Este documento discute los pros y contras de las vacunas. Sostiene que la eficacia de las vacunas no ha sido probada científicamente y que su administración masiva a niños pequeños puede debilitar su sistema inmunológico y causar problemas de salud. Señala que la salud infantil ha empeorado desde que se introdujeron muchas vacunas de forma rutinaria en las últimas décadas. También plantea dudas sobre si las vacunas proporcionan una protección de por vida como la inmunidad natural tras pasar una enfer
Es cierto que los programas de vacunación se han enfocado principalmente hacia lactantes y niños, pero no debemos olvidar que la vacunación continúa en la adolescencia (y vida adulta). Hablar de vacunas habitualmente conlleva debate (cuando no polémica), pero en un ambiente de respeto y escucha mutua no podemos olvidar la diferencia entre los principios científicos (de eficacia, seguridad, inmunogenicidad, efectividad, eficiencia) y éticos (es clave la ausencia de conflictos de interés) que deben regir el soporte de los que apoyamos la vacunación, frente a los movimientos antivacunas y teorías conspiranoicas.
Al debate propio de la vacunación (aunque debe quedar claro que la gran mayoría de los profesionales sanitarios y población general la entienden y apoyan como una de las medidas fundamentales que han disminuido la morbi-mortalidad en el mundo), cabe sumar en esta edad las barreras propias en la adolescencia.
Importancia de la vacuna como método de prevención para un envejecimiento sal...Alberto Cuadrado
CEOMA en colaboración con el Grupo Estudio de la Gripe, quiere recordar a las personas mayores la importancia de la vacuna de la gripe a la hora de prevenir complicaciones que puedan derivarse en un empeoramiento su estado de salud y el de las personas que conviven con ellos; todo coincidiendo con la celebración del 1 de octubre, día internacional de las personas mayores.
Es cierto que los programas de vacunación se han enfocado principalmente hacia lactantes y niños, pero no debemos olvidar que la vacunación continúa en la adolescencia (y vida adulta). Hablar de vacunas habitualmente conlleva debate (cuando no polémica), pero en un ambiente de respeto y escucha mutua no podemos olvidar la diferencia entre los principios científicos (de eficacia, seguridad, inmunogenicidad, efectividad, eficiencia) y éticos (es clave la ausencia de conflictos de interés) que deben regir el soporte de los que apoyamos la vacunación, frente a los movimientos antivacunas y teorías conspiranoicas.
Al debate propio de la vacunación (aunque debe quedar claro que la gran mayoría de los profesionales sanitarios y población general la entienden y apoyan como una de las medidas fundamentales que han disminuido la morbi-mortalidad en el mundo), cabe sumar en esta edad las barreras propias en la adolescencia.
Importancia de la vacuna como método de prevención para un envejecimiento sal...Alberto Cuadrado
CEOMA en colaboración con el Grupo Estudio de la Gripe, quiere recordar a las personas mayores la importancia de la vacuna de la gripe a la hora de prevenir complicaciones que puedan derivarse en un empeoramiento su estado de salud y el de las personas que conviven con ellos; todo coincidiendo con la celebración del 1 de octubre, día internacional de las personas mayores.
Recomendaciones sobre la vacunación ante la temporada de gripeAlberto Cuadrado
Ante la temporada estacional de gripe, el Comité Asesor de Vacunas de la Asociación Española de Pediatría
(CAV-AEP) considera que la vacunación antigripal es una estrategia beneficiosa especialmente cuando va dirigida a los grupos de la población considerados de riesgo.
Recomendaciones sobre la vacunación ante la temporada de gripeAlberto Cuadrado
Ante la temporada estacional de gripe, el Comité Asesor de Vacunas de la Asociación Española de Pediatría
(CAV-AEP) considera que la vacunación antigripal es una estrategia beneficiosa especialmente cuando va dirigida a los grupos de la población considerados de riesgo.
Preguntas y respuestas relacionadas con las vacunas frente a la COVID-19Javier González de Dios
Toda vacuna genera dudas en su implantación en algún porcentaje de la población. Algunas más y otras menos, pero a lo largo de la historia todas han generado argumentos contrarios a su implementación, cuando no una marcada reacción de los movimientos antivacunas. Siempre ha sido (y será) así. Y siempre los agoreros han errado en sus predicciones. Porque el rigor científico siempre tiene respuesta frente a las elucubraciones o teorías conspiranoicas: y los datos y el tiempo son los mejores aliados para apoyar las vacunas y la vacunación como una medida de primer rango en la medicina preventiva.
Con estas premisas era lógico que frente al desarrollo e implementación de las vacunas frente a la COVID-19 se generara un movimiento similar. Y si cabe, más marcado, como corresponde a una enfermedad que desde el principio ha estado asociada a la "infodemia" (intoxicación científica en tiempos de pandemia y más en estos tiempos de redes sociales e hiperconexión e hipercomunicación) y a la "COVIDofobia". Por ello, en estos momentos tan importantes y difíciles para combatir la infección y enfermedad por SARS-CoV-2, es clave disponer de documentos avalados por sociedades científicas que nos expliquen las dudas con rigor y con un lenguaje entendible, escritos con la transparencia y honestidad de la ciencia en mayúsculas.
Y este es el valor de este documento titulado "Preguntas y respuestas relacionadas con las vacunas frente a la COVID-19" en el que se nos ofrecen las respuestas consensuadas por las sociedades científicas firmantes del manifiesto “La ciencia nos ha dado las vacunas, entre todos haremos que sean eficaces”: la Asociación Española de Pediatría, a través de su Comité Asesor de Vacunas (CAV-AEP), La Asociación Española de Vacunología (AEV), La Sociedad Española de las Inmunología (SEI), la Sociedad Española de Microbiología (SEM) y la Sociedad Española de Virología (SEV).
Un documento que os aconsejo leer, pues en el se responde con especial claridad a las siguientes 12 preguntas:
1.- ¿En qué consisten las vacunas contra el SARS-CoV-2?
2.- ¿Son seguras las vacunas contra el SARS-CoV-2?
3.- ¿Qué significan los valores de eficacia de las vacunas?
4.- ¿Las vacunas previenen de la infección o de la enfermedad?
5.- ¿Cuánto tiempo dura la inmunidad de estas vacunas?
6.- ¿Puede hacerse el virus “resistente” a las vacunas?
7.- ¿Es posible obtener vacunas frente a cualquier enfermedad infecciosa?
8.- ¿Cómo ha sido posible construir las vacunas tan rápidamente?
9.- ¿Es normal tener dudas sobre la vacunación contra la COVID-19?
10.- ¿Por qué es necesario un mínimo de personas vacunadas para lograr la inmunidad colectiva o de grupo?
11.- ¿Habrá más vacunas o cambiará el régimen de vacunación contra la COVID-19?
12.- ¿Las vacunas contra la COVID-19 servirán para controlarnos o para modificarnos genéticamente?
CARTA ABIERTA A TODO ARGENTINO QUE TENGA DE ALGUNA MANERA RESPONSABILIDAD SOBRE LOS NIÑOS Y ADOLESCENTES
10 de octubre de 2021
Dra. Liliana Szabó- DNI 11912668- Médica pediatra- MN 57156-
Miembro Titular de la Sociedad Argentina de Pediatría (en adelante SAP) Socia nº 2592-
VACUNACIÓN: Producción de inmunidad activa mediante la administ...Grecia Mora Gavilanez
Autor
Mora G. Grecia
Estudiante de 4to nivel de la escuela de Medicina de la Universidad Técnica de Manabí
Tutor
Dr. Cañarte A. Jorge
Docente de la escuela de Medicina, área de salud de la Universidad Técnica de Manabí
Módulo III, Tema 9: Parásitos Oportunistas y Parasitosis EmergentesDiana I. Graterol R.
Universidad de Carabobo - Facultad de Ciencias de la Salud sede Carabobo - Bioanálisis. Parasitología. Módulo III, Tema 9: Parásitos Oportunistas y Parasitosis Emergentes.
Presentació de Álvaro Baena i Cristina Real, infermers d'urgències de Badalona Serveis Assistencials, a la Jornada de celebració del Dia Internacional de les Infermeres, celebrada a Badalona el 14 de maig de 2024.
Caso Complejo AP Intervención Multidimensional atención primaria
¿Nos protegen las vacunas?
1. ¿NOS PROTEGEN LAS VACUNAS?
¿PROTEGEN A NUESTROS HIJOS?
Arrasate Septiembre 2013 Dra. Dorleta Martínez
2. 2
INDICE DE CONTENIDOS
- INTRODUCCIÓN................................................................... 5
- ¿SON EFICACES LAS VACUNAS?..................................... 7
- SALUD INFANTIL Y VACUNAS........................................ 9
- VACUNAS Y CONTROL DE ENFERMEDADES
INFECCIOSAS……………………………………………... 12
- EVOLUCIÓN DE LAS VACUNACIONES........................... 14
- EFECTOS SECUNDARIOS DE LAS VACUNAS................. 15
- COMPUESTOS TÓXICOS PRESENTES EN LAS
VACUNAS………………………………………………….. 21
- VACUNAS Y NUEVAS ENFERMEDADES......................... 28
-AUTISMO Y VACUNAS.................................................. 28
-VACUNAS Y MUERTE SÚBITA DEL LACTANTE...... 36
-ENFERMEDADES AUTOINMUNES Y VACUNAS...... 37
- CONTRAINDICACIONES DE LAS VACUNAS.................. 39
- PRECAUCIONES CON LAS VACUNAS............................. 41
4. 4
20. FIEBRE AMARILLA………………………………….. 90
21. ENCEFALITIS JAPONESA………………………….... 92
22. MALARIA O PALUDISMO………………………….. 94
23. RABIA...……………………………………………….. 96
24. VACUNAS COMBINADAS........................................... 98
25. VACUNAS CONJUGADAS…………………………... 103
APÉNDICES
- APÉNDICE I
CALENDARIO DE VACUNACIONES DE LA
ASOCIACIÓN ESPAÑOLA DE PEDIATRÍA 2013……. 105
- APÉNDICE II
CALENDARIO VACUNAL INFANTIL
DE EUSKADI 2013…………............................................ 106
-BIBLIOGRAFIA…………………………………………. 107
5. 5
INTRODUCCIÓN
- La opinión generalizada entre los profesionales sanitarios, maestros,
padres, cargos públicos, etc, es que las vacunas son beneficiosas para
proteger nuestra salud, que deben ser obligatorias y que además están
exentas de efectos secundarios. Esta es una creencia muy común en
nuestro país, pero que nada tiene que ver con la realidad. Cada vez está
más claro que la mayor parte de las vacunas no solo son innecesarias, sino
incluso perjudiciales. En los países desarrollados el daño producido por las
vacunas empieza a superar ampliamente al daño causado por las
enfermedades contra las que se inmuniza.
- Las políticas de vacunación sistemática se imponen cada vez más en el
mundo occidental con el fin de “proteger” a nuestros hijos de una lista
cada vez más larga de enfermedades. Pero la vacunación dista de ser un
acto banal y, a veces, puede tener consecuencias dramáticas. Se admite
que las complicaciones benignas ocurren justo después de la vacunación:
fiebre, malestar, inflamación local, etc. Pero la clase médica no reconoce
las complicaciones graves o tardías.
-Por esta razón, legítimamente podemos hacernos las siguientes
preguntas: ¿Necesitamos tantas vacunas y realmente no suponen ningún
peligro? ¿Nos protegen de verdad las vacunas frente a las enfermedades
infecciosas? ¿Se conocen sus efectos a largo plazo? ¿No tienen su utilidad
enfermedades infantiles como el sarampión y las paperas? ¿No existen
otros medios de prevención más respetuosos para el equilibrio de nuestra
salud?.
- Sin duda, es necesario un debate objetivo y sereno sobre las ventajas e
inconvenientes de las vacunas. En este debate deberían valorarse los
siguientes aspectos: la gravedad y frecuencia de la enfermedad contra la
que se dirige la vacuna, la eficacia de la misma y sus posibles efectos
secundarios. Además la vacunación debería realizarse siempre de forma
individualizada, valorando el estado de salud de la persona a vacunar, su
historia clínica y las posibles reacciones previas a otras vacunaciones.
6. 6
-Cuando hay brotes epidémicos de tos ferina o sarampión se culpa a los
“antivacunas” en lugar de enfrentarse a los problemas de efectividad de
las vacunas. Ninguna vacuna tiene un 100% de eficacia en el 100% de los
casos.
-Es importante abandonar antiguas concepciones de prevención, quizá
útiles en algún momento, pero claramente perjudiciales en la actualidad.
En los primeros 15 meses de vida se inyectan en los inmaduros sistemas
inmunitarios de los bebés vacunas que incluyen uno 10 antígenos
diferentes, además de gran cantidad de sustancias tóxicas. No es de
extrañar que la salud de los niños se vea afectada por ello.
-Innumerables estudios científicos de especialistas en alergias,
inmunología y neurología han demostrado que las vacunas debilitan el
sistema inmune y pueden causar efectos secundarios impredecibles.
Inyectar un cóctel de virus, bacterias, productos químicos tóxicos y
metales pesados para estimular la inmunidad de forma artificial es parte
de una visión completamente obsoleta de los conceptos de salud y
enfermedad y puede tener efectos biológicos graves en el ser humano.
