere a la delimitación de sus
actuaciones en el ámbito de la Defensa.
En la cuarta se concreta la titulación académica y profesional de los
Coordinadores de Seguridad y Salud, en las obras de edificación.
8. Mediante una disposición transitoria se establece la aplicación de lo previsto
en la Ley a las obras para cuyos proyectos se solicite licencia de edificación a partir
de la entrada en vigor de la misma. Por último, en la primera de las cuatro
disposiciones finales se invocan los preceptos a cuyo amparo se ejerce la
competencia del Estado en las materias reguladas por la Ley; en la segunda se
autoriza al Gobierno para que en el plazo de dos años apruebe un Código Técnico
de la Edificación que desarrolle los requisitos básicos que deben cumplir los
edificios relacionados en el art. 3; en la tercera se insta al Gobierno para que
adapte al Reglamento de la Ley de Expropiación Forzosa las modificaciones
introducidas en la disposición adicional quinta, y en la cuarta determina la entrada
en vigor de la Ley.
La Ley, en definitiva, trata, dentro del marco de competencias del Estado, de
fomentar la calidad incidiendo en los requisitos básicos y en las obligaciones de los
distintos agentes que se encargan de desarrollar las actividades del proceso de la
edificación, para poder fijar las responsabilidades y las garantías que protejan al
usuario y para dar cumplimiento al derecho constitucional a una vivienda digna y
adecuada.
La regulación del proceso de la edificación no quedaría, sin embargo, actualizada
y completa si la Ley no se refiriera a aquellos supuestos en que dicho proceso
constructivo ha exigido la previa expropiación de bienes o derechos por vincularse
a una finalidad u objetivo de utilidad pública o interés social. En este sentido, la Ley
actualiza la regulación de un aspecto de la legislación de expropiación forzosa sin
duda necesitada toda ella de una revisión para adaptarse a la dinámica de nuestro
tiempo, que presenta una significación cualificada y cuya puesta al día no debe
demorarse, como es el ejercicio del derecho de reversión, derecho calificado por el
Tribunal Constitucional como de configuración legal.
32. LEY 38/1999, DE 5 DE NOVIEMBRE,
DE ORDENACIÓN DE LA EDIFICACIÓN
31
CAPITULO I
DISPOSICIONES GENERALES
Artículo 1. OBJETO
1. Esta Ley tiene por objeto regular en sus aspectos esenciales el proceso de la
edificación, estableciendo las obligaciones y responsabilidades de los agentes que
intervienen en dicho proceso, así como las garantías necesarias para el adecuado
desarrollo del mismo, con el fin de asegurar la calidad mediante el cumplimiento de
los requisitos básicos de los edificios y la adecuada protección de los intereses de
los usuarios.
2. Las obligaciones y responsabilidades relativas a la prevención de riesgos
laborales en las obras de edificación se regirán por su legislación específica.
3. Cuando las Administraciones públicas y los organismos y entidades sujetos a
la legislación de contratos de las Administraciones públicas actúen como agentes
del proceso de la edificación se regirán por lo dispuesto en la legislación de
contratos de las Administraciones públicas y en lo no contemplado en la misma por
las disposiciones de esta Ley, a excepción de lo dispuesto sobre garantías de
suscripción obligatoria.
Artículo 2. ÁMBITO DE APLICACIÓN
1. Esta Ley es de aplicación al proceso de la edificación, entendiendo por tal la
acción y el resultado de construir un edificio de carácter permanente, público o
privado, cuyo uso principal esté comprendido en los siguientes grupos:
a) Administrativo, sanitario, religioso, residencial en todas sus formas, docente y
cultural.
b) Aeronáutico; agropecuario; de la energía; de la hidráulica; minero; de
telecomunicaciones (referido a la ingeniería de las telecomunicaciones); del
transporte terrestre, marítimo, fluvial y aéreo; forestal; industrial; naval; de la
ingeniería de saneamiento e higiene, y accesorio a las obras de ingeniería y su
explotación.
c) Todas las demás edificaciones cuyos usos no estén expresamente
relacionados en los grupos anteriores.
2. Tendrán la consideración de edificación a los efectos de lo dispuesto en esta
Ley, y requerirán un proyecto según lo establecido en el art. 4, las siguientes obras:
a) Obras de edificación de nueva construcción, excepto aquellas construcciones
de escasa entidad constructiva y sencillez técnica que no tengan, de forma eventual
o permanente, carácter residencial ni público y se desarrollen en una sola planta.
33. 32
b) Obras de ampliación, modificación, reforma o rehabilitación que alteren la
configuración arquitectónica de los edificios, entendiendo por tales las que tengan
carácter de intervención total o las parciales que produzcan una variación esencial
de la composición general exterior, la volumetría, o el conjunto del sistema
estructural, o tengan por objeto cambiar los usos característicos del edificio.
c) Obras que tengan el carácter de intervención total en edificaciones
catalogadas o que dispongan de algún tipo de protección de carácter ambiental o
histórico-artístico, regulada a través de norma legal o documento urbanístico y
aquellas otras de carácter parcial que afecten a los elementos o partes objeto de
protección.
