ACERTIJO DE LA BANDERA OLÍMPICA CON ECUACIONES DE LA CIRCUNFERENCIA. Por JAVI...
Nostalgia
1. NOSTALGIA
"La tristeza siempre merece un recuerdo".
Únicamente poseía la generosa compañía solitaria de los años que al menos, nunca le había
sido infiel, prueba de ello, esos ligeros y amables pliegues esbozar un rostro supersticioso y
apasionante. Su torpe andar dibujaba una extraña figura jeroglífica indescifrable e
interesante, Esos frisos canos y esa conversa en retrospectiva siempre disimulaba algarabías
heredada de los dioses. Al doblar la gigantesca piedra aguileña de Machu Picchu,
desapareció su extraordinaria belleza, sumiéndose en una unánime nostalgia circular al pie
de andenes milenarios, murmurando el eco de una sonrisa indefinida y multitudinaria
escuchada al pie de las pirámides. Minicuentos para soñar (2018) Primera Edición- Lima
Perú, 114 pp.
Nostalgia se podría definir como el regreso o el dolor, pero siempre nos vamos a preguntar
¿Qué es la nostalgia? Nos preguntamos y empezamos a preguntar a nosotros mismos. El
concepto de nostalgia también se refiere cuando notamos la ausencia de patria o de amigos.
Cuando todos nosotros escuchamos nostalgia nos hace especial referencia a que las
personas dejan sus ciudades y países para emprender una nueva etapa de su vida, también
lo relacionamos con el sentimiento de la pena, tristeza, angustia y depresión. Cuando ya
uno con la mayor madurez de que vamos creciendo a lo largo de nuestras vidas. Nos
autoevaluamos en nuestro pasado, presente y nuestro futuro. Nos damos cuenta que la
tristeza es inevitable en un ser humano, pero huir de eso es un acto de pánico en la que
pocas personas lo realizan. A veces se necesita de remedio para poder salir de ese mal
momento; sin embargo nosotros casi siempre solemos salir de aquel vacío y renacer de
cualquier adversidad.
También entendemos que son sentimiento de anhelo por un momento, situación o
acontecimiento pasado. Como la pena que se siente por algo que se ha tenido y que en la
actualidad, ya no se tiene. Comúnmente como un sentimiento que cualquier persona puede
atravesar en cualquier etapa de su vida.
Solemos sentirnos nostálgicos ante la lejanía o la pérdida de una persona muy importante o
un animal querido, un lugar, una situación o una época pasada. Particularmente por una
época o por un lugar donde nosotros tuvimos buenas experiencias o que nos generó buenos
recuerdos en cualquier etapa de nuestra vida, por ejemplo nuestra bella juventud.
Cuando nos sentimos nostálgicos nos puede llevar al sentimiento de soledad, falta de
sentido de la nuestra vida y desconexión con quienes te rodean, pero otra veces solemos
sentirnos mejor, nuestro estado de ánimo y darnos más seguridad en nosotros mismos,
siempre y cuando no tendríamos que recurrir constantemente.
A veces solemos diferenciar entre dos conceptos como la nostalgia y la melancolía, suelen
utilizarse de forma indistinta. Por ejemplo la melancolía tiene como sinónimos de tristeza
2. general, en cambio la nostalgia es la ausencia de una persona importante que se encuentra
lejos. Algunas veces nosotros pensamos que la nostalgia es una enfermedad o condición
psíquica o mental patológica; sin embargo puede convocar síntomas veraces en lo físico.
Las añoranzas y la nostalgia son naturales y hasta pueden ser positivas cuando traen
aprendizaje de lo vivido en cualquier etapa de nuestra vida.
Cuando nos invade la nostalgia solemos recordar nuestro pasado, a veces es sano si sirve
para vernos tal y como somos hoy. Pero anclarnos en nuestros recuerdos de forma obsesiva
puede llegar a dolernos y lastimarnos.