-Además de alterar el sistema inmune, las vacunas debilitan nuestro
patrimonio genético, lo cual puede suponer que las generaciones
venideras sufran enfermedades más graves que las que se pretende
evitar. El espectacular aumento de las alergias, las enfermedades
autoinmunes y los problemas neurológicos tiene mucho que ver con la
contaminación alimentaria, del aire, etc, pero la vacunación practicada de
forma masiva y precoz está jugando un papel preponderante en este
hecho.
-Hasta la OMS reconoce que la mejor vacuna contra las enfermedades
infecciosas es seguir una alimentación adecuada, sin productos
procesados ni refinados. Es importante que los alimentos sean además
integrales y ecológicos. Otros aspectos importantes para mantener la
salud de los niños son la lactancia materna, la exposición al sol y la
afectividad. El amor es la mejor medicina preventiva y curativa.
7. 7
¿SON EFICACES LAS VACUNAS?
-Vacunar significa introducir en el organismo, en cantidad reducida y en
forma atenuada, el agente patógeno responsable de una enfermedad
infecciosa, lo cual provocará una respuesta en forma de producción de
anticuerpos, que a su vez supondrá la aparición de un estado de
protección del organismo frente a la enfermedad contra la que se ha
vacunado. Desde este punto de vista, el concepto de profilaxis infecciosa
aparece como lógico y consecuente, pero tras más de un siglo de práctica
vacunal, podemos afirmar que la vacunación no ha sido ni es tan efectiva
como se suponía.
-El supuesto básico de los programas de vacunación es que, al tener
anticuerpos frente a ciertos gérmenes, uno está automáticamente
protegido frente a ellos. Pero quizá la protección se debe a la inmunidad
natural y normal, no a la relacionada con la vacunación. Así, se ha
demostrado en muchas enfermedades que la mera presencia de
anticuerpos frente a un germen determinado, no protege a esa persona
de la infección. Esto explicaría por qué tantas personas vacunadas contra
la tos ferina o el sarampión y con una elevada presencia de anticuerpos
contra dichas enfermedades, las desarrollan a pesar de ello.
-Cuando pasamos una enfermedad de forma natural, por ejemplo,
sarampión o varicela, nuestro sistema inmunitario nos proporciona
inmunidad de por vida. Sin embargo, la inmunidad inducida artificialmente
por la vacuna, que se mide por la mera presencia de anticuerpos, tiene
una duración que depende del tipo de vacuna, y que va desde los 6 meses
hasta los 10 años.
- No existe ningún estudio de control a doble ciego que demuestre que las
vacunas proporcionan un nivel de inmunidad mayor que el hecho de
tomar placebo o de no hacer nada. ¿Dónde está la prueba de que las
vacunas mejoran la inmunidad de los niños y de que los mantienen
sanos?. Más bien podemos afirmar que las vacunas suprimen el sistema
inmunitario, ya de por sí muy inmaduro en el caso de los niños.
8. 8
-Las enfermedades infecciosas activan unos mecanismos de defensa
destinados a proteger al organismo de un contacto posterior con el mismo
germen. Por ejemplo, en el caso de un germen que se transmite a través
del aire, como el virus del sarampión, primero es interceptado por las
mucosas respiratorias y después es captado por el sistema linfático. Si
consigue atravesar estas dos barreras, afecta al conjunto del organismo y
aparecen los síntomas típicos de la enfermedad: fiebre, erupción cutánea,
tos, etc. Esto se acompaña de una reacción general de defensa que
proporciona protección frente a la enfermedad de por vida. Si las
reacciones defensivas son insuficientes o inadecuadas, pueden aparecer
complicaciones como otitis, neumonía o encefalitis.
-La vacunación actúa mediante un proceso diferente a la enfermedad
natural, pues generalmente los gérmenes son inyectados en el torrente
sanguíneo, sin que puedan ser interceptados por las barreras de la
inmunidad previstas por la Naturaleza (mucosa respiratoria y sistema
linfático en este caso). La vacuna no activa el sistema de defensa tan
eficazmente como la enfermedad adquirida de forma natural.
-La respuesta inflamatoria completa que se produce al pasar la
enfermedad de forma natural es la que nos protege frente a nuevos
contactos con el mismo germen. Para ser eficaces, las vacunas deberían
producir en nuestro organismo esta misma respuesta completa, pero se
ha demostrado que esto no es así. Por lo tanto, es dudoso que las vacunas
puedan protegernos realmente frente a las enfermedades infecciosas.
Este hecho pone en duda la eficacia real de las vacunas. De hecho, no se
ha probado científicamente la eficacia de ninguna vacuna.
-La inmunidad natural es un proceso complejo que involucra muchos
órganos y sistemas y no puede reproducirse en su totalidad estimulando
de forma artificial la producción de anticuerpos. Los bebés tienen además
un sistema inmunológico inmaduro hasta más allá del primer año de vida
y la sobredosis antinatural de virus, bacterias y demás elementos tóxicos
administrada a través de las vacunas, solo puede alterar el desarrollo
normal de su frágil sistema inmune.
9. 9
SALUD INFANTIL Y VACUNAS
-La aplicación masiva de vacunas a una edad en la que el sistema
inmunológico no ha madurado, conduce a una hiperestimulación del
mismo que puede originar, según la predisposición del niño, múltiples
problemas de salud. Los bebés en España reciben la primera vacuna el
primer mes de vida y unas 20 vacunas el primer año. Pero es un hecho que
los bebés españoles están demasiado enfermos y continuamente
medicados y son resistentes a los antibióticos antes de los 2 años de vida.
Y las vacunas tienen mucho que ver con esta situación. Entre los niños son
cada vez más frecuentes los problemas alérgicos, las enfermedades
autoinmunes y las alteraciones neurológicas.
- La vacunación perjudica al sistema inmunológico y causa muchas
enfermedades. Los efectos secundarios de las vacunas están relacionados
con la administración de vacunas a una edad cada vez más temprana, con
el uso de gran número de vacunas y con la utilización de vacunas
combinadas. En otras palabras, estamos vacunando a los niños de forma
precoz, masiva e indiscriminada. A todo ello se añade el efecto de la gran
cantidad de compuestos tóxicos presentes en las vacunas.
-Las vacunas introducen atípicamente en el cuerpo humano bacterias y
virus atenuados o muertos modificados en el laboratorio junto con
sustancias químicas, metales, medicamentos y otros aditivos como
formaldehido, escualeno, aluminio, mercurio, glutamato monosódico,
fosfato sódico, fenoxietanol, gelatina, sulfitos, proteínas de levadura,
antibióticos y cantidades desconocidas de ARN y ADN procedentes de
cultivos celulares de animales y seres humanos. No es de extrañar, por lo
tanto, que puedan producir importantes problemas de salud. Como dice
Bárbara Leo Fisher, presidenta y cofundadora del Centro Nacional de
Información sobre las Vacunas de EEUU: “Es posible que el uso
continuado de vacunas amenace de forma severa la integridad biológica
humana”. Por ejemplo, administrar la innecesaria vacuna de la hepatitis B,
con aluminio y formaldehido (y hasta hace poco, mercurio), debería
preocupar a los padres y pediatras.
10. 10
-Si las vacunas tienen un fuerte impacto en algunos niños, no pueden
dejar indemnes al resto de los niños, sin causarles algún tipo de problema
leve o moderado.
-Muchos médicos e investigadores reconocen ahora que la salud de la
población infantil ha empeorado considerablemente desde la década de
los 60 del siglo XX, coincidiendo con el aumento de las vacunaciones.
-En el momento actual, en EEUU, donde los niños reciben 36 vacunas
antes de los 5 años, 1 de cada 6 niños presenta discapacidad psíquica, 1 de
cada 9 padece asma, 1 de cada 50 es diagnosticado de autismo y 1 de cada
450 desarrolla diabetes.
- Diversos estudios han demostrado que los niños no vacunados están en
general más sanos que los vacunados. Así, en niños no vacunados son
raros los problemas neurológicos, el autismo, la hiperactividad, las
infecciones crónicas de oído, las amigdalitis, las alergias, el asma, las
enfermedades autoinmunes, las alteraciones endocrinas, etc.
-En un estudio realizado en Nueva Zelanda se vio que los niños vacunados
sufrían en relación a los no vacunados: 5 veces más asma, 3 veces más
alergias, 3 veces más infecciones del oído, 4 veces más apnea y muerte
súbita del lactante, 4 veces más episodios de amigdalitis recurrente y 10
veces más hiperactividad.
-El sistema inmunológico en desarrollo del niño es dañado por múltiples
vacunas desde su nacimiento. Esta hiperestimulación del sistema inmune
a edades tempranas se ha relacionado con el desarrollo de alergias y
enfermedades autoinmunes.
-Los compuestos tóxicos presentes en las vacunas producen además
alteraciones importantes en el desarrollo neurológico normal del niño.
Las inmunizaciones infantiles están causando cuadros de encefalitis en
alrededor del 15-20% de los niños vacunados. Las secuelas de la encefalitis
incluyen daño cerebral, problemas de aprendizaje, trastornos del sueño y
de la alimentación, convulsiones, epilepsia, autismo, etc. Estos problemas
eran relativamente raros en el pasado, pero se han vuelto más comunes a
medida que se han generalizado los programas de vacunación infantil.
11. 11
-¿Pueden estar las vacunas en la base del espectacular aumento de
enfermedades como las alergias, las intolerancias alimentarias, el asma, el
autismo, los problemas de comportamiento o la diabetes juvenil?. Por
ejemplo, desde la aplicación universal de las vacunas, el autismo ha
aumentado un 600%.
-Según palabras de Xavier Uriarte, lo mejor que podemos hacer en salud
pública en estos momentos es no vacunar, pues la vacunación está
complicando la salud de la población. Las enfermedades infantiles son
generalmente muy manejables en condiciones normales de salud y no
presentan complicaciones graves en comparación con los riesgos de las
vacunas. Además, el hecho de no vacunarse no implica en la actualidad un
riesgo para el resto de la población, por lo que debe prevalecer el derecho
a no vacunarse.
-La salud es el fruto de un estilo de vida sano y no puede asegurarse
mediante el consumo pasivo de fármacos, incluidas las vacunas. La
inyección de vacunas conteniendo gran cantidad de sustancias tóxicas que
van directamente al torrente sanguíneo, difícilmente puede ofrecer a las
futuras generaciones la posibilidad de llevar una vida realmente sana,
pues los programas masivos de vacunación originan un debilitamiento
importante del sistema inmune de los niños.
-Evitar las vacunas es esencial para proteger nuestra salud y la salud de
nuestros hijos. No existe ninguna evidencia científica de la capacidad de
las vacunas para prevenir las enfermedades infecciosas. Por el contrario,
hay pruebas de los graves efectos secundarios que provocan.
-La salud de los niños se favorece con el parto natural, la lactancia
materna, la crianza con apego, contacto físico y vínculo con los niños, el
respeto de sus pautas naturales de maduración y dependencia: sueño,
gateo y alimentación, el aire libre, el ejercicio, la alimentación natural y de
buena calidad, el bienestar emocional, etc. Además las madres que
pasaron las enfermedades propias de la infancia de forma natural,
transmiten esta inmunidad natural a sus hijos. Sin embargo, las madres
vacunadas en la infancia, algo habitual en el momento actual, no pueden
transmitir su inmunidad natural a los bebés a través de la leche materna.
12. 12
VACUNAS Y CONTROL DE ENFERMEDADES
INFECCIOSAS
-Las grandes epidemias que diezmaron a nuestros antepasados forman
parte del pasado: aquellas plagas hoy se llamarían cólera, tifus, viruela… o
peste. También otras infecciones constituían amenazas constantes:
tuberculosis, polio, difteria, tétanos, sarampión, tos ferina, etc. Pero en la
actualidad, estas enfermedades no forman parte de nuestro día a día. Esto
ha sido posible gracias a la mejora del nivel socioeconómico, el suministro
de agua potable, la higiene, alimentación, vivienda, ciudades, etc. Puede
afirmarse que las mejoras en salud pública son las que detuvieron estas
epidemias. Entre 1850 y 1940 se produjo un descenso del 90% de las
enfermedades infantiles en general, y esto no tuvo nada que ver con las
vacunaciones.
-Analizando las estadísticas oficiales, puede decirse que la incidencia de
enfermedades como la viruela, difteria, cólera, fiebre tifoidea, polio,
tuberculosis, etc, mostraba un franco y continuo descenso mucho antes
de que se introdujeran los programas de vacunación. Las vacunaciones
masivas iniciadas en 1930 han podido tener un papel marginal (si es que
han tenido alguno) en la regresión de algunas de estas enfermedades.
Incluso algunas campañas de vacunación provocaron epidemias de la
enfermedad que pretendían evitar. Esto ocurrió con la viruela, difteria,
polio, etc.
-Por ejemplo, la vacunación contra la viruela, considerada el paradigma
sobre el que se han basado las campañas de vacunación, no es la
responsable de la erradicación de esta enfermedad, como ya ha sido
reconocido por la OMS. Fue la mejora de las condiciones socio-sanitarias
lo que hizo desaparecer la enfermedad. Es más, desde que en 1854 se
aprobara una ley para la vacunación obligatoria y universal contra la
viruela, cada brote de viruela coincidió con una campaña de vacunación. Y
la enfermedad se cobró miles de vidas cuando el 97% de la población ya
estaba vacunada.
-Lo mismo ocurrió con la polio, que no se erradicó con la vacuna, sino que
ésta complicó la epidemia de polio al producir casos de polio postvacunal.