3. Se consideran comprendidas en la edificación sus instalaciones fijas y el
equipamiento propio, así como los elementos de urbanización que permanezcan
adscritos al edificio.
CAPITULO II
EXIGENCIAS TECNICAS Y ADMINISTRATIVAS DE LA EDIFICACION
Artículo 3. REQUISITOS BÁSICOS DE LA EDIFICACIÓN
1. Con el fin de garantizar la seguridad de las personas, el bienestar de la
sociedad y la protección del medio ambiente, los edificios deberán proyectarse,
construirse, mantenerse y conservarse de tal forma que se satisfagan los requisitos
básicos siguientes:
a) Relativos a la funcionalidad:
a.1) Utilización, de tal forma que la disposición y las dimensiones de los espacios
y la dotación de las instalaciones faciliten la adecuada realización de las funciones
previstas en el edificio.
a.2) Accesibilidad, de tal forma que se permita a las personas con movilidad y
comunicación reducidas el acceso y la circulación por el edificio en los términos
previstos en su normativa específica.
a.3) Acceso a los servicios de telecomunicación, audiovisuales y de información
de acuerdo con lo establecido en su normativa específica.
a.4) Facilitación para el acceso de los servicios postales, mediante la dotación de
las instalaciones apropiadas para la entrega de los envíos postales, según lo
dispuesto en su normativa específica.
b) Relativos a la seguridad:
34. LEY 38/1999, DE 5 DE NOVIEMBRE,
DE ORDENACIÓN DE LA EDIFICACIÓN
33
b.1) Seguridad estructural, de tal forma que no se produzcan en el edificio, o
partes del mismo, daños que tengan su origen o afecten a la cimentación, los
soportes, las vigas, los forjados, los muros de carga u otros elementos
estructurales, y que comprometan directamente la resistencia mecánica y la
estabilidad del edificio.
b.2) Seguridad en caso de incendio, de tal forma que los ocupantes puedan
desalojar el edificio en condiciones seguras, se pueda limitar la extensión del
incendio dentro del propio edificio y de los colindantes y se permita la actuación de
los equipos de extinción y rescate.
b.3) Seguridad de utilización, de tal forma que el uso normal del edificio no
suponga riesgo de accidente para las personas.
c) Relativos a la habitabilidad:
c.1) Higiene, salud y protección del medio ambiente, de tal forma que se
alcancen condiciones aceptables de salubridad y estanqueidad en el ambiente
interior del edificio y que éste no deteriore el medio ambiente en su entorno
inmediato, garantizando una adecuada gestión de toda clase de residuos.
c.2) Protección contra el ruido, de tal forma que el ruido percibido no ponga en
peligro la salud de las personas y les permita realizar satisfactoriamente sus
actividades.
c.3) Ahorro de energía y aislamiento térmico, de tal forma que se consiga un uso
racional de la energía necesaria para la adecuada utilización del edificio.
c.4) Otros aspectos funcionales de los elementos constructivos o de las
instalaciones que permitan un uso satisfactorio del edificio.
2. El Código Técnico de la Edificación es el marco normativo que establece las
exigencias básicas de calidad de los edificios y de sus instalaciones, de tal forma
que permite el cumplimiento de los anteriores requisitos básicos.
Las normas básicas de la edificación y las demás reglamentaciones técnicas de
obligado cumplimiento constituyen, a partir de la entrada en vigor de esta Ley, la
reglamentación técnica hasta que se apruebe el Código Técnico de la Edificación
conforme a lo previsto en la disposición final segunda de esta Ley.
El Código podrá completarse con las exigencias de otras normativas dictadas por
las Administraciones competentes y se actualizará periódicamente conforme a la
evolución de la técnica y la demanda de la sociedad.
Circunstancia 4 letra a) apartado 1 añadida por art. 82 Ley 24/2001 de 27
diciembre, de Medidas Fiscales, Administrativas y del Orden Social.
Artículo 4. PROYECTO
35. 34
1. El proyecto es el conjunto de documentos mediante los cuales se definen y
determinan las exigencias técnicas de las obras contempladas en el art. 2. El
proyecto habrá de justificar técnicamente las soluciones propuestas de acuerdo
con las especificaciones requeridas por la normativa técnica aplicable.
2. Cuando el proyecto se desarrolle o complete mediante proyectos parciales u
otros documentos técnicos sobre tecnologías específicas o instalaciones del
edificio, se mantendrá entre todos ellos la necesaria coordinación sin que se
produzca una duplicidad en la documentación ni en los honorarios a percibir por los
autores de los distintos trabajos indicados.
Artículo 5. LICENCIAS Y AUTORIZACIONES ADMINISTRATIVAS
La construcción de edificios, la realización de las obras que en ellos se ejecuten y
su ocupación precisará las preceptivas licencias y demás autorizaciones
administrativas procedentes, de conformidad con la normativa aplicable.