De pronto nos invade nuestros recuerdos con muchas imágenes, resonancias, palabras o
sentimientos de nuestro pasado. Nos damos cuenta de que no es un mero ejercicio de
nuestra memoria, ya que acompañado de esos trazos de vida vivida, nos aparece vagas
emociones que parecen instalarse definitivamente en nuestro interior. Nos ocurre entonces
de que aquellas emociones imprecisas despiertan un enorme sentimiento que nos cubre todo
nuestro ser con su presencia, como si de golpe todo nuestro pasado vivido se quedará
resumido, como si el tiempo se atora con el único objetivo de encajar en la encrucijada de
ser lo que ya no podemos ser.
Existen sentimientos más llevaderos que otros; sin embargo el de la nostalgia puede llegar a
dolernos y someternos al quiero y no quiero. A veces nos perdemos en el laberinto del
tiempo sin poder salir de él sin sufrir, siempre añoramos un regreso imposible. No obstante
algunas personas suelen descubrir en tal pasión una forma adictiva de vivir, uno de sus
refugios de su incomprensible vida, un expulsión de nuestro interior que llena los vacíos de
su existencia.
Podría definirse entonces que la nostalgia como el sufrimiento causado por el deseo
incumplido de regresar. Según donde queramos regresar nosotros podremos observar, al
menos tres formas de diferentes nostalgias.
La primera nos da puramente sentimental, como una especie de lamento de las pérdidas de
nuestra vida, como suelen ser, por ejemplo nuestros amores del pasado. No es de extrañar
que el primer amor se aquel al que siempre regresamos, sobre todo cuando las cosas no van
bien en nuestras relaciones actuales. Solemos regresar para encontrar refugio al centro de
los días en los que únicamente nuestra preocupación era descubrir el dulce sabor de
nuestros primero besos. Siendo así un bonito recuerdo, pero con la nostalgia se convierte en
algo muy desesperante.
Encontramos recuerdos o experiencias cuyo significado ha calado tan hondo en nuestra
existencia y en nuestra vida, que su inesperado recuerdo nos traslada hasta ese mismo
instante en el que logramos aquel éxito, en el que surgió nuestro primer amor y en el que
vivimos con intensidad, en donde descubrimos a Dios o en el que nos pareció que
estábamos cambiando el mundo. Tal vez no repetiríamos los mismo acontecimientos, pero
qué duda cabe que volveríamos encantados a envolvernos de los mismo sentimientos.
3. La segunda nos da la manera de vivir con la nostalgia, como representar aquellas personas
que viven sin desprenderse nunca de lo pasado. Los recuerdas adrede, los revisamos en
fotos o videos, algunos los mantienen vivos en cada conversación, una manera de
permanecer a través del tiempo, lejos de abrir nuestros ojos para ver la realidad más
inmediata, algunas veces más oscuras que la de aquellos años que fueron tan felices en
nuestra vida. Todo lo bueno que podamos vivir ahora en nuestra vida será difuminado para
no estropear el añorado recuerdo con el que se quiere vivir.
Elogiar el tiempo pasado desde la gratitud puede entenderse como un acto de alimento
interior. Poder mirar atrás, lo vivido, en paz y tranquilidad. No se trata de evitar una
presencia nostálgica, sino integrará como parte del inmenso don de haber podido vivir
momentos de tanta plenitud.
El último de la nostalgia tiene mucho que ver con la idea del regreso a casa. Vivir puede
asemejarse a un largo viaje, lleno de aventuras, de alegrías, tristezas y desesperanzas. Sin
embargo, de cada puerto visitado, de cada amor entretenido, existe la nostalgia de volver al
hogar, siempre buscamos la manera de regresar a casa, a veces como símbolo del encuentro
de nuestra propia paz.
A veces esa paz también se encuentra en el regreso de nuestros recuerdos durante la
infancia y la adolescencia. En ese sentido, los pueblos, sus gentes, sus calles, sus entornos,
olores y andadura anunciadas en nuestro sistema emocional. También nuestras almas
encuentran reposo en la serenidad, como nostalgia de aquel lugar eterno en la serenidad,
como nostálgica de aquel lugar eterno al que regresaremos algún día.