13. 13
-Por ejemplo, En España, en 1976, tras la vacunación masiva de polio en
Madrid, se produjeron 160 casos de niños afectados de polio postvacunal.
-Por otra parte, en los países europeos que rechazaron las vacunas contra
la viruela y la polio, las epidemias terminaron al mismo tiempo que en los
países donde estas vacunas eran obligatorias. Por ejemplo, en Islandia,
donde los niños reciben la tercera parte de las vacunas que se administran
en EEUU, se experimentó el mismo descenso en las enfermedades
infecciosas. Esto ha ocurrido en todos los países en los que han mejorado
las condiciones de vida.
-Otras enfermedades, como la fiebre tifoidea, en la que la vacunación
nunca fue sistemática o la escarlatina, para la que nunca existió vacuna,
han desaparecido en nuestro medio igual que otras enfermedades
infecciosas para las que sí ha existido una vacunación generalizada.
-En España, las vacunas comienzan a introducirse en el siglo XX, sobre
todo en la segunda mitad de este siglo, con la aplicación masiva de las
vacunas de la viruela, difteria y polio. Teniendo en cuenta la eficacia de
cada una de las vacunas, para erradicar una enfermedad infecciosa sería
necesaria una cobertura vacunal del 70-90% de la población. En España,
las tasas de cobertura vacunal no llegan a ser satisfactorias hasta bien
entrada la década de los 80, cuando tanto la incidencia como la morbi-
mortalidad de las infecciones ya habían experimentado un descenso
notable, gracias a la mejora de las condiciones socio-sanitarias.
-Pero paradójicamente, cuanto más se aleja el espectro de las grandes
epidemias, más se multiplican las vacunaciones de rutina y más se insiste
en la vacunación generalizada y masiva. ¿Es necesario realmente prevenir
todas las enfermedades, tanto las más benignas como las más
improbables? ¿Merecen enfermedades propias de la infancia, como el
sarampión o las paperas, una guerra de exterminio?.
-Por otra parte, cuando se deteriora el ambiente económico y social, como
ocurrió en Rusia tras la caída de la URSS en 1991, se produce de inmediato
un aumento de las enfermedades prevenibles y las muertes asociadas a
las mismas, pese a la alta cobertura vacunal.
14. 14
EVOLUCIÓN DE LAS VACUNACIONES
-El primer tipo de campaña de vacunación incluye cinco enfermedades
graves: viruela, difteria, tétanos, tuberculosis, polio. En la década de los
60, se vacunaba contra ellas. Dejando de lado la eficacia de estas vacunas
en la desaparición o el control de estas enfermedades, el objetivo de
reducir la incidencia de enfermedades graves e incluso mortales,
justificaba aceptar algunos riesgos. Aunque queda por demostrar si los
riesgos de las vacunaciones eran efectivamente menores que los riesgos
de la enfermedad misma.
-Un segundo tipo de campaña surgió en la década de los 70 con el objetivo
de prevenir afecciones mucho más frecuentes y que en ese momento se
consideraban anodinas: sarampión, paperas, rubéola, tos ferina y gripe.
Solamente la rubéola es peligrosa en mujeres embarazadas, pues puede
producir malformaciones congénitas. Posteriormente, se añadió la vacuna
de la varicela. Pero el sarampión o la varicela no son plagas. Una
enfermedad aguda benigna contribuye a la maduración del sistema
inmunitario, mucho mejor y con menos riesgos que una vacuna.
-El tercer tipo de campaña comienza a finales del siglo XX: son vacunas
contra enfermedades menos frecuentes, que hasta ahora no eran
conocidas por la mayoría de la población: meningitis por haemofilus
influenzae tipo b, hepatitis B, neumococo, rotavirus, papiloma, etc.
-Sabiendo que las vacunas tienen efectos adversos que pueden ser muy
graves, podemos preguntarnos si es preciso organizar campañas de
vacunación generalizadas para prevenir enfermedades benignas o poco
frecuentes.
15. 15
EFECTOS SECUNDARIOS DE LAS VACUNAS
- Cuando un médico prescribe una vacuna, debe asegurarse de que la
vacunación comporta más beneficios que inconvenientes. Se considera
que las complicaciones de las vacunas son poco frecuentes y benignas,
pero en realidad pueden ser tardías, graves e incluso mortales, y su
frecuencia es bastante elevada como para anular el beneficio de algunas
vacunaciones masivas.
-Podemos afirmar que cuando un efecto secundario aparece
inmediatamente tras la vacunación o hasta treinta días e incluso 6 meses
después de la misma, y este efecto está recogido en la bibliografía, existe
una relación entre la vacunación y la aparición del efecto secundario.
-El problema de los efectos secundarios de las vacunas ha sido
infravalorado. Cuando aparecen síntomas postvacunales más o menos
graves durante las semanas posteriores a la vacunación, generalmente el
personal sanitario niega o ignora cualquier relación causa-efecto entre la
inmunización y el cuadro que presenta el paciente y achaca los síntomas a
una simple coincidencia.
-Los servicios de Farmacovigilancia de España son conscientes de la
infranotificación de las reacciones adversas a los fármacos, y menos aún, a
las vacunas. Se ha calculado que sólo se declaran el 1 - 10 % de las
reacciones adversas. Por cada declaración de efecto adverso a las vacunas,
hay entre 100 y 1000 casos de la misma naturaleza que no han sido
declarados. Este hecho altera las nociones de eficacia e inocuidad de las
vacunas y produce una falsa seguridad en la población. Además permite
decir que los efectos indeseables de las vacunas son muy raros y que la
balanza de riesgos-beneficios se inclina a favor de la vacuna.
-Según estudios publicados en revistas científicas de gran prestigio, como
Lancet y Pediatrics, las reacciones postvacunales de importancia o severas
oscilarían entre 1/100000 y 1/300000 dosis para las monovacunas. Sin
embargo, las cifras para las vacunas combinadas serían de 1/20000 a
1/50000 dosis.
16. 16
- Cada año se producen miles de reacciones graves a las vacunas,
incluyendo cientos de muertes e incapacidades permanentes. Los
investigadores atribuyen docenas de dolencias crónicas de índole
inmunológica y neurológica a los programas de inmunización masiva
llevados a cabo en todo el mundo.
-Los niños vacunados presentan un aumento significativo en la incidencia
de diversas enfermedades, como el trastorno por déficit de atención e
hiperactividad, cuadros de retraso evolutivo, autismo, alergias, asma y
enfermedades autoinmunes. Las vacunas se han relacionado así mismo
con la muerte súbita infantil.
-Para disminuir los efectos secundarios de las vacunas, es importante
disponer siempre de la historia clínica, donde deben constar los
antecedentes personales, familiares y la historia de las vacunas recibidas y
posibles reacciones a las mismas. Deben considerarse posibles
contraindicaciones a la vacunación las siguientes: Convalecencia,
preconcepción, embarazo, enfermedades neurológicas, estados alérgicos,
enfermedades autoinmunes y procesos tumorales.
-Por ejemplo, si en un niño se sospechan daños neurológicos, como hipo o
hipertonía, o alteración del desarrollo psicomotor por un nacimiento
traumático, es importante retrasar las vacunaciones e incluso evitarlas.
Sobre todo, debería tenerse mucho cuidado con las vacunas
neurotrópicas: gripe, tos ferina, tétanos, polio, meningococo, sarampión,
paperas, hepatitis B y haemophilus influenza tipo B. Es muy importante
evitar estas vacunas si el niño presenta ya alteraciones neurológicas.
- Las reacciones más frecuentes, complejas y severas de las vacunas son
las que afectan al sistema nervioso. El 60% de las complicaciones afectan
a la esfera de la motricidad, el psiquismo y la comunicación.
- Los médicos no consideran necesario informar a los pacientes sobre los
riesgos de las vacunas. Empiezan a ser conscientes de ellos cuando
encuentran pacientes que desarrollan una fatiga crónica tras vacunarse de
la hepatitis B o una lesión cerebral en un niño después de recibir la vacuna
triple vírica.
17. 17
-Revisando la cartilla de vacunación, es posible constatar que con
frecuencia una determinada enfermedad crónica aparece justo después
de una vacunación o una patología concreta se corresponde con una
vacuna determinada. Por ejemplo, es lo que ocurre con una complicación
vacunal muy dramática, la muerte súbita del lactante, que está favorecida
por predisposiciones genéticas, tabaquismo de los padres, posición del
bebé, etc, pero que se ha demostrado es más frecuente durante las tres
semanas posteriores a la vacunación de una vacuna combinada, la
mayoría de las veces, la vacuna de la difteria – tétanos – tos ferina – polio.
En Japón, en 1980, la muerte súbita del lactante disminuyó al retrasar las
primeras vacunaciones a los 24 meses.
-Vamos a describir a continuación los principales efectos adversos
relacionados con las vacunas:
1. Reacciones alérgicas: suponen entre el 25 y 30% de las reacciones.
Pueden manifestarse al instante o bien dentro de las 72 horas siguientes a
la vacunación. Los síntomas pueden ser leves a moderados (ezcema y
urticaria, rinitis o congestión nasal, faringitis, bronquiolitis, intolerancia
digestiva, etc) o muy graves: broncoespasmo, edema de glotis, shock
anafiláctico, etc.
-Las vacunas pueden favorecer además la aparición o el agravamiento de
procesos alérgicos respiratorios (rinitis, asma o bronquiolitis), cutáneos o
digestivos (intolerancias alimentarias, como la intolerancia al gluten). En
las personas vacunadas, es relativamente frecuente observar la aparición
progresiva de estas manifestaciones alérgicas o bien el empeoramiento de
las mismas. Los síntomas pueden aparecer desde la primera vacunación o
bien a lo largo de inmunizaciones sucesivas. Ante esta situación, es
oportuno suspender la aplicación del calendario vacunal.
-Las alergias están aumentando de forma inquietante desde la década de
los 50, incluidas las intolerancias alimentarias. Actualmente este aumento
puede cifrarse en un 10% por año, y el empleo masivo de vacunas en las
primeras etapas de la vida puede estar contribuyendo a ello.
18. 18
-Las vacunas pueden estar sensibilizando a los niños a los trastornos
alérgicos, dado que las sustancias químicas y el material genético
contenido en ellas altera el funcionamiento normal del sistema inmune. La
incidencia de asma y de otras enfermedades relacionadas con las alergias
aumenta de forma marcada a raíz de las vacunaciones.
-Otros factores que favorecen las alergias pueden ser la lactancia artificial,
los alimentos industrializados llenos de conservantes y aditivos, los
pesticidas y otras sustancias químicas tóxicas, etc.
2. Infecciones postvacunales: las vacunas contra la gripe, polio oral,
tuberculosis, sarampión, paperas, etc, pueden provocar, después de su
administración, cuadros de gripe, polio, tuberculosis, sarampión y paperas
respectivamente.
3. Reacciones autoinmunes: puede aparecer una vasculitis postvacunal
que puede generar procesos encefalíticos, pancreáticos, reumáticos,
hemáticos, renales, hemorrágicos y desmielinizantes del sistema nervioso
central. Estos efectos pueden aparecer desde las primeras horas
postvacunales hasta los dos años siguientes a la vacunación. Estas
vasculitis pueden producir la muerte súbita del lactante, ciertas parálisis
cerebrales de causa desconocida, epilepsia, insuficiencia renal, etc.
-Las enfermedades autoinmunes son enfermedades crónicas y graves, a
menudo irreversibles, cuya frecuencia está aumentando en Occidente.
Además aparecen a edades cada vez más tempranas, al igual que otras
enfermedades como las alergias o el cáncer. Algunas de estas
enfermedades son frecuentes, como la diabetes tipo I, la esclerosis
múltiple o la artritis reumatoide. Otras son menos frecuentes y afectan al
tiroides, glándulas salivares, intestino, piel, vasos sanguíneos, riñones,
sangre, etc. Todas ellas pueden ser desencadenadas por las vacunas.
-Las enfermedades autoinmunes pueden estar favorecidas por la
hiperestimulación del sistema inmune debida a los coadyuvantes de las
vacunas, especialmente el aluminio.
19. 19
4. Efectos neurológicos: suponen el 50-60% de las lesiones postvacunales
y pueden generar complicaciones severas con importantes retrasos en el
proceso madurativo del niño.
-Tras la vacunación, pueden aparecer alteraciones en el desarrollo normal
del niño, que pueden ser el resultado de una inflamación del cerebro, una
encefalitis mínima. Cuadros de vértigos, torpeza, dislexia, lentitud
intelectual, alteraciones del carácter o hiperactividad pueden estar
relacionados con la vacunación. Si continuamos vacunando, los daños
neurológicos pueden ser definitivos.
-Entre las complicaciones neurólogias graves de las vacunas se incluyen la
encefalitis, encefalopatías, meningitis, mielitis, neuritis óptica y auditiva,
vagotonía postvacunal, convulsiones, epilepsia y síndrome de West,
ataxias, parálisis, retraso madurativo, cambios de conducta, autismo,
fatiga crónica y muerte súbita del lactante. Las vacunas implicadas con
mayor frecuencia en este tipo de complicaciones son las de la tos ferina,
polio, gripe, meningitis, sarampión y paperas. Así mismo, las vacunas del
tétanos y hepatitis B se han relacionado con procesos desmielinizantes
como la esclerosis múltiple y la esclerosis lateral amiotrófica.