Artículo 6. RECEPCIÓN DE LA OBRA
1. La recepción de la obra es el acto por el cual el constructor, una vez concluida
ésta, hace entrega de la misma al promotor y es aceptada por éste. Podrá
realizarse con o sin reservas y deberá abarcar la totalidad de la obra o fases
completas y terminadas de la misma, cuando así se acuerde por las partes.
2. La recepción deberá consignarse en un acta firmada, al menos, por el
promotor y el constructor, y en la misma se hará constar:
a) Las partes que intervienen.
b) La fecha del certificado final de la totalidad de la obra o de la fase completa y
terminada de la misma.
c) El coste final de la ejecución material de la obra.
d) La declaración de la recepción de la obra con o sin reservas, especificando, en
su caso, éstas de manera objetiva, y el plazo en que deberán quedar subsanados
los defectos observados. Una vez subsanados los mismos, se hará constar en un
acta aparte, suscrita por los firmantes de la recepción.
e) Las garantías que, en su caso, se exijan al constructor para asegurar sus
responsabilidades.
Asimismo, se adjuntará el certificado final de obra suscrito por el director de
obra y el director de la ejecución de la obra.
3. El promotor podrá rechazar la recepción de la obra por considerar que la
misma no está terminada o que no se adecua a las condiciones contractuales. En
36. LEY 38/1999, DE 5 DE NOVIEMBRE,
DE ORDENACIÓN DE LA EDIFICACIÓN
35
todo caso, el rechazo deberá ser motivado por escrito en el acta, en la que se fijará
el nuevo plazo para efectuar la recepción.
4. Salvo pacto expreso en contrario, la recepción de la obra tendrá lugar dentro
de los treinta días siguientes a la fecha de su terminación, acreditada en el
certificado final de obra, plazo que se contará a partir de la notificación efectuada
por escrito al promotor. La recepción se entenderá tácitamente producida si
transcurridos treinta días desde la fecha indicada el promotor no hubiera puesto de
manifiesto reservas o rechazo motivado por escrito.
5. El cómputo de los plazos de responsabilidad y garantía establecidos en esta
Ley se iniciará a partir de la fecha en que se suscriba el acta de recepción, o cuando
se entienda ésta tácitamente producida según lo previsto en el apartado anterior.
Artículo 7. DOCUMENTACIÓN DE LA OBRA EJECUTADA
Una vez finalizada la obra, el proyecto, con la incorporación, en su caso, de las
modificaciones debidamente aprobadas, será facilitado al promotor por el director
de obra para la formalización de los correspondientes trámites administrativos.
A dicha documentación se adjuntará, al menos, el acta de recepción, la relación
identificativa de los agentes que han intervenido durante el proceso de edificación,
así como la relativa a las instrucciones de uso y mantenimiento del edificio y sus
instalaciones, de conformidad con la normativa que le sea de aplicación.
Toda la documentación a que hace referencia los apartados anteriores, que
constituirá el Libro del Edificio, será entregada a los usuarios finales del edificio.
CAPITULO III
AGENTES DE LA EDIFICACION
Artículo 8. CONCEPTO
Son agentes de la edificación todas las personas, físicas o jurídicas, que
intervienen en el proceso de la edificación. Sus obligaciones vendrán determinadas
por lo dispuesto en esta Ley y demás disposiciones que sean de aplicación y por el
contrato que origina su intervención.
Artículo 9. EL PROMOTOR
1. Será considerado promotor cualquier persona, física o jurídica, pública o
privada, que, individual o colectivamente, decide, impulsa, programa y financia,
con recursos propios o ajenos, las obras de edificación para sí o para su posterior
enajenación, entrega o cesión a terceros bajo cualquier título.
2. Son obligaciones del promotor:
37. 36
a) Ostentar sobre el solar la titularidad de un derecho que le faculte para
construir en él.
b) Facilitar la documentación e información previa necesaria para la redacción
del proyecto, así como autorizar al director de obra las posteriores modificaciones
del mismo.
c) Gestionar y obtener las preceptivas licencias y autorizaciones administrativas,
así como suscribir el acta de recepción de la obra.
d) Suscribir los seguros previstos en el art. 19.
e) Entregar al adquirente, en su caso, la documentación de obra ejecutada, o
cualquier otro documento exigible por las Administraciones competentes.
Artículo 10. EL PROYECTISTA
1. El proyectista es el agente que, por encargo del promotor y con sujeción a la
normativa técnica y urbanística correspondiente, redacta el proyecto.
Podrán redactar proyectos parciales del proyecto, o partes que lo
complementen, otros técnicos, de forma coordinada con el autor de éste.
Cuando el proyecto se desarrolle o complete mediante proyectos parciales u
otros documentos técnicos según lo previsto en el apartado 2 del art. 4 de esta Ley,
cada proyectista asumirá la titularidad de su proyecto.
2. Son obligaciones del proyectista:
a) Estar en posesión de la titulación académica y profesional habilitante de
arquitecto, arquitecto técnico, ingeniero o ingeniero técnico, según corresponda, y
cumplir las condiciones exigibles para el ejercicio de la profesión. En caso de
personas jurídicas, designar al técnico redactor del proyecto que tenga la titulación
profesional habilitante.
