Este documento discute el uso excesivo de la palabra "güey" en México y cómo esto da una mala impresión de los mexicanos. El autor escuchó a otros mexicanos usar esta palabra constantemente durante unas vacaciones y un mesero extranjero no pudo encontrar el significado en el diccionario. El documento argumenta que debemos dejar de usar esta palabra tanto y en su lugar promover un lenguaje más rico y respetuoso que refleje mejor la cultura de México.