5. Otras complicaciones:
- Generales: se manifiestan en forma de fiebre, inapetencia, cansancio,
intranquilidad, vómitos y llantos. Aparecen en el 40-50% de las personas
vacunadas.
- Renales: Infecciones de las vías urinarias, síndrome nefrótico o
insuficiencia renal.
- Cutáneas: Ezcema, psoriasis, lupus y herpes.
- Reumáticas: artralgias, artritis, osteomielitis, etc. Las vacunas de la
rubéola y hepatitis B se han relacionado con artritis degenerativas.
- De tipo endocrino: diabetes insulinodependiente (con las vacunas de la
hepatitis B y paperas), hipertiroidismo, etc.
- Digestivas: diarrea postvacunal, enfermedad de Crhon, colitis ulcerosa
(en relación a las vacunas del sarampión y rubeola), etc.
20. 20
- Cardíacas: pueden manifestarse como insuficiencia cardíaca o mio-
carditis tras la vacunación de la hepatitis B o como taquiacardia
supraventricular tras la vacuna DTP (difteria – tétanos - tos ferina).
- Respiratorias: episodios de apneas.
- Hematológicas: anemia y trombopenia postvacunales, linfocitosis.
- Procesos tumorales: La contaminación de la vacuna de la polio por el
virus SV40 se relacionó con la aparición de tumores cerebrales. En 1996 en
España se retiraron lotes de triple vírica contaminados por retrovirus,
relacionados con procesos tumorales. Las vacunas de corta memoria y
administración repetitiva (gripe, neumococo, meningococo), pueden estar
relacionadas con la aparición de linfomas de Hodgkin.
- Efectos teratógenos: las vacunas con virus vivos atenuados (polio oral,
paperas, rubéola, sarampión, etc) pueden provocar la interrupción del
embarazo y ser causa de malformaciones congénitas. Pero actualmente se
admite que cualquier vacuna puede interferir en el desarrollo normal del
feto durante el embarazo, por lo que se recomienda evitar la concepción
hasta 6 meses después de cualquier vacunación.
Demasiadas vacunas, demasiado pronto
21. 21
COMPUESTOS TÓXICOS PRESENTES
EN LAS VACUNAS
-Las vacunas son medicamentos muy complejos que contienen los
siguientes componentes:
1. Antígeno. El componente antigénico es el microrganismo patógeno
causante de la enfermedad contra la que se quiere inducir inmunidad.
Está representado en la vacuna por el germen atenuado o inactivado,
partes del mismo o bien su toxina inactivada.
2. Conservantes. Se usan para evitar la contaminación bacteriana o
fúngica de las vacunas. En EEUU, la FDA permite el uso de tres conser-
vantes: fenol, fenoxietanol (compuesto químico altamente tóxico para el
sistema nervioso, los riñones y el hígado) y timerosal (etilmercurio).
3. Adyuvantes. Se usan para aumentar la respuesta inmunitaria del
organismo. Los adyuvantes pueden desencadenar tormentas de
citoquinas que pueden dar lugar a reacciones graves e incluso pueden
producir la muerte. Los adyuvantes más usados son las sales de aluminio y
el escualeno. El escualeno se ha relacionado con pérdida de memoria,
epilepsia y problemas de tipo neuropsiquiátrico. Al estimular el sistema
inmune favorece además la aparición de enfermedades autoinmunes,
como la artritis reumatoidea, síndrome de fatiga crónica, esclerosis
múltiple, lupus eritematoso sistémico, etc. Está presente por ejemplo en
algunas vacunas de la gripe.
4. Aditivos o estabilizantes: sacarosa, lactosa, glicina, glutamato
monosódico, gelatina, albúmina humana y otros derivados de origen
bovino.
5. Residuos del proceso de producción. Aquí se incluyen agentes
inactivantes (formaldehido, que puede producir daño hepático,
alteraciones en la reproducción y cáncer), antibióticos (neomicina,
estreptomicina, polimixina B, etc), proteínas del huevo (en las vacunas del
sarampión, paperas, gripe, etc), proteínas de levadura (en la vacuna de la
hepatitis), fragmentos de ADN y ARN de origen humano o animal, etc.
22. 22
6. Otros compuestos tóxicos: acetona, etilenglicol, glicerina, polisorbato
80, tributilfosfato, etc.
7. Agentes infecciosos. Se ha demostrado la contaminación de las vacunas
por varios agentes infecciosos: retrovirus endógeno humano tipo K, virus
del pollo, citomegalovirus del simio, acantamoeba, espumavirus, virus de
la leucemia aviar, pestivirus, virus de patos, conejos, etc. Estos agentes
aparecen como contaminantes de las vacunas debido a que se utilizan
tejidos animales o humanos en el proceso de producción de las mismas.
Por ejemplo, en 1996 en España se retiraron varios lotes de triple vírica
contaminados por retrovirus, relacionados con procesos tumorales. Ya
hemos hablado también de la contaminación de la vacuna de la polio por
el virus SV40, relacionado con la aparición de tumores cerebrales.
- No es de extrañar que las vacunas estén asociadas a tantos efectos
secundarios, algunos de ellos muy graves.
-Vamos a hablar de dos compuestos muy tóxicos de las vacunas: el
mercurio y el aluminio. El mercurio dejó de utilizarse en las vacunas
infantiles de la primera infancia en el año 2003, aunque todavía se
mantuvo algunos años más en la vacuna tétanos-difteria que se
administra a los adolescentes y adultos y en la vacuna de la gripe. La
retirada del mercurio fue debida a la probable asociación entre la
presencia de mercurio en las vacunas y el aumento espectacular de los
casos de autismo observado en EEUU desde la década de los 80 del siglo
XX. El aluminio, también relacionado con el autismo, sigue utilizándose en
las vacunas infantiles.
MERCURIO
-La mayoría de las soluciones vacunales (difteria, tétanos, tos ferina, DTP,
dT, hepatitis B, haemofilus influenzae tipo B, meningitis C y gripe) eran,
hasta hace poco, estabilizadas con sales de mercurio.
-El mercurio es un metal pesado alergizante y altamente tóxico que se ha
usado como conservante en las vacunas en forma de tiomersal o
timerosal (etilmercurio), para evitar la contaminación bacteriana de las
mismas.
23. 23
-El timerosal es un producto químico sintético mucho más tóxico que su
predecesor, el hidróxido de metilmercurio, y sin embargo se ha
administrado a los niños con las vacunas sin tan siquiera dudarlo. Es una
sustancia liposoluble que se disuelve con facilidad en las membranas
celulares y tiene la capacidad de desactivar procesos celulares esenciales.
-La dosis de mercurio que se administraba a los niños con las vacunas era
40 veces superior a la que la OMS y la FDA consideran “segura” para un
adulto en un sólo día. Esto es solo a nivel orientativo, pues cualquier
cantidad de mercurio puede ser altamente tóxica. La toxicidad del
mercurio se ve agravada por el aluminio, también presente en las vacunas.
-Además de las vacunas, existen otras fuentes de exposición al mercurio:
las amalgamas dentales de la madre, cuyo mercurio se transmite al niño a
través de la placenta y la leche materna; alimentos como el pescado,
sobre todo el pescado azul de gran tamaño; fluorescentes y bombillas de
bajo consumo, que al romperse liberan mercurio; cosméticos; pesticidas,
etc. El mercurio potencia los efectos nocivos de otros metales pesados,
pesticidas, formaldehido, antibióticos, paracetamol, etc, y a la inversa,
dichas sustancias aumentan la toxicidad del mercurio.
-El mercurio que atraviesa la barrera placentaria es tóxico para el feto,
pues impregna el sistema nervioso y endocrino del niño. Además puede
producir mutaciones cromosómicas y graves alteraciones tanto físicas
como a nivel del neurodesarrollo. Así mismo la leche materna puede
concentrar hasta ocho veces los niveles de mercurio de los tejidos de la
madre.
-El mercurio obstaculiza el funcionamiento de todos los órganos, favorece
la proliferación de radicales libres y altera los sistemas digestivo,
hormonal, nervioso e inmunológico. Bloquea más de 1000 actividades
enzimáticas, algunas de ellas indispensables para la vida, como las
relacionadas con los mecanismos de desintoxicación del organismo. Si
existe un mal funcionamiento de los mecanismos biológicos de
desintoxicación, incluso exposiciones débiles al mercurio y otras
sustancias tóxicas, pueden provocar efectos severos.
24. 24
-Las vacunas con timerosal se han relacionado con enfermedades
neurológicas, alérgicas, autoinmunes y renales. Los niños, cuya fisiología y
metabolismo no han alcanzado la madurez, acumulan el mercurio con
gran facilidad. En ellos, el uso de vacunas con timerosal puede favorecer el
desarrollo de autismo, déficit de atención e hiperactividad, retrasos en el
habla, asma, alergias, diabetes, etc.
-Sabemos que si se inyecta timerosal a un animal, su cerebro enferma; si
se aplica a un tejido vivo, las células mueren. Por lo tanto, sería
sorprendente que se pudiera inyectar a los niños sin causar daños.
-Existen miles de artículos en la literatura científica sobre la toxicidad del
mercurio a nivel del sistema nervioso, que se afecta de forma severa con
la exposición a esta sustancia. Incluso a pequeñas dosis, produce
trastornos en la comunicación, alteraciones del sueño, irritabilidad y
cambios de la personalidad. El mercurio es un potente neurotóxico que
causa daños en los nervios y muerte de las células.
-El timerosal de las vacunas actúa así mismo como una neurotoxina y es
particularmente perjudicial para el cerebro en formación de los niños,
pudiendo producir alteraciones neurológicas severas a edades tempranas,
incluyendo el autismo. La administración de las vacunas infantiles en
monos produce en ellos los cambios observados en el cerebro de los niños
con autismo, como aumento del volumen cerebral y cambios en la
amígdala cerebral, la región del encéfalo más vinculada a los trastornos
autistas.
25. 25
-También en los adultos se ha observado que el timerosal produce pérdida
de neuronas en el sistema nervioso. El mercurio tiene un efecto
devastador en el desarrollo de las neuronas y favorece la formación de
agregados neurofibrilares, como los observados en la enfermedad de
Alzheimer. No debemos olvidar que se han administrado anualmente
vacunas de la gripe con mercurio a todas las personas mayores de 65
años. Lo que es válido en cuanto a la relación del mercurio de las vacunas
y el autismo en niños es válido también para la personas mayores en
relación a la demencia precoz o enfermedad de Alzheimer.
-Hablaremos más detenidamente sobre la relación entre las vacunas y el
autismo en el apartado “autismo y vacunas”.
ALUMINIO
- El aluminio es un elemento tóxico asociado a importantes problemas de
salud. Puede producir síntomas como dolor muscular intenso, cansancio,
fatiga crónica, confusión y deterioro cognitivo. Puede actuar directamente
como una sustancia tóxica o bien favorecer procesos de tipo autoinmune.
-El aluminio no solo es tóxico por sí mismo, sino que daña la capacidad del
organismo para eliminar el mercurio y altera la síntesis de glutatión,
esencial para los procesos de desintoxicación. Por ello, el aluminio puede
aumentar la toxicidad de cualquier cantidad de mercurio y de otras
sustancias tóxicas que haya en el organismo.
-El aluminio se usa en las vacunas como potenciador antigénico, para
aumentar la respuesta inmunitaria. Las dosis de aluminio presentes en las
vacunas superan ampliamente los límites de seguridad establecidos a nivel
internacional y representan un riesgo para la salud teniendo en cuenta la
elevada toxicidad de este elemento. La cantidad de aluminio capaz de
producir una encefalopatía en un bebé de 2 meses es de 25 microgramos,
pero con su primera vacunación recibe el equivalente a 40 veces esta
dosis. A los 18 meses, los niños han recibido 5 miligramos de aluminio con
el calendario de vacunación recomendado. Además el aluminio se
administra en las vacunas asociado a otras sustancias tóxicas, como
formaldehido, fenoxietanol, y hasta hace poco, mercurio.
26. 26
-Las vacunas que contienen aluminio son las siguientes: difteria-tétanos
(dT), difteria–tétanos-tos ferina (DTPa y variantes), hepatitis A y B,
meningococo C, neumococo infantil y papiloma humano.
-El aluminio se ha relacionado con alergias y enfermedades autoinmunes
como diabetes juvenil, psoriasis, artritis reumatoidea, lupus eritematoso,
etc. Las alergias y las enfermedades autoinmunes pueden estar en
relación con la hiperestimulación del sistema inmunitario en una persona
predispuesta a padecer estas enfermedades. El aluminio estimula los
linfocitos B, lo que puede romper la tolerancia frente a los auto-antígenos
y favorecer la aparición de una enfermedad autoinmune.
-El aluminio podría favorecer el desarrollo del Síndrome de fatiga crónica,
incluso años después de las vacunaciones.
-El aluminio es un potente neurotóxico relacionado con déficits
neurológicos. Su uso como adyuvante en las vacunas puede producir
daños cerebrales permanentes y alteraciones en la función del sistema
inmunológico en pacientes pediátricos. El aluminio se encuentra entre las
causas de las lesiones mínimas del cerebro o encefalitis mínimas asociadas
a las vacunas y se ha relacionado con el autismo y la hiperactividad. Los
niños con estos cuadros clínicos presentan altas cargas tóxicas de metales
pesados, incluidos el aluminio y el mercurio.