Cuando el proyecto a realizar tenga por objeto la construcción de edificios para
los usos indicados en el grupo a) del apartado 1 del art. 2, la titulación académica y
profesional habilitante será la de arquitecto.
Cuando el proyecto a realizar tenga por objeto la construcción de edificios para
los usos indicados en el grupo b) del apartado 1 del art. 2, la titulación académica y
profesional habilitante, con carácter general, será la de ingeniero, ingeniero técnico
o arquitecto y vendrá determinada por las disposiciones legales vigentes para cada
profesión, de acuerdo con sus respectivas especialidades y competencias
específicas.
Cuando el proyecto a realizar tenga por objeto la construcción de edificios
comprendidos en el grupo c) del apartado 1 del art. 2, la titulación académica y
profesional habilitante será la de arquitecto, arquitecto técnico, ingeniero o
38. LEY 38/1999, DE 5 DE NOVIEMBRE,
DE ORDENACIÓN DE LA EDIFICACIÓN
37
ingeniero técnico y vendrá determinada por las disposiciones legales vigentes para
cada profesión, de acuerdo con sus especialidades y competencias específicas.
Idénticos criterios se seguirán respecto de los proyectos de obras a las que se
refieren los apartados 2.b) y 2.c) del art. 2 de esta Ley.
En todo caso y para todos los grupos, en los aspectos concretos
correspondientes a sus especialidades y competencias específicas, y en particular
respecto de los elementos complementarios a que se refiere el apartado 3 del art.
2, podrán asimismo intervenir otros técnicos titulados del ámbito de la arquitectura
o de la ingeniería, suscribiendo los trabajos por ellos realizados y coordinados por
el proyectista. Dichas intervenciones especializadas serán preceptivas si así lo
establece la disposición legal reguladora del sector de actividad de que se trate.
b) Redactar el proyecto con sujeción a la normativa vigente y a lo que se haya
establecido en el contrato y entregarlo, con los visados que en su caso fueran
preceptivos.
c) Acordar, en su caso, con el promotor la contratación de colaboraciones
parciales.
Artículo 11. EL CONSTRUCTOR
1. El constructor es el agente que asume, contractualmente ante el promotor, el
compromiso de ejecutar con medios humanos y materiales, propios o ajenos, las
obras o parte de las mismas con sujeción al proyecto y al contrato.
2. Son obligaciones del constructor:
a) Ejecutar la obra con sujeción al proyecto, a la legislación aplicable y a las
instrucciones del director de obra y del director de la ejecución de la obra, a fin de
alcanzar la calidad exigida en el proyecto.
b) Tener la titulación o capacitación profesional que habilita para el
cumplimiento de las condiciones exigibles para actuar como constructor.
c) Designar al jefe de obra que asumirá la representación técnica del constructor
en la obra y que por su titulación o experiencia deberá tener la capacitación
adecuada de acuerdo con las características y la complejidad de la obra.
d) Asignar a la obra los medios humanos y materiales que su importancia
requiera.
e) Formalizar las subcontrataciones de determinadas partes o instalaciones de la
obra dentro de los límites establecidos en el contrato.
f) Firmar el acta de replanteo o de comienzo y el acta de recepción de la obra.
39. 38
g) Facilitar al director de obra los datos necesarios para la elaboración de la
documentación de la obra ejecutada.
h) Suscribir las garantías previstas en el art. 19.
Artículo 12. EL DIRECTOR DE OBRA
1. El director de obra es el agente que, formando parte de la dirección
facultativa, dirige el desarrollo de la obra en los aspectos técnicos, estéticos,
urbanísticos y medioambientales, de conformidad con el proyecto que la define, la
licencia de edificación y demás autorizaciones preceptivas y las condiciones del
contrato, con el objeto de asegurar su adecuación al fin propuesto.
2. Podrán dirigir las obras de los proyectos parciales otros técnicos, bajo la
coordinación del director de obra.
3. Son obligaciones del director de obra:
a) Estar en posesión de la titulación académica y profesional habilitante de
arquitecto, arquitecto técnico, ingeniero o ingeniero técnico, según corresponda y
cumplir las condiciones exigibles para el ejercicio de la profesión. En caso de
personas jurídicas, designar al técnico director de obra que tenga la titulación
profesional habilitante.
En el caso de la construcción de edificios para los usos indicados en el grupo a)
del apartado 1 del art. 2, la titulación académica y profesional habilitante será la de
arquitecto.
Cuando las obras a realizar tengan por objeto la construcción de las
edificaciones indicadas en el grupo b) del apartado 1 del art. 2, la titulación
habilitante, con carácter general, será la de ingeniero, ingeniero técnico o
arquitecto y vendrá determinada por las disposiciones legales vigentes para cada
profesión, de acuerdo con sus especialidades y competencias específicas.