27. 27
-Es necesario estudiar los efectos a largo plazo de una exposición a
sustancias neurotóxicas en el desarrollo del cerebro, pues existe una
disminución cada vez más marcada de los niveles neuro-cognitivos. Los
problemas de memoria, lenguaje y sociabilización podrían estar
relacionados con la toxicidad del aluminio.
-El aluminio se puede acumular además en las estructuras nerviosas y
desencadenar procesos desmielinizantes y degenerativos como la
esclerosis múltiple y la enfermedad de Alzheimer. Existe una correlación
entre el aluminio presente en el agua potable y la enfermedad de
Alzheimer e incapacidades cognitivas. La toxicidad del aluminio sobre el
sistema nervioso es mayor cuanto menor es la edad, pero también es muy
tóxico para las personas mayores. Puede actuar de forma sinérgica con el
mercurio, plomo, arsénico, pesticidas, etc.
-El aluminio administrado a través de las vacunas no es filtrado por las
barreras fisiológicas naturales, sino que se inyecta directamente en el
circuito sanguíneo y atraviesa con rapidez la barrera hemato-encefálica
para acumularse en el sistema nervioso central. En el caso de los niños, la
inmadurez renal dificulta la eliminación del aluminio, pero también es
importante disminuir o evitar la exposición al aluminio en las personas
mayores.
-Otra complicación de las vacunas con aluminio es la miofascitis
macrofágica. Esta enfermedad fue descrita por primera vez en 1993 y
afecta a personas de 40-50 años. Es una afección invalidante que produce
dolores musculares y articulares generalizados, fatiga crónica, fiebre,
alteraciones del sueño y problemas cognitivos que afectan a la
concentración, la atención y la memoria. Presenta gran parecido a la
fibromialgia y un 53% de los pacientes cumplen criterios de síndrome de
fatiga crónica. Además en una tercera parte de los casos se asocia a
esclerosis múltiple.
28. 28
VACUNAS Y NUEVAS ENFERMEDADES
-La relación entre el uso de vacunas peligrosas llenas de mercurio,
aluminio y otros tóxicos y graves problemas de salud, como las alergias,
asma, diabetes, enfermedades autoinmunes, alteraciones del
neurodesarrollo, trastorno por déficit de atención e hiperactividad,
autismo, etc, está cada vez más clara. En este apartado vamos a referirnos
a dos complicaciones vacunales graves: el autismo y la muerte súbita del
lactante. También hablaremos de la relación de las vacunas con las
enfermedades autoinmunes.
AUTISMO Y VACUNAS
-El autismo se caracteriza por una alteración de las habilidades sociales y
cognitivas asociado a una alteración de la función inmune. Se manifiesta
por alteraciones en la capacidad de comunicación, la elaboración del
lenguaje, el establecimiento de relaciones, la capacidad de experimentar
toda la gama y profundidad de las emociones humanas, la coordinación y
el equilibrio. Con frecuencia se encuentran alteradas las funciones
digestivas. La sospecha de autismo puede aparecer hacia los 12 meses,
pero en la mayoría de los casos, el diagnóstico se realiza entre los 30 y 36
meses. Es más frecuente en niños que en niñas (relación 4/1).
-El conjunto de afecciones con síntomas similares recibe el nombre de
trastornos del espectro autista o TEA. Los TEA son un grupo de trastornos
del neurodesarrollo, lo que significa que el desarrollo conductual del niño
autista no ha alcanzado los hitos habituales debido a anormalidades en el
funcionamiento del cerebro y el sistema nervioso.
-Los primeros casos de autismo fueron descritos en 1943. En ese
momento, un investigador norteamericano rebeló la probable relación
entre las primeras tandas de vacunaciones contra el tétanos y la difteria, a
las que siguió la tos ferina en la década de los 40 del siglo XX, con los
primeros casos descritos de autismo.
29. 29
-Desde ese momento, la incidencia del autismo no ha dejado de
aumentar, sobre todo a partir de los años 80, como se observa en la
siguiente gráfica.
-En 1966 se estimó que la prevalencia del autismo era de 4,5 casos por
cada 10000 niños. En el año 2006 se empezó a hablar de epidemia cuando
los niños diagnosticados de trastornos del espectro autista eran 90 de
cada 10000 (1 de cada 110). Actualmente, según datos del CDC del año
2013, la incidencia es de 1 caso por cada 50 niños.
30. 30
-Inicialmente se atribuyó este aumento a una mayor investigación en
autismo, mayor conciencia del síndrome y criterios diagnósticos más
amplios, pero pronto los investigadores comenzaron a notar que estas
explicaciones se quedaban cortas, que existía un aumento real de los
casos de autismo y que era necesario investigar posibles factores
ambientales, que se sumarían a los factores genéticos que influyen en el
desarrollo de la enfermedad.
-Entre los factores genéticos estarían aquellas alteraciones que pueden
dificultar los procesos de desintoxicación del organismo, como el déficit de
la enzima sulfuro transferasa o la presencia del gen Apo E-4.
-Los niños autistas nacen con unos sistemas inmunológico, intestinal y
desintoxicante más inmaduros que los del resto de los niños. Debido a
ello, estos niños estarían menos protegidos frente a las sustancias tóxicas,
incluidas las administradas a través de las vacunas, sobre todo mercurio y
aluminio. Pero incluso sin presentar estas alteraciones, la carga de
mercurio y de otros tóxicos puede llegar a ser lo suficientemente alta
como para sobrepasar los mecanismos de desintoxicación normales.
-Actualmente podemos afirmar que existe una relación clara entre el
aumento del autismo, a un ritmo casi “epidémico” y el aumento
espectacular del número de vacunaciones. Las vacunas administradas el
segundo año de vida se han relacionado con el aumento del autismo,
síndrome de Asperger, déficit de atención e hiperactividad infantil,
epilepsia y otros trastornos generales del desarrollo (disfasia, dislexia,etc).
-Las vacunas se han relacionado de forma sistemática con cuadros de
encefalitis o inflamación del cerebro, que puede manifestarse en forma de
trastornos cerebrales, inhibición del crecimiento o dificultades de
aprendizaje. En los países desarrollados, un 15% de los niños presenta uno
o varios trastornos del neurodesarrollo, como autismo, hiperactividad,
dislexia, depresión, etc.
-A finales de la década de los 90, en EEUU, el Servicio de Salud pública y la
Academia Norteamericana de Pediatría solicitaron a las industrias
farmacéuticas que eliminaran el mercurio de las vacunas infantiles,
porque según las estadísticas del CDC, los niños que recibían vacunas con
31. 31
mercurio tenían 27 veces más posibilidades de desarrollar autismo que los
que recibían vacunas sin mercurio.
-En el año 2000, se hicieron públicos los resultados de este estudio sobre
más de 100000 niños basado en los datos estadísticos del CDC y que
rebelaba que el timerosal, un derivado del mercurio usado como
conservante en las vacunas, era el responsable del espectacular aumento
del autismo observado en EEUU desde la década de los 80. La FDA declaró
en el año 2004 que el timerosal contenido en las vacunas estaba asociado
al autismo. Actualmente se acepta que el mercurio, el aluminio y otros
contaminantes precipitan el autismo en niños predispuestos a esta
enfermedad.
-En EEUU un niño recibe 36 vacunas antes de los 5 años y 1 niño de cada
50 desarrolla autismo. En Islandia, el niño recibe 11 vacunas y solo 1 de
cada 11000 niños desarrolla esta enfermedad.
Como veis, los datos cambian cada año, y la incidencia del autismo no
deja de aumentar (2013: 1 de cada 50 niños)
- El mercurio empezó a usarse en las vacunas infantiles en 1931 y los
primeros casos de autismo fueron descritos en 1943. Hasta la década de
los 80, la única vacuna con mercurio era la DTP, pero a partir de ese
32. 32
momento, al programa de vacunación de los bebés en EEUU se
incorporaron más vacunas con mercurio, como las de la hepatitis B,
haemofilus y gripe, aumentando así la cantidad de mercurio administrada
a los niños.
-Desde 1990 se administra también a las mujeres Rh negativas anti-D, que
también contiene mercurio, y además el cerebro del feto es más
vulnerable a las sustancias neurotóxicas. Al final de la década de los 80
empezó a dispararse la tasa de autismo, así como otras enfermedades
autoinmunes, alergias, asma, diabetes juvenil, etc.
-La historia de la relación autismo-vacunas-mercurio es una historia de
silencio, sistema médico mal informado, complicidad oficial, miles de
niños afectados y finalmente, eliminación del mercurio de las vacunas
debido a las sólidas evidencias científicas.
33. 33
-Según la Dra. Carmen Jerez, el mercurio causa autismo porque interfiere
con el metabolismo, altera la inmunidad, causa daño cerebral directo y
lesiona la mucosa intestinal favoreciendo la proliferación de hongos
(Cándida) y bacterias (klebsiella, Clostridium), que atrapan el mercurio en
su interior. Esto lleva a un aumento en la permeabilidad intestinal que a su
vez favorece las alergias alimentarias y el paso de péptidos anormales del
gluten y la caseína. Estos péptidos con efecto opioide pueden alterar la
conducta, las emociones y el desarrollo del niño en general. Muchos niños
con autismo tienen además dificultad para digerir adecuadamente algunas
proteínas debido a una falta de enzimas digestivas.
-La exposición al mercurio ha descendido significativamente desde que
éste fuera eliminado de las vacunas infantiles, pero sin embargo la tasa de
autismo ha seguido ascendiendo. Pero a medida que el uso de mercurio
ha descendido, la dosis de aluminio administrada con las vacunaciones ha
aumentado. El aluminio es otra conocida neurotoxina que además
favorece los procesos autoinmunes.
-Los niños autistas, que tienen anomalías en los mecanismos de
desintoxicación, son más vulnerables a los ataques de sustancias tóxicas.
-Actualmente se sabe que el organismo de los pequeños autistas está muy
cargado de metales pesados, sobre todo de mercurio y aluminio.
-El autismo clásico se define como la ausencia de desarrollo social desde
la más tierna edad y puede estar favorecido por el mercurio y otras
sustancias tóxicas que se administran con las vacunas de los primeros
meses, a una edad en la que es imposible saber cómo sería el desarrollo
del niño sin las vacunaciones.
-El autismo regresivo o tardío, que provoca una regresión neurológica y
afectiva en un niño que se había desarrollado normalmente hasta ese
momento, aparece alrededor de los 18 meses, generalmente tras la
administración de la vacuna triple vírica. Muchos padres reconocen que
sus hijos se desarrollaban con normalidad hasta el año y medio de vida.
Después de la triple vírica o los refuerzos de las vacunas, aparecen
alteraciones en el comportamiento y el desarrollo del niño, que se aísla
del mundo exterior, deja de comunicarse y adopta un comportamiento
34. 34
extraño. Aproximadamente 1-2 años después es diagnosticado de
autismo.
-La vacuna triple vírica se ha relacionado no solo con el autismo, sino
también con hiperactividad, dislexia, disfasia y epilepsia. Actualmente, en
los países desarrollados, un 15% de los niños presenta uno o varios
trastornos neurológicos o psíquicos.
-La vacuna triple vírica nunca ha contenido mercurio ni aluminio, pero su
relación con el autismo puede estar en relación con un proceso de tipo
autoinmune. Las vacunas, además de contener ciertos contaminantes e
ingredientes asociados al daño tisular y nervioso, producen también una
sobreexcitación generalizada del sistema inmunológico. En los niños
autistas puede haber problemas de autoinmunidad, pues se han descrito
anticuerpos frente a la proteína básica de la mielina y la proteína del axón.
-En algunos niños autistas se ha observado la presencia de anticuerpos
anti sarampión relacionados con el auto anticuerpo contra la mielina
natural: este tipo de reacción autoinmune se observó en el 60% de los
niños vacunados con la triple vírica y que presentaba autismo.
-Quizá el autismo esté relacionado con una respuesta autoinmune
postvacunal desencadenada tras la exposición a virus vivos atenuados y
metales pesados como el mercurio y el aluminio. En animales expuestos a
estos metales pesados se ha evidenciado la presencia de linfocitos T
autoreactivos.
-La vacunación, casi con toda seguridad, no es la única causa del autismo.
El autismo debe ser entendido más bien como el resultado de la
acumulación de factores de estrés sobre el cerebro y la vacunación es una
parte importante de ellos. La exposición del feto durante el embarazo a
pesticidas organofosforados y disruptores endocrinos como los ptalatos,
presentes en plásticos y perfumes, se ha relacionado también con el
autismo.
-En relación al autismo, podemos decir que nuestro destino no está en los
genes, sino en los químicos que cada vez más contaminan nuestro mundo
y a nuestros niños.
35. 35
-La medicina biológica comprueba la existencia en los niños autistas de
modificaciones bioquímicas, alteraciones inmunológicas o trastornos
enzimáticos, y demuestra cómo la restitución de nutrientes o la
restauración del equilibrio metabólico alterado se refleja en un cambio
positivo en las actividades cerebrales del niño. Los niños con autismo
presentan una cantidad importante de metales pesados en su organismo,
siendo el mercurio el que se halla con mayor frecuencia. Además estos
niños tienen déficit de vitaminas B1, B3, B6, B12, D y C y de minerales
como el zinc, magnesio, molibdeno, germanio, selenio, azufre, cobalto,
etc. Podemos decir que los niños autistas están intoxicados por metales
pesados y además tienen graves problemas inmunológicos, digestivos,
carencias enzimáticas, etc.
-El tratamiento biológico del autismo abarca cuestiones dietéticas, como
la dieta sin gluten y lácteos, la suplementación de vitaminas y minerales,
la reparación de la mucosa intestinal y la quelación en caso de intoxicación
por metales pesados (sobre todo, mercurio), muy común en niños
autistas. De esta forma, se recuperan las funciones digestiva e
inmunitaria, lo que es esencial en la recuperación de los niños autistas.
-Los beneficios del tratamiento biológico en niños diagnosticados de
autismo y trastornos graves del desarrollo comprenden la disminución de
la agresividad, la mejora del contacto visual, el aumento del lenguaje, la
disminución de conductas estereotipadas, la disminución de infecciones y
alergias, el equilibrio de la flora intestinal, etc, hasta en algunos casos la
total recuperación de los síntomas del autismo.
-La desintoxicación de metales pesados puede ser importante para
devolver la salud a los niños autistas. Cuando el mercurio es eliminado
correctamente del organismo, la salud de estos niños mejora de forma
significativa, con progresión rápida del lenguaje, mejora de la sociabilidad,
etc. Pero en España el autismo sigue siendo una enfermedad intratable,
que solo se aborda a nivel psicológico y farmacológico.
36. 36
VACUNAS Y MUERTE SÚBITA DEL LACTANTE
-La muerte súbita del lactante, una complicación vacunal dramática para
los padres, se define como la muerte repentina e inesperada de un niño
menor de un año aparentemente sano y para la cual no existe un
diagnóstico concluyente. Este cuadro comenzó a describirse hace unos 30
años. La muerte súbita infantil no es un fenómeno universal, pues no
ocurre en culturas con crianzas y pautas médicas diferentes a las de
Occidente.
-El número más elevado de casos de muerte súbita (90%), se da entre los 2
y 6 meses, cuando se administran las primeras tandas de vacunas. El
intervalo entre la vacunación y la muerte súbita es de unas 3 semanas,
pero muchos casos se producen los tres primeros días tras la vacunación.
-La frecuencia de muerte súbita infantil es de 1,5 a 2 casos por cada 1000
nacidos.
-Los investigadores están de acuerdo en que la muerte súbita del lactante
está relacionada con las vacunaciones. Algunos autores consideran que las
vacunas producen una alteración en la dinámica de fluidos del organismo,
lo que dificulta el trasporte de oxígeno y nutrientes por el sistema
vascular. La muerte súbita del lactante se explicaría por una alteración del
flujo sanguíneo en los capilares del tronco del encéfalo, que controla la
respuesta respiratoria refleja.
-La vacuna más implicada en los casos de muerte súbita es la DTP (difteria-
tétanos- tos ferina). Tras la administración de esta vacuna, se han descrito
alteraciones del ritmo cardíaco y episodios de apnea que pueden
prolongarse meses tras la vacunación. Se considera que unos 1000 niños
mueren al año en EEUU tras recibir esta vacuna, muchas veces en los tres
días posteriores a su administración. En este país, algunos casos de
muerte súbita del lactante son reconocidos como consecuencia de la
vacunación.
-Otras vacunas asociadas a la muerte súbita del lactante son la vacuna de
la polio, tos ferina y hepatitis B. La vacuna de la polio se ha relacionado
también con apnea respiratoria.
37. 37
-Otros factores asociados a la muerte súbita del lactante son la lactancia
artificial, la prematuridad y el bajo peso al nacer, el tabaquismo de los
padres, la posición del niño, deficiencias de minerales y vitaminas, etc.
-La muerte súbita tras una vacunación también se ha descrito en adultos,
sobre todo en relación con las vacunas de la gripe, hepatitis B y triple
vírica.
ENFERMEDADES AUTOINMUNES Y VACUNAS
-El aumento espectacular del número de vacunaciones administradas a los
niños en los últimos años se ha seguido de un aumento idéntico en la
incidencia de enfermedades autoinmunes como artritis reumatoide, lupus
eritematoso, psoriasis, asma, esclerosis múltiple, diabetes tipo I, etc. Se
estima que las vacunas causan el 79% de los casos de diabetes tipo l en
niños menores de 10 años. Aunque estas enfermedades pueden tener un
componente genético, las lesiones producidas por partículas extrañas,
mercurio, aluminio, formaldehido y otras sustancias tóxicas presentes en
las vacunas, pueden contribuir a su desarrollo.
-La inmunidad adquirida de forma natural al padecer una enfermedad
infecciosa evoluciona con la propagación del germen desde la vía de
entrada natural, por ejemplo, el tracto respiratorio, hacia el hígado, bazo,
timo y médula ósea. Todo el sistema inmune se moviliza para defendernos
del invasor. Esta compleja respuesta inmune crea anticuerpos que nos
confieren inmunidad para toda la vida y nos permiten responder
rápidamente frente a un nuevo contacto con el mismo germen en el
futuro.
-Por el contrario, la vacunación no provoca una respuesta inflamatoria
completa y permite la persistencia del germen o antígenos extraños
dentro de nuestras células, lo cual puede provocar reacciones de tipo
autoinmune cuando el organismo trata de destruir sus propias células
infectadas. Teniendo en cuenta este mecanismo, no es de extrañar que la
incidencia de las enfermedades autoinmunes haya aumentado de forma
considerable coincidiendo con la aplicación masiva de las vacunas.
38. 38
-El uso de múltiples vacunas que alteran el desarrollo normal de la
inmunidad natural favorece así mismo el desarrollo de alergias y asma.
-Las vacunas contienen además sustancias que estimulan el sistema
inmunológico, como las sales de aluminio y el escualeno. Esta
hiperestimulación del sistema inmune puede favorecer el desarrollo tanto
de cuadros alérgicos como de enfermedades autoinmunes.
39. 39
CONTRAINDICACIONES DE LAS VACUNAS
-En general, deben considerarse contraindicaciones a la vacunación las
siguientes: enfermedad aguda, convalecencia, preconcepción, embarazo,
estados alérgicos (asma, eczema, etc), enfermedades autoinmunes,
enfermedades neurológicas y procesos tumorales, pues no debemos
exponernos a agravar una enfermedad existente para evitar una
enfermedad improbable. Se debe valorar la vacunación en caso de
cualquier enfermedad crónica, infecciones de repetición, déficits
nutricionales y alteraciones del neurodesarrollo.
-Es importante renunciar a la dosis de recuerdo (o a toda vacunación
posterior) en el caso de que una vacuna haya producido fiebre alta con o
sin convulsiones, alteraciones digestivas, reacciones respiratorias,
infecciones urinarias, anemia, trombopenia, irritabilidad, gritos nocturnos,
llanto inconsolable, somnolencia, alteraciones de la motricidad o el
comportamiento o regresión en el desarrollo. Estas reacciones son
indicativas de terreno reactivo frente a futuras vacunaciones. Muchos
casos de daño vacunal pueden evitarse si al objetivar un efecto secundario
tras una dosis, se anulan las siguientes dosis.
-Cualquier alteración en el desarrollo normal del niño que aparece tras
una vacunación puede ser el resultado de una inflamación del cerebro, de
una encefalitis mínima. Estos cuadros de encefalitis dan lugar a todo tipo
de trastornos neurológicos, intelectuales o psíquicos, generalmente sin
evidencia de lesiones en el sistema nervioso. Si seguimos vacunando, los
daños neurológicos pueden ser definitivos.
-Hay diversas situaciones en que se debe valorar la conveniencia o no de
administrar una vacuna, pues pueden suponer un aumento del riesgo de
reacciones adversas, disminuir la eficacia de la vacuna o producir un
empeoramiento de un estado o una enfermedad crónica. Estas situaciones
son las siguientes:
-Preconcepción, embarazo y lactancia.
-Recién nacido prematuro o de bajo peso.
40. 40
-Retraso madurativo.
-Estado de malnutrición.
-Convalecencia, procesos postinfecciosos.
-Enfermedades infecciosas activas.
-Reacción alérgica después de alguna vacunación.
-Antecedentes personales y/o familiares de alergia. La aparición o
empeoramiento de un cuadro alérgico tras una vacunación, debería
hacernos replantear toda posible vacunación futura.
-Déficits inmunitarios. En el caso de niños con deficiencias inmunológicas,
deben evitarse las vacunas de gérmenes vivos: sarampión, paperas,
rubéola, varicela, rotavirus, polio oral, tuberculosis, etc.
-Enfermedades neurológicas: Parálisis cerebral, epilepsia, espasmos
infantiles, cambios del comportamiento, alteraciones en el desarrollo
psicomotor, autismo, cromosomopatías como el síndrome de Down,
enfermedades neuromusculares, etc.
-Enfermedades autoinmunes. Las vacunas favorecen el desarrollo de
enfermedades autoinmunes y empeoran su curso.
-Enfermedades metabólicas, como la diabetes infantil y el hipertiroidismo.
-Enfermedades renales.
-Enfermedades tumorales.
-Enfermedades degenerativas y progresivas, como la esclerosis múltiple,
esclerosis lateral amiotrófica, demencia.
-Fibromialgia, síndrome de fatiga crónica y otras enfermedades
ambientales. Las personas con estas enfermedades empeoran tras la
administración de vacunas.
-Antecedentes familiares de autismo, muerte súbita del lactante o
diabetes infantil. En general, cuando un niño ha tenido complicaciones
con una vacuna, es importante vigilar posibles reacciones en otros hijos.
41. 41
PRECAUCIONES CON LAS VACUNAS
-En la mayoría de los niños, es recomendable no vacunar el primer año de
vida, y mejor esperar hasta el segundo año. El niño está protegido como
mínimo hasta los 6 meses por los anticuerpos maternos. Si recibe lactancia
materna, esta protección se alarga hasta los 18-24 meses. En este
momento, se puede decidir qué vacunas administrar según su estado de
salud, sus tendencias hereditarias, sus condiciones ambientales, etc.
-La aplicación del calendario vacunal a edades tempranas podría presentar
dificultades para el desarrollo correcto de la inmunidad del niño. Además
en el bebé, los anticuerpos heredados de la madre neutralizan los
antígenos vacunales y su sistema inmune es inmaduro, por lo que el
número de inyecciones necesarias se multiplica para un resultado menor y
es preciso añadir adjuvantes como el aluminio. Para el futuro del niño,
esta sobreexcitación de la inmunidad el primer año de vida es nefasta.
-La vacunación es un acto médico que debe realizarse siempre con la
presencia de la historia clínica de la persona a vacunar, donde consten sus
antecedentes médicos y las posibles reacciones a vacunaciones previas. Se
deben evitar las vacunaciones masivas en escuelas o lugares de trabajo, o
incluso en consultorios o ambulatorios. Toda vacuna presenta riesgos que
deben ser tenidos en cuenta, sobre todo considerando que es un acto
médico dirigido a niños y adultos sanos.
-Vacunar de forma personalizada, valorando en cada caso individual la
necesidad de cada vacuna, sus beneficios y posibles riesgos. Las dosis de
recuerdo se decidirán también de forma individual.
- Toda vacunación puede tener efectos secundarios que pueden ser
frecuentes e importantes, por lo que debería regularse el consentimiento
informado para la administración de cada vacuna. Cada persona debe
aceptar la vacunación de forma voluntaria y libre, una vez que haya sido
informada de los beneficios y posibles riesgos de cada vacuna. Debemos
recordar que la frecuencia y gravedad de las complicaciones está
subestimada y que toda vacuna es potencialmente un peligro para la
salud.
42. 42
-Debemos informarnos además del contenido de las vacunas en cuanto a
excipientes, adjuvantes, etc, que pueden ser muy tóxicos.
-No aceptar una vacunación cuyo beneficio sea incierto. Toda vacuna
puede tener efectos secundarios, mientras que el riesgo de contraer la
enfermedad es incierto, incluso improbable. Antes de aceptar una
vacunación, se debe conocer la gravedad de la enfermedad que se trata
de prevenir, su frecuencia, la eficacia de la vacuna y las posibles
complicaciones de ésta.
-Si el niño presenta alteraciones neurológicas, tener mucho cuidado con
las vacunas neurotrópicas: Tétanos, polio, tos ferina, hepatitis,
meningococo, haemofilus influenzae, sarampión, paperas y gripe.
-Si aparece un efecto secundario tras una vacunación, valorar si se debe
continuar con las vacunaciones. Muchos casos de daño vacunal pueden
evitarse si al objetivar un efecto secundario tras una dosis, se anulan las
siguientes dosis. Tener mucho cuidado sobre todo con las vacunas
combinadas (triple vírica, DTP, etc) y con las de la polio y hepatitis B.
-Entre vacunas diferentes, debe dejarse un mínimo de 6 meses.
-Si se decide vacunar, es importante hacerlo con monovacunas, sin utilizar
vacunas combinadas.
-Cuando un niño ha tenido un problema con las vacunas, es importante
vigilar posibles reacciones en otros hijos.
-No seguir tratamientos con antibióticos ni antiinflamatorios en las
semanas previas y posteriores a la vacunación.
-No vacunarse en los 6 meses previos a la concepción.
-En caso de enfermedad crónica desarrollada el primer año de vida,
deberá valorarse la posibilidad de que esta enfermedad esté relacionada
con las vacunaciones.
-En España las vacunas son voluntarias. No existe ninguna ley que nos
obligue a vacunarnos o a vacunar a nuestros hijos.