Cuando las obras a realizar tengan por objeto la construcción de las
edificaciones indicadas en el grupo c) del apartado 1 del art. 2, la titulación
habilitante será la de arquitecto, arquitecto técnico, ingeniero o ingeniero técnico y
vendrá determinada por las disposiciones legales vigentes para cada profesión, de
acuerdo con sus especialidades y competencias específicas.
Idénticos criterios se seguirán respecto de las obras a las que se refieren los
apartados 2.b) y 2.c) del art. 2 de esta Ley.
b) Verificar el replanteo y la adecuación de la cimentación y de la estructura
proyectadas a las características geotécnicas del terreno.
40. LEY 38/1999, DE 5 DE NOVIEMBRE,
DE ORDENACIÓN DE LA EDIFICACIÓN
39
c) Resolver las contingencias que se produzcan en la obra y consignar en el Libro
de Ordenes y Asistencias las instrucciones precisas para la correcta interpretación
del proyecto.
d) Elaborar, a requerimiento del promotor o con su conformidad, eventuales
modificaciones del proyecto, que vengan exigidas por la marcha de la obra siempre
que las mismas se adapten a las disposiciones normativas contempladas y
observadas en la redacción del proyecto.
e) Suscribir el acta de replanteo o de comienzo de obra y el certificado final de
obra, así como conformar las certificaciones parciales y la liquidación final de las
unidades de obra ejecutadas, con los visados que en su caso fueran preceptivos.
f) Elaborar y suscribir la documentación de la obra ejecutada para entregarla al
promotor, con los visados que en su caso fueran preceptivos.
g) Las relacionadas en el art. 13, en aquellos casos en los que el director de la
obra y el director de la ejecución de la obra sea el mismo profesional, si fuera ésta
la opción elegida, de conformidad con lo previsto en el apartado 2.a) del art. 13.
Artículo 13. EL DIRECTOR DE LA EJECUCIÓN DE LA OBRA
1. El director de la ejecución de la obra es el agente que, formando parte de la
dirección facultativa, asume la función técnica de dirigir la ejecución material de la
obra y de controlar cualitativa y cuantitativamente la construcción y la calidad de lo
edificado.
2. Son obligaciones del director de la ejecución de la obra:
a) Estar en posesión de la titulación académica y profesional habilitante y
cumplir las condiciones exigibles para el ejercicio de la profesión. En caso de
personas jurídicas, designar al técnico director de la ejecución de la obra que tenga
la titulación profesional habilitante.
Cuando las obras a realizar tengan por objeto la construcción de edificios para
los usos indicados en el grupo a) del apartado 1 del art. 2, la titulación académica y
profesional habilitante será la de arquitecto técnico. Será ésta, asimismo, la
titulación habilitante para las obras del grupo b) que fueran dirigidas por
arquitectos.
En los demás casos la dirección de la ejecución de la obra puede ser
desempeñada, indistintamente, por profesionales con la titulación de arquitecto,
arquitecto técnico, ingeniero o ingeniero técnico.
b) Verificar la recepción en obra de los productos de construcción, ordenando la
realización de ensayos y pruebas precisas.
41. 40
c) Dirigir la ejecución material de la obra comprobando los replanteos, los
materiales, la correcta ejecución y disposición de los elementos constructivos y de
las instalaciones, de acuerdo con el proyecto y con las instrucciones del director de
obra.
d) Consignar en el Libro de Ordenes y Asistencias las instrucciones precisas.
e) Suscribir el acta de replanteo o de comienzo de obra y el certificado final de
obra, así como elaborar y suscribir las certificaciones parciales y la liquidación final
de las unidades de obra ejecutadas.
f) Colaborar con los restantes agentes en la elaboración de la documentación de
la obra ejecutada, aportando los resultados del control realizado.
Artículo 14. LAS ENTIDADES Y LOS LABORATORIOS DE CONTROL DE CALIDAD DE
LA EDIFICACIÓN
1. Son entidades de control de calidad de la edificación aquéllas capacitadas
para prestar asistencia técnica en la verificación de la calidad del proyecto, de los
materiales y de la ejecución de la obra y sus instalaciones de acuerdo con el
proyecto y la normativa aplicable. Para el ejercicio de su actividad en todo el
territorio español será suficiente con la presentación de una declaración
responsable en la que se declare que cumple con los requisitos técnicos exigidos
reglamentariamente ante el organismo competente de la Comunidad Autónoma en
la que tenga su domicilio social o profesional.
2. Son laboratorios de ensayos para el control de calidad de la edificación los
capacitados para prestar asistencia técnica, mediante la realización de ensayos o
pruebas de servicio de los materiales, sistemas o instalaciones de una obra de
edificación. Para el ejercicio de su actividad en todo el territorio español será
suficiente con la presentación de una declaración responsable por cada uno de sus
establecimientos físicos desde los que presta sus servicios en la que se declare que
estos cumplen con los requisitos técnicos exigidos reglamentariamente, ante los
organismos competentes de la Comunidad Autónoma correspondiente.
3. Son obligaciones de las entidades y de los laboratorios de control de calidad:
a) Prestar asistencia técnica y entregar los resultados de su actividad al agente
autor del encargo y, en todo caso, al responsable técnico de la recepción y
aceptación de los resultados de la asistencia, ya sea el director de la ejecución de
las obras, o el agente que responda en las fases de proyecto, la ejecución de las
obras y la vida útil del edificio.
b) Justificar que tienen implantado un sistema de gestión de la calidad que
define los procedimientos y métodos de ensayo o inspección que utiliza en su
actividad y que cuentan con capacidad, personal, medios y equipos adecuados.
Artículo 15. LOS SUMINISTRADORES DE PRODUCTOS
42. LEY 38/1999, DE 5 DE NOVIEMBRE,
DE ORDENACIÓN DE LA EDIFICACIÓN
41
1. Se consideran suministradores de productos los fabricantes, almacenistas,
importadores o vendedores de productos de construcción.
2. Se entiende por producto de construcción aquel que se fabrica para su
incorporación permanente en una obra incluyendo materiales, elementos
semielaborados, componentes y obras o parte de las mismas, tanto terminadas
como en proceso de ejecución.
3. Son obligaciones del suministrador:
a) Realizar las entregas de los productos de acuerdo con las especificaciones del
pedido, respondiendo de su origen, identidad y calidad, así como del cumplimiento
de las exigencias que, en su caso, establezca la normativa técnica aplicable.
b) Facilitar, cuando proceda, las instrucciones de uso y mantenimiento de los
productos suministrados, así como las garantías de calidad correspondientes, para
su inclusión en la documentación de la obra ejecutada.
Artículo 16. LOS PROPIETARIOS Y LOS USUARIOS
1. Son obligaciones de los propietarios conservar en buen estado la edificación
mediante un adecuado uso y mantenimiento, así como recibir, conservar y
transmitir la documentación de la obra ejecutada y los seguros y garantías con que
ésta cuente.
2. Son obligaciones de los usuarios, sean o no propietarios, la utilización
adecuada de los edificios o de parte de los mismos de conformidad con las
instrucciones de uso y mantenimiento, contenidas en la documentación de la obra
ejecutada.
CAPITULO IV
RESPONSABILIDADES Y GARANTIAS
Artículo 17. RESPONSABILIDAD CIVIL DE LOS AGENTES QUE INTERVIENEN EN EL
PROCESO DE LA EDIFICACIÓN
1. Sin perjuicio de sus responsabilidades contractuales, las personas físicas o
jurídicas que intervienen en el proceso de la edificación responderán frente a los
propietarios y los terceros adquirentes de los edificios o parte de los mismos, en el
caso de que sean objeto de división, de los siguientes daños materiales
ocasionados en el edificio dentro de los plazos indicados, contados desde la fecha
de recepción de la obra, sin reservas o desde la subsanación de éstas:
a) Durante diez años, de los daños materiales causados en el edificio por vicios o
defectos que afecten a la cimentación, los soportes, las vigas, los forjados, los
43. 42
muros de carga u otros elementos estructurales, y que comprometan directamente
la resistencia mecánica y la estabilidad del edificio.
b) Durante tres años, de los daños materiales causados en el edificio por vicios o
defectos de los elementos constructivos o de las instalaciones que ocasionen el
incumplimiento de los requisitos de habitabilidad del apartado 1, letra c), del art. 3.
El constructor también responderá de los daños materiales por vicios o defectos
de ejecución que afecten a elementos de terminación o acabado de las obras
dentro del plazo de un año.
2. La responsabilidad civil será exigible en forma personal e individualizada,
tanto por actos u omisiones propios, como por actos u omisiones de personas por
las que, con arreglo a esta Ley, se deba responder.
3. No obstante, cuando no pudiera individualizarse la causa de los daños
materiales o quedase debidamente probada la concurrencia de culpas sin que
pudiera precisarse el grado de intervención de cada agente en el daño producido,
la responsabilidad se exigirá solidariamente. En todo caso, el promotor responderá
solidariamente con los demás agentes intervinientes ante los posibles adquirentes
de los daños materiales en el edificio ocasionados por vicios o defectos de
construcción.
4. Sin perjuicio de las medidas de intervención administrativas que en cada caso
procedan, la responsabilidad del promotor que se establece en esta Ley se
extenderá a las personas físicas o jurídicas que, a tenor del contrato o de su
intervención decisoria en la promoción, actúen como tales promotores bajo la
forma de promotor o gestor de cooperativas o de comunidades de propietarios u
otras figuras análogas.
5. Cuando el proyecto haya sido contratado conjuntamente con más de un
proyectista, los mismos responderán solidariamente.
Los proyectistas que contraten los cálculos, estudios, dictámenes o informes de
otros profesionales, serán directamente responsables de los daños que puedan
derivarse de su insuficiencia, incorrección o inexactitud, sin perjuicio de la
repetición que pudieran ejercer contra sus autores.
6. El constructor responderá directamente de los daños materiales causados en
el edificio por vicios o defectos derivados de la impericia, falta de capacidad
profesional o técnica, negligencia o incumplimiento de las obligaciones atribuidas al
jefe de obra y demás personas físicas o jurídicas que de él dependan.