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1. DIFTERIA
La enfermedad
-La difteria es una enfermedad infectocontagiosa que se caracteriza por la
aparición de falsas membranas en la garganta que pueden dar lugar a
serias dificultades respiratorias. El germen, además de desarrollarse en la
garganta, produce una toxina que es la responsable de la mayor parte de
las complicaciones de la enfermedad, como neuritis, alteraciones
cardíacas, vasculares, suprarrenales y renales. Las formas más severas
pueden presentar complicaciones muy graves e incluso pueden provocar
la muerte.
-La virulencia del bacilo depende la capacidad de reacción del organismo:
en caso de poca capacidad de respuesta, manifestado como fatiga crónica,
hipersensibilidad, deficiencias alimentarias o tratamiento con fármacos
como analgésicos, antitérmicos o antiinflamatorios, se crean condiciones
desfavorables para la evolución del proceso. La edad con mayor
propensión a contraer la enfermedad se sitúa entre los 2 y los 5 años.
-A principios del siglo XX la difteria era frecuente en Europa y EEUU. En
España ha habido diversos brotes: entre 1901 y 1942 se registraban unas
3000 muertes al año, pero en la década de los 40 se inició un descenso
impresionante de la mortalidad. Desde hace 20 años no se declara ningún
caso de difteria en España.
La vacuna
-La vacuna contiene una anatoxina que se fabrica desnaturalizando la
toxina del germen. Por lo tanto, no previene la infección, solo neutraliza la
toxina.
-En España la vacuna se introduce de forma obligatoria en 1945, se aplica
de forma masiva en 1965 en forma de DTP (difteria - tétanos - tos ferina) y
no se alcanzan coberturas estimables hasta 1982. Entre 1901 y 1964 la
incidencia de la difteria había disminuido un 97,2% y la mortalidad un
98%. En este descenso jugó un papel decisivo la mejora de las condiciones
higiénicas y nutricionales de la población.
45. 45
-La vacunación no tuvo ningún papel en el control de la enfermedad. Es
más, en Francia y Alemania, la incidencia de la enfermedad aumentó
coincidiendo con las campañas de vacunación. Después de la última
guerra, la tasa de vacunación en Europa era muy desigual, pero las
poblaciones más vacunadas eran las más afectadas.
-La respuesta que produce la vacuna es del 85-95 % y la memoria es de 2-3
años.
-Generalmente se administra asociada a tétanos (Td) o tétanos y tos ferina
acelular (DTPa y Tdpa). También existe como penta o hexavacuna. La
administración en forma de vacuna combinada aumenta los efectos
secundarios.
Efectos secundarios de la vacuna
-Esta vacuna se ha relacionado con reacciones alérgicas, nefropatías y
neuritis. Puede desencadenar una insuficiencia renal que precise diálisis.
-La vacuna se administra en forma de vacuna combinada, por lo que es
más difícil valorar los efectos de la misma por separado.
-Los efectos secundarios de la vacuna aumentan a medida que se
administran más dosis. Por esta razón, la dosis de “recuerdo” de los 14
años y la de los adultos es más baja (Td).
Conclusión
-La vacuna frente a la difteria no se ha sometido nunca a ningún estudio
científico comparativo para valorar su eficacia.
-En España el riesgo de contraer la enfermedad es prácticamente
inexistente. Teniendo en cuenta que han sido las mejoras de las
condiciones de vida e higiene las que han hecho desaparecer la
enfermedad, es muy dudoso que sea una vacuna necesaria. Debería
retirarse del plan rutinario.
46. 46
2. TÉTANOS
La enfermedad
-El tétanos es una enfermedad infecciosa no trasmisible que puede
desencadenar un cuadro clínico grave con tetania, espasmos musculares
generalizados y parálisis respiratoria, con el consiguiente riesgo vital. Los
síntomas de la enfermedad están relacionados con la toxina producida por
el germen (Clostridium tetani), que se desarrolla en el interior de las
heridas.
-Las heridas más susceptibles de contaminación son las profundas con
daños importantes en los tejidos, mientras que es menos probable en
heridas superficiales, sangrantes y limpias. Para prevenir la enfermedad es
importante una buena higiene, limpieza y oxigenación de las heridas. La
vía de contagio más frecuente es la tierra pisada por animales ovinos y
bovinos. Por ello, los profesionales más expuestos son agricultores,
ganaderos, granjeros, jardineros y basureros.
-Estudios realizados en España entre 1985-1992, muestran que el 84% de
los casos se producen en personas mayores de 50 años, generalmente con
un estado inmunitario deficitario, siendo muy rara la enfermedad en
menores de 10 años. También es más frecuente en adictos a ciertas
drogas. Últimamente es muy raro el tétanos neonatal.
-Actualmente se producen en España unos 50 afectados por año y las
cifras están disminuyendo de forma progresiva e imparable desde hace
años. Puede considerarse una enfermedad poco frecuente. La incidencia
de la enfermedad ha disminuido gracias a la mejora de la higiene, el
tratamiento de las heridas y el uso de antibióticos.
La vacuna
-La vacuna, que contiene una anatoxina, se introduce en España en 1965,
pero no se llega a coberturas satisfactorias hasta 1982. Cuando se
introduce la vacuna, la enfermedad ya se encontraba en franco declive.
-Generalmente, cuando se produce una herida, tiende a administrase una
dosis de recuerdo, además de inmunoglobulinas antitetánicas.
47. 47
-La vacuna produce una intensa respuesta inmunitaria específica y la
memoria dura 10-12 años.
-Las dosis de “refuerzo” pueden aumentar el riesgo de complicaciones
posvacunales. La hipersensibilidad a la vacuna está relacionada con la
edad (a partir de los 25 años pueden aparecer más reacciones adversas).
-La vacuna existe asociada a difteria (Td), a difteria y tos ferina acelular
(DTPa y Tdpa) y también formando parte de vacunas penta o
hexavalentes.
Efectos secundarios de la vacuna
-La vacuna puede producir reacciones inflamatorias locales, fiebre, cefalea
y malestar general. También puede dar lugar a reacciones anafilácticas.
-Otros efectos secundarios de la vacuna son los relacionados con el
sistema nervioso: encefalitis, procesos desmielinizantes, demencia y
procesos degenerativos, neuritis periféricas y neuritis óptica. Se han
descrito también complicaciones de tipo respiratorio, cutáneo, digestivo y
renal.
-La vacuna puede dejar como secuelas ambliopía y esclerosis en placas.
-Las inmunoglobulinas antitetánicas, de cuya eficacia se duda, pueden
tener graves efectos secundarios, como reacciones alérgicas y
encefalomielitis aguda progresiva.
Conclusión
-La posibilidad de sufrir esta enfermedad es remota, pues su incidencia en
países desarrollados es bajísima y claramente descendente en los últimos
50 años. Es una afección propia de adultos mayores de 50 años,
generalmente con un sistema inmune debilitado.
-Es importante vacunar sólo cuando sea necesario, por ejemplo en caso de
heridas profundas, contaminadas por tierra y restos orgánicos, pero no
utilizar la vacuna de forma preventiva. En cualquier caso, si se decide
vacunar a un niño, esperar a los 2 años de edad.
-Puede valorarse la vacunación en las profesiones más expuestas.
48. 48
3. TOS FERINA
La enfermedad
-La tos ferina es una enfermedad muy contagiosa que afecta a las vías
respiratorias y se manifiesta por tos convulsiva de semanas o meses de
evolución. Se presenta sobre todo en niños, de los 6 meses a los 10 años.
Con baja frecuencia, pueden aparecer complicaciones como asfixia,
apneas, neumonía, bronquiectasias, encefalitis y convulsiones. Las
complicaciones son más frecuentes en caso de debilidad o fatiga crónica.
Algunas de estas complicaciones, como la encefalitis, son las que
históricamente han caracterizado a la vacuna, convirtiéndola en una de las
más polémicas y controvertidas.
-Padecer la enfermedad no asegura la inmunidad total y permanente. En
España se declaran unos 5000 casos al año.
La vacuna
-La vacuna se introdujo es España en 1956. En 1965 se aplica de forma
masiva como tetravacuna (difteria, tétanos, tos ferina y polio), pero la
cobertura no es estimable hasta 1982. Entre 1901 y 1964, la mortalidad
por tos ferina, en ausencia de vacunación, había disminuido ya un 99 %.
-La vacuna provoca una insuficiente respuesta inmunitaria (40-50%) y una
memoria máxima de 3 años. Además puede favorecer la aparición de
casos de tos ferina más agresivos, producidos por el efecto de selección de
la vacuna.
-En algún estudio comparativo, se demostró que la vacuna puede
disminuir la posibilidad de contraer la enfermedad, pero con el riesgo de
efectos secundarios severos.
-Pero esta posible eficacia de la vacuna se puso en duda con la aparición
de brotes de tos ferina en poblaciones altamente vacunadas. Así, en
Suecia se suspendió la vacunación contra la tos ferina en 1979 debido a
una epidemia en 1978, en la que el 80% de los afectados estaba vacunado.
En el Reino Unido, entre 1970 y 1990 se detectaron 200000 casos de tos
ferina (en todos ellos, los niños ya habían sido vacunados).
49. 49
-Hacia 1995 se introdujo la vacuna acelular, que presenta menos efectos
secundarios, pero tanto la DTP antigua como la DTPa se han asociado a
convulsiones, retrasos del desarrollo e incluso muertes. Además, la vacuna
acelular puede tener una menor capacidad inmunógena.
-La vacuna existe asociada a difteria y tétanos (DTPa y Tdpa) y en forma de
penta y hexavacuna.
Efectos secundarios de la vacuna
-Esta vacuna ha sido responsable de efectos neurológicos graves y ha
provocado efectos invalidantes permanentes. Se ha relacionado con la
muerte súbita del lactante (en este sentido es la vacuna más peligrosa).
Esta vacuna no formaba parte de las inmunizaciones de rutina ni en
Alemania ni en Suecia porque el riesgo de accidente neurológico
posvacunal era más elevado que el de muerte o lesiones cerebrales
debidas a la propia enfermedad. La vacuna produce 5 veces más
encefalitis que la enfermedad natural.
-La vacuna se ha relacionado con reacciones locales (dolor intenso,
inflamación), fiebre, llanto, irritabilidad, reacciones alérgicas,
convulsiones, encefalitis desmielinizante y muerte súbita del lactante.
Cada año mueren unos 1000 niños en EEUU a causa de esta vacuna. Los
efectos secundarios son más frecuentes e intensos con las dosis de
“recuerdo”. Como secuelas, puede producir parálisis o epilepsia.
-Como monovacuna, produce un efecto adverso por cada 300000 dosis,
pero con la vacuna combinada aparece 1 por cada 50000 inyecciones.
Conclusión
-La tos ferina es una enfermedad benigna cuya vacuna puede tener
efectos secundarios graves sobre el sistema nervioso a cambio de una
inmunidad incierta. Podemos decir que los riesgos superan a los posibles
beneficios de la vacuna.
-El riesgo de contraer esta enfermedad en España es reducido, pues la
incidencia actual es baja. Habitualmente cura de forma espontánea. Es
mejor evitar esta vacuna.
50. 50
4. POLIOMELITIS
La enfermedad
-La poliomielitis es una enfermedad infecctocontagiosa aguda de origen
vírico que se presenta sobre todo entre los 6 meses y los 9 años de edad.
Se puede presentar de forma esporádica o bien epidémica. El cuadro
clínico de la enfermedad es casi siempre el de una simple gripe con
manifestaciones digestivas. Si se complica, se puede manifestar como
meningitis o mielitis, dando lugar a parálisis. En este último caso, se habla
propiamente de poliomielitis, causando parálisis flácida asimétrica de las
extremidades, pudiendo producir incluso la muerte. Se produce un caso
de parálisis por cada 100-1000 afectados.
-Hasta los años 40 del siglo XX, la incidencia de la poliomielitis en España
era menor que la de otros países europeos cuyo nivel socioeconómico y
sanitario era más alto. Pero entre los años 1954-1963 se produjeron varios
brotes epidémicos que dieron lugar a unos 20000 afectados. La incidencia
de esta enfermedad era mayor cuanto más alto era el nivel
socioeconómico y sanitario de un grupo de población. En este grupo
además la edad promedio de los afectados era mayor.
-Actualmente la enfermedad se ha erradicado en Europa y América y está
en vías de extinción en África y algunas zonas de Asia. Esto ha sido posible
gracias a la mejora de las condiciones de vida.
La vacuna
-Puede decirse que a mediados del siglo XX, la poliomielitis era una crisis
sanitaria en todos los continentes: solo en EEUU había producido más de
50000 muertes. Por ello, no es de extrañar que el desarrollo en 1953 de la
primera vacuna contra la polio por el Dr. Jonas Salk (vacuna inyectable de
poliovirus inactivados o VPI) y en 1957 de la segunda vacuna por el Dr.
Albert Sabin (vacuna “viva” oral), fueran acogidos con un suspiro de alivio
colectivo.
51. 51
-Luego se comprobó que la polio aumentó en EEUU un 50% entre 1957 y
1958 y un 80% entre 1958 y 1959, después de las vacunaciones a gran
escala contra la polio. Lo mismo ocurrió en otros países como Canadá,
Alemania o Brasil.
-El Dr. Salk reconoció en 1977 que las vacunas con virus “vivos” contra la
polio pueden producir la enfermedad que pretenden evitar. También
admitió que la inoculación en masa contra la polio fue la causa de la
mayor parte de los casos de la enfermedad en EEUU desde 1961.