Cuando el constructor subcontrate con otras personas físicas o jurídicas la
ejecución de determinadas partes o instalaciones de la obra, será directamente
responsable de los daños materiales por vicios o defectos de su ejecución, sin
perjuicio de la repetición a que hubiere lugar.
44. LEY 38/1999, DE 5 DE NOVIEMBRE,
DE ORDENACIÓN DE LA EDIFICACIÓN
43
Asimismo, el constructor responderá directamente de los daños materiales
causados en el edificio por las deficiencias de los productos de construcción
adquiridos o aceptados por él, sin perjuicio de la repetición a que hubiere lugar.
7. El director de obra y el director de la ejecución de la obra que suscriban el
certificado final de obra serán responsables de la veracidad y exactitud de dicho
documento.
Quien acepte la dirección de una obra cuyo proyecto no haya elaborado él
mismo, asumirá las responsabilidades derivadas de las omisiones, deficiencias o
imperfecciones del proyecto, sin perjuicio de la repetición que pudiere
corresponderle frente al proyectista.
Cuando la dirección de obra se contrate de manera conjunta a más de un
técnico, los mismos responderán solidariamente sin perjuicio de la distribución que
entre ellos corresponda.
8. Las responsabilidades por daños no serán exigibles a los agentes que
intervengan en el proceso de la edificación, si se prueba que aquéllos fueron
ocasionados por caso fortuito, fuerza mayor, acto de tercero o por el propio
perjudicado por el daño.
9. Las responsabilidades a que se refiere este artículo se entienden sin perjuicio
de las que alcanzan al vendedor de los edificios o partes edificadas frente al
comprador conforme al contrato de compraventa suscrito entre ellos, a los arts.
1.484 y siguientes del Código Civil y demás legislación aplicable a la compraventa.
Artículo 18. PLAZOS DE PRESCRIPCIÓN DE LAS ACCIONES
1. Las acciones para exigir la responsabilidad prevista en el artículo anterior por
daños materiales dimanantes de los vicios o defectos, prescribirán en el plazo de
dos años a contar desde que se produzcan dichos daños, sin perjuicio de las
acciones que puedan subsistir para exigir responsabilidades por incumplimiento
contractual.
2. La acción de repetición que pudiese corresponder a cualquiera de los agentes
que intervienen en el proceso de edificación contra los demás, o a los aseguradores
contra ellos, prescribirá en el plazo de dos años desde la firmeza de la resolución
judicial que condene al responsable a indemnizar los daños, o a partir de la fecha
en la que se hubiera procedido a la indemnización de forma extrajudicial.
Artículo 19. GARANTÍAS POR DAÑOS MATERIALES OCASIONADOS POR VICIOS Y
DEFECTOS DE LA CONSTRUCCIÓN
1. El régimen de garantías exigibles para las obras de edificación comprendidas
en el art. 2 de esta Ley se hará efectivo de acuerdo con la obligatoriedad que se
45. 44
establezca en aplicación de la disposición adicional segunda, teniendo como
referente a las siguientes garantías:
a) Seguro de daños materiales o seguro de caución, para garantizar, durante un
año, el resarcimiento de los daños materiales por vicios o defectos de ejecución
que afecten a elementos de terminación o acabado de las obras, que podrá ser
sustituido por la retención por el promotor de un 5 por 100 del importe de la
ejecución material de la obra.
b) Seguro de daños materiales o seguro de caución, para garantizar, durante tres
años, el resarcimiento de los daños causados por vicios o defectos de los elementos
constructivos o de las instalaciones que ocasionen el incumplimiento de los
requisitos de habitabilidad del apartado 1, letra c), del art. 3.
c) Seguro de daños materiales o seguro de caución, para garantizar, durante diez
años, el resarcimiento de los daños materiales causados en el edificio por vicios o
defectos que tengan su origen o afecten a la cimentación, los soportes, las vigas,
los forjados, los muros de carga u otros elementos estructurales, y que
comprometan directamente la resistencia mecánica y estabilidad del edificio.
2. Los seguros de daños materiales reunirán las condiciones siguientes:
a) Tendrá la consideración de tomador del seguro el constructor en el supuesto
a) del apartado 1 y el promotor, en los supuestos b) y c) del mismo apartado, y de
asegurados el propio promotor y los sucesivos adquirentes del edificio o de parte
del mismo. El promotor podrá pactar expresamente con el constructor que éste sea
tomador del seguro por cuenta de aquél.
b) La prima deberá estar pagada en el momento de la recepción de la obra. No
obstante, en caso de que se hubiera pactado el fraccionamiento en períodos
siguientes a la fecha de recepción, la falta de pago de las siguientes fracciones de
prima no dará derecho al asegurador a resolver el contrato, ni éste quedará
extinguido, ni la cobertura del asegurador suspendida, ni éste liberado de su
obligación, caso de que el asegurado deba hacer efectiva la garantía.
c) No será de aplicación la normativa reguladora de la cobertura de riesgos
extraordinarios sobre las personas y los bienes contenida en el art. 4 de la Ley
21/1990, de 19 de diciembre.
3. Los seguros de caución reunirán las siguientes condiciones:
a) Las señaladas en los apartados 2.a) y 2.b) de este artículo. En relación con el
apartado 2.a), los asegurados serán siempre los sucesivos adquirentes del edificio o
de parte del mismo.
b) El asegurador asume el compromiso de indemnizar al asegurado al primer
requerimiento.
46. LEY 38/1999, DE 5 DE NOVIEMBRE,
DE ORDENACIÓN DE LA EDIFICACIÓN
45
c) El asegurador no podrá oponer al asegurado las excepciones que puedan
corresponderle contra el tomador del seguro.
4. Una vez tomen efecto las coberturas del seguro, no podrá rescindirse ni
resolverse el contrato de mutuo acuerdo antes del transcurso del plazo de duración
previsto en el apartado 1 de este artículo.
5. El importe mínimo del capital asegurado será el siguiente:
a) El 5 por 100 del coste final de la ejecución material de la obra, incluidos los
honorarios profesionales, para las garantías del apartado 1.a) de este artículo.
b) El 30 por 100 del coste final de la ejecución material de la obra, incluidos los
honorarios profesionales, para las garantías del apartado 1.b) de este artículo.
c) El 100 por 100 del coste final de la ejecución material de la obra, incluidos los
honorarios profesionales, para las garantías del apartado 1.c) de este artículo.
6. El asegurador podrá optar por el pago de la indemnización en metálico que
corresponda a la valoración de los daños o por la reparación de los mismos.
7. El incumplimiento de las anteriores normas sobre garantías de suscripción
obligatoria implicará, en todo caso, la obligación de responder personalmente al
obligado a suscribir las garantías.
8. Para las garantías a que se refiere el apartado 1.a) de este artículo no serán
admisibles cláusulas por las cuales se introduzcan franquicias o limitación alguna en
la responsabilidad del asegurador frente al asegurado.
En el caso de que en el contrato de seguro a que se refieren los apartado 1.b) y
1.c) de este artículo se establezca una franquicia, ésta no podrá exceder del 1 por
100 del capital asegurado de cada unidad registral.
9. Salvo pacto en contrario, las garantías a que se refiere esta Ley no cubrirán:
a) Los daños corporales u otros perjuicios económicos distintos de los daños
materiales que garantiza la Ley.
b) Los daños ocasionados a inmuebles contiguos o adyacentes al edificio.
c) Los daños causados a bienes muebles situados en el edificio.
d) Los daños ocasionados por modificaciones u obras realizadas en el edificio
después de la recepción, salvo las de subsanación de los defectos observados en la
misma.
e) Los daños ocasionados por mal uso o falta de mantenimiento adecuado del
edificio.
47. 46
f) Los gastos necesarios para el mantenimiento del edificio del que ya se ha
hecho la recepción.
g) Los daños que tengan su origen en un incendio o explosión, salvo por vicios o
defectos de las instalaciones propias del edificio.
h) Los daños que fueran ocasionados por caso fortuito, fuerza mayor, acto de
tercero o por el propio perjudicado por el daño.
i) Los siniestros que tengan su origen en partes de la obra sobre las que haya
reservas recogidas en el acta de recepción, mientras que tales reservas no hayan
sido subsanadas y las subsanaciones queden reflejadas en una nueva acta suscrita
por los firmantes del acta de recepción.
Artículo 20. REQUISITOS PARA LA ESCRITURACIÓN E INSCRIPCIÓN
1. No se autorizarán ni se inscribirán en el Registro de la Propiedad escrituras
públicas de declaración de obra nueva de edificaciones a las que sea de aplicación
esta Ley, sin que se acredite y testimonie la constitución de las garantías a que se
refiere el art. 19.
2. Cuando no hayan transcurrido los plazos de prescripción de las acciones a que
se refiere el art. 18, no se cerrará en el Registro Mercantil la hoja abierta al
promotor individual ni se inscribirá la liquidación de las sociedades promotoras sin
que se acredite previamente al Registrador la constitución de las garantías
establecidas por esta Ley, en relación con todas y cada una de las edificaciones que
hubieran promovido.
DISPOSICIONES ADICIONALES
Disposición Adicional Primera. PERCEPCIÓN DE CANTIDADES A CUENTA DEL
PRECIO DURANTE LA CONSTRUCCIÓN
La percepción de cantidades anticipadas en la edificación por los promotores o
gestores se cubrirá mediante un seguro que indemnice el incumplimiento del
contrato en forma análoga a lo dispuesto en la Ley 57/1968, de 27 de julio, sobre
percepción de cantidades anticipadas en la construcción y venta de viviendas.
Dicha Ley, y sus disposiciones complementarias, se aplicarán en el caso de
viviendas con las siguientes modificaciones:
a) La expresada normativa será de aplicación a la promoción de toda clase de
viviendas, incluso a las que se realicen en régimen de comunidad de propietarios o
sociedad cooperativa.