-En España, la vacunación masiva contra la polio se inicia en 1958, cuando
la curva evolutiva de la enfermedad ya había comenzado a disminuir
progresivamente. La vacuna utilizada (Salk, de virus inactivados e
inyectable) se muestra poco eficaz y desencadena importantes accidentes
postvacunales, por lo que se retira de forma temporal en EEUU, Alemania
y España. El 1963 comenzó a administrarse de forma masiva la vacuna
Sabin, oral y con virus atenuados. Pero esta vacuna con virus “vivos” ha
dado lugar a casos de polio potvacunal, incluso epidemias postvacunales.
Desde 2004, en España se utiliza la vacuna Salk inyectable.
-En España no se ha declarado ningún caso de poliomielitis natural desde
1990. Sin embargo, desde la década de los 80 se observan casos de polio
postvacunal.
-La memoria que proporciona la vacuna es comparable a la de la
enfermedad natural, pero su eficacia es limitada, pues no evita en todos
los casos la posterior infección natural. Incluso se han declarado
epidemias en poblaciones bien vacunadas.
-La vacuna existe formando parte de vacunas penta y hexavalentes.
Efectos secundarios de la vacuna
-Esta vacuna se ha relacionado con mielitis, meningitis, reacciones
alérgicas, polio postvacunal, síndrome de fatiga crónica y muerte súbita
del lactante. La vacuna de virus vivos atenuados (vacuna oral) ha sido
responsable de formas de polio paralíticas en los últimos 30 años en los
países desarrollados.
52. 52
-Como secuelas de la vacunación pueden aparecer parálisis, epilepsia y
convulsiones.
-En la década de los 50 y 60, la vacuna sufrió contaminación por el virus
SV40, relacionado con tumores cerebrales, de hueso, pulmón y linfomas.
Estas vacunas contaminadas se administraron a millones de niños. Este
virus provenía de células del macaco que se habían usado para cultivar los
virus de la poliomielitis.
Conclusión
-Hasta hace un tiempo se consideraba una gran vacuna, pero ahora se
sabe que la vacuna contra la polio no ha disminuido la incidencia de la
poliomelitis, tiene gran cantidad de efectos secundarios y puede producir
casos de polio postvacunal.
-Dada la bajísima incidencia actual de la poliomielitis, la vacuna produce
más daños que los que intenta evitar.
-No está indicada la vacunación, pero si se desea hacerlo, es mejor utilizar
la vacuna Salk inyectable, de virus inactivados.
53. 53
5. HEPATITIS B
La enfermedad
-La hepatitis B es una enfermedad benigna. Solo el 30% de las personas
infectadas por el virus presenta síntomas, que consisten en un cuadro
gripal e ictericia. En algunas personas, después del cuadro infeccioso,
puede parecer astenia con una larga convalecencia. Muy raramente la
hepatitis se manifiesta de forma subaguda, pudiendo llevar a un fallo
hepático que puede ser fatal. En una minoría de casos, la hepatitis se
cronifica y puede evolucionar, sobre todo si se suma el abuso de alcohol,
hacia una cirrosis o cáncer de hígado, que se manifiesta 20 a 40 años más
tarde. Para la mayor parte de la población, el riesgo de afección grave por
hepatitis B por año es de 1 sobre 50 millones. Por ejemplo, en Francia, 25
personas mueren al año por cirrosis después de una hepatitis B, frente a
10000 que lo hacen por una cirrosis alcohólica. Por todo ello, puede
afirmarse que la hepatitis B no es una amenaza para la salud pública.
-La hepatitis B se transmite por vía parenteral, transfusiones y a través de
las relaciones sexuales.
La vacuna
-La vacuna contra la hepatitis B se introdujo en EEUU en 1986 para los
grupos de riesgo. Posteriormente, se decidió administrarla a todos los
recién nacidos, a pesar de que la incidencia de la hepatitis B es muy baja.
Cuando se introdujo la vacunación sistemática contra la hepatitis B, la
incidencia de la enfermedad ya había disminuido considerablemente.
-La vacuna frente a la hepatitis B tiene fragmentos de ADN obtenidos por
ingeniería genética. Este material genético recombinante puede confundir
al sistema inmunológico y favorecer la aparición de alteraciones de tipo
autoinmune. Esta vacuna presenta además contaminación proveniente de
las células de cultivos y de residuos del proceso de fabricación (enzimas,
proteínas, antibióticos, etc). Puede tener asimismo priones y residuos de
ADN que pueden integrarse en el genoma del receptor, con consecuencias
imprevisibles. A todo ello se une la presencia de aluminio, formol,
tiocianato de potasio y hasta hace poco, mercurio.
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-La efectividad de la vacuna es del 40-80% y la memoria es de unos 7-10
años, menor en caso de los niños. Por lo tanto ¿qué justificación tiene
vacunar a los bebés, y más teniendo en cuenta las vías de transmisión de
la hepatitis B ?
- La aplicación de la vacuna de forma masiva se hace como medida
preventiva frente al cáncer de hígado, cuya tasa es insignificante.
Efectos secundarios de la vacuna
-La vacuna contra la hepatitis B es la que produce más efectos
secundarios, hasta 10 veces más que otras vacunas.
-Entre estos efectos secundarios están las reacciones locales (dolor e
inflamación), somnolencia, irritabilidad, pérdida de apetito, fiebre,
linfadenopatías, cefalea, mareo, vértigo, cansancio, apnea en niños muy
prematuros, nauseas, vómitos, diarrea, dolor abdominal, reacciones
alérgicas, urticaria, erupción cutánea, prurito, edema angioneurótico,
mialgias y artralgias.
-La vacuna se ha relacionado con graves efectos secundarios de tipo
neurológico, como parestesias, hipoestesia, convulsiones, meningitis,
mielitis transversa, vasculitis, parálisis, neuropatías, encefalitis,
encefalopatías, esclerosis múltiple, Síndrome de Guillain Barré, neuritis
óptica, síndrome de fatiga crónica, trastornos del desarrollo, déficit de
atención, discapacidad psíquica, muerte súbita del lactante, etc.
-Otros efectos secundarios graves son los relacionados con la aparición de
enfermedades autoinmunes: artritis reumatoide, hepatitis, diabetes,
hipertiroidismo, anemia, trombopenia, miastenia, miositis, colitis ulcerosa,
lupus eritematoso, sarcoidosis respiratoria, etc.
-Esta vacuna se ha relacionado también con la miofascitis por
macrófagos. Esta enfermedad se asocia a la esclerosis múltiple y algunos
pacientes cumplen además criterios de síndrome de fatiga crónica. Se
piensa que está provocada por el aluminio de diversas vacunas, en
particular la de la hepatitis B.
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-Como secuelas, la vacuna de la hepatitis B puede producir artritis
deformante, esclerosis múltiple y diabetes tipo l.
-La vacuna comenzó a administrarse en la adolescencia, objetivándose
gran cantidad de efectos secundarios, algunos muy graves, incluyendo la
esclerosis múltiple. Actualmente se inicia su administración a los 2 meses.
De esta forma, las complicaciones neurológicas de la vacuna, como un
retraso en el desarrollo debido a una encefalitis postvacunal, pueden
confundirse con un estado congénito.
- En EEUU, esta vacuna comenzó a administrarse a los bebés de 2 meses
en el año 2000, sin haberse estudiado su seguridad en esta franja de edad.
Al poco tiempo, se habían recogido más de 36000 informes de reacciones
adversas, incluidas 440 muertes. En el momento actual, se calcula que
unos 5000 niños mueren cada año solo en EEUU a causa de esta vacuna.
-En Francia, miles de ciudadanos han demandado el estado por ocultar los
riesgos asociados a esta vacuna. En este país, la vacunación masiva de 30
millones de personas, ha producido gran número de problemas
neurológicos y autoinmunes, incluidos procesos desmielinizantes, como la
esclerosis múltiple. Además la esclerosis múltiple pediátrica se ha
multiplicado por 35 desde el inicio de las vacunaciones, cuando esta
enfermedad no es una enfermedad pediátrica. Entre 1995 y 2008, 141
adultos fueron indemnizados por afecciones contraídas tras la vacunación,
incluidos 115 que desarrollaron esclerosis múltiple.
-Debido a la gran cantidad de efectos secundarios, muchos de ellos
graves, algunos países han suspendido la vacunación masiva contra la
hepatitis B. Pero en otros países, como España, haciendo caso omiso de la
preocupación por estos efectos secundarios, la vacuna sigue
administrándose de forma masiva a los recién nacidos.
-La vacuna existe aislada, asociada a la hepatitis A y formando parte de
vacunas combinadas como la vacuna hexavalente: difteria - tétanos - tos
ferina - polio - haemophilus influenza tipo B - hepatitis B.
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Conclusión
-La hepatitis B es una enfermedad benigna, poco contagiosa y poco
frecuente, que afecta a una determinada población en riesgo y que se
puede prevenir con las mismas medidas que se usan en la prevención del
SIDA. La vacunación de los bebés es por lo tanto una medida innecesaria y
no exenta de posibles efectos secundarios muy graves.
-Puede estar indicada la vacunación en grupos de riesgo (drogadictos vía
IV, hemofílicos, personas que precisen transfusiones con regularidad, etc)
o en recién nacidos en caso de hijos de madres portadoras del virus. Es
más discutible su aplicación en profesionales de la salud.
-Esta vacuna también se indica en caso de viajes internacionales a zonas
de gran prevalencia de la infección, pero dadas las vías de transmisión de
la enfermedad, es poco probable su contagio excepto en caso de turismo
sexual.
-Esta vacunación debería retirarse del plan rutinario, pues sus riesgos
superan ampliamente sus posibles beneficios.
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6. MENINGOCOCO
La enfermedad
-La meningitis es una inflamación de las meninges, que se manifiesta en
forma de cefalea, fiebre, vómitos y rigidez de nuca. Otros síntomas que
pueden aparecer son desorientación, somnolencia, convulsiones o coma.
La mayor parte de las veces la meningitis es vírica y entonces su curso es
benigno y se cura de forma espontánea en algunos días. Cuando la
meningitis es bacteriana, la enfermedad es seria y su pronóstico depende
de la precocidad del tratamiento antibiótico. Las meningitis bacterianas no
representan más que un 6% del conjunto de las meningitis y están
producidas sobre todo por tres bacterias: haemofilus influenzae tipo B,
meningococo y neumococo.
-Generalmente la meningitis sobreviene cuando la capacidad de respuesta
inmunitaria del organismo ha sido superada. La incidencia de la meningitis
en general, aumenta con la lactancia artificial, el escaso contacto con el
sol, la convivencia en instituciones cerradas, etc.
-Las bacterias que producen meningitis (meningococo, haemofilus,
neumococo) conviven en las vías respiratorias del huésped, pero este
equilibrio armónico puede alterarse por el uso indiscriminado de
antibióticos y de ciertas vacunas.
- El meningococo es un germen que puede producir meningitis y
septicemias. El que el meningococo produzca o no enfermedad depende
del equilibrio entre la agresividad del germen y la capacidad defensiva del
individuo. Un 10-20% de la población es portadora sana del meningococo,
que se aloja en la garganta y parte posterior de la nariz.
-La meningitis por meningococo afecta sobre todo a los menores de 5
años y a los adolescentes, y se presenta sobre todo en invierno y
principios de la primavera. Este tipo de meningitis es la más grave y
además es muy contagiosa. Puede tener un curso clínico fulminante. El
tratamiento se realiza con antibióticos y es importante que se instaure de
forma precoz. La mortalidad de la meningitis por meningococo es del 5%.
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-Hay 13 tipos de meningococos, pero los serotipos más frecuentes en
España son el B (54% de los casos) y C (46% de los casos).
La vacuna
-Existen dos vacunas, frente al meningococo C y frente al meningococo A,
C, W135 e Y, pero actualmente se está usando la vacuna frente al tipo C
exclusivamente. No existe vacuna contra el meningococo tipo B.
-La vacuna contra el meningococo C es una vacuna conjugada con la
toxina diftérica o tetánica. Contiene aluminio. La eficacia de la vacuna en
menores de 5 años es mínima. De los 5 a los 19 años, la respuesta va
aumentando de forma progresiva. La duración de la respuesta es, como
máximo, de tres años.
-En cuanto a la eficacia de la vacuna, en los primeros años de la
implantación de la vacuna anti-meningococo A + C se observó que el
grupo vacunado tenía un riesgo de meningitis 4,4 veces mayor que el no
vacunado.
-En Inglaterra la vacuna frente al meningococo C, usada desde 1999, ha
disminuido el número de meningitis por este tipo de meningococo, pero
paralelamente han aumentado las meningitis de tipo B, de manera que la
frecuencia de la meningitis no ha variado.
-El meningococo es capaz de mutar y es posible que el uso generalizado de
la vacuna produzca una redistribución de las variantes de meningococo
con aparición de formas más agresivas y resistentes para las cuales no
existe vacuna.
Efectos secundarios de la vacuna
-Un estudio de farmacovigilancia admitió que la vacuna frente al
meningococo C produce 4,4 efectos secundarios graves por cada 100000
vacunados, una cifra casi 4 veces superior a la frecuencia de la
enfermedad, mientras que estudios independientes cifran las
complicaciones graves en 459 por cada 100000 vacunados (100 veces
más).