Este documento describe la situación de los adolescentes y jóvenes en América Latina y el Caribe. Señala que el 24,5% de la población de la región son jóvenes, muchos de los cuales enfrentan problemas como pobreza, desempleo, acceso limitado a la educación y la salud, embarazos no planificados, VIH/SIDA y consumo de drogas y alcohol. El documento también destaca que los jóvenes están insatisfechos con su falta de representación en los procesos políticos formales y buscan
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Foro Regional de Juventudes de América Latina y el Caribe 2014
Nota Conceptual
Antecedentes
En el año 2013, el Secretario General de las Naciones Unidas nombró al Sr. Ahmed Alhendawi como su
Enviado sobre Juventud, como una medida para fortalecer el compromiso de las Naciones Unidas con
la juventud y creó a la vez un grupo de trabajo con la tarea de elaborar un Plan Estratégico Global en
Juventud, que reúne diversas agencias del Sistema y que ha definido los temas prioritarios de trabajo
por la juventud a nivel mundial.
En agosto del 2013, en el marco del Foro sobre Inversión en Juventud realizado el 12 de agosto, Día
Internacional de la Juventud en Montevideo, Uruguay, el Sr. Alhendawi propuso a los directores
regionales de varias agencias de las Naciones Unidas, la realización de un foro regional en el año 2014
como un mecanismo de diálogo y consulta con todos los sectores interesados en la juventud, y
entendido como un importante paso en la ruta para trasladar los resultados de esta consulta al proceso
global de consultas sobre la Agenda de Desarrollo Post 2015.
En febrero de 2014, por un lado, otras agencias del Sistema de Naciones Unidas deciden sumarse a esta
iniciativa y, en el ámbito global, el Presidente de la Asamblea General de las Naciones Unidas junto con
el Enviado sobre Juventud, pusieron en marcha una Alianza Mundial de la Juventud en la Agenda de
Desarrollo Post-2015, para reunir a un amplio espectro de actores interesados en tener una voz
unificada para las prioridades de la juventud en la Agenda de Desarrollo Post-2015.
Esta iniciativa global, se suma a las iniciativas regionales que ya se venían impulsando en la región, para
recoger las miradas y opiniones de las juventudes. En ese sentido, durante el año 2013 se llevaron a
cabo varias reuniones de consulta organizadas por la Organización Iberoamericana de Juventud con el
apoyo de diversas agencias de cooperación, entre ellas UNFPA, PNUD y CEPAL, para construir una
Agenda regional de Desarrollo e Inversión Social en Juventud.
En este contexto, se propone la realización del Foro Regional de Juventudes de América Latina y el
Caribe 2014.
Situación de las y los adolescentes y jóvenes en la Región
Las manifestaciones ciudadanas ocurridas durante los años 2012 y 2013 en diversos países
latinoamericanos –en las cuales los jóvenes han sido protagónicos- ratifican la importancia de redoblar
esfuerzos ante persistentes problemas estructurales en nuestras sociedades, especialmente de
desigualdad, pero también son una oportunidad de repensar las políticas públicas y la gobernabilidad
democrática en el siglo 21.
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Las personas jóvenes representan el 24,5% de la población total de la Región (232 millones). Alrededor
de 156 millones son adolescentes y jóvenes entre 15 y 29 años. El 39% de los jóvenes viven en la
pobreza. La pobreza y la indigencia afecta a un 25% de los jóvenes entre 15 y 29 años. La pobreza
juvenil en el área rural es de 46,8% y la pobreza en la zona urbana es de 25,5%. En una región étnica y
culturalmente diversa, los jóvenes indígenas representan el 50% del total de la población joven y
suelen vivir en la pobreza y en zonas rurales.
Según datos de la OIT1, la precariedad de la inserción laboral de los jóvenes continúa siendo una
característica persistente en la región: el desempleo medio, superior al 14%, triplica la tasa de los
adultos, situación que es más grave entre las mujeres, la población indígena y la población afro-
descendiente. Uno de cada cinco jóvenes de la región, entre 15 y 24 años, ni estudia ni trabaja. Entre los
jóvenes que trabajan, un elevado porcentaje lo hace en condiciones precarias: sólo el 37% cotiza a un
seguro de salud y el 29% a un sistema de pensiones, y más de la mitad (55,6%) tiene un empleo
informal. Los datos negativos son más acentuados entre los jóvenes de menores ingresos, reflejando la
desigualdad característica de la región. Existen 23 millones de jóvenes en áreas rurales que son
afectados por la menor oferta educativa y menor calidad de la capacitación que reciben. 40% de la
población de América latina y el Caribe ha completado noveno grado en la población pobre comparado
con 67% de la población más rica. Las conductas de riesgo son mucho mayores en los adolescentes que
no tienen una conexión escolar y que tienen menor grado de escolaridad. En términos generales, en
América Latina sólo el 38% de los jóvenes de 18 años de edad asiste a la escuela. Por cada año
adicional de escolarización, las tasas de fecundidad en los adolescentes latinoamericanos disminuyen
entre un 5% y un 10%. Solamente 18% de los latinoamericanos cuentan con educación universitaria.
En relación con la morbilidad y la mortalidad, se registró un total de 287.920 defunciones en la Región
de las Américas en personas de entre 15 y 29 años (2004). El homicidio es una de las principales causas
de mortalidad 100 muertes por cada 100,000 habitantes en las edades de 15 a 29 años. Las principales
causas de mortalidad de 15 a 24 años de edad son externas, incluidos los accidentes, los homicidios y
los suicidios, seguidos de las enfermedades transmisibles entre ellas, la infección por el VIH/sida, las
enfermedades no transmisibles y las complicaciones del embarazo, el parto y el puerperio.
América Latina y el Caribe es la única gran región en la que en algunos países aumentó la fecundidad
adolescente en los últimos 30 años del siglo XX (Rodríguez, citado en ORAS CONHU: 2009). La mitad de
los países de la Región de las Américas presentan tasas de fecundidad entre adolescentes de 15–19
años de edad por encima de 72 por 1.000 mujeres. El 20% de los partos en la Región correspondió a
mujeres menores de 20 años de edad, y se estima que el 40% de los embarazos fue no planificado. La
tasa de fecundidad de las adolescentes que viven en la pobreza es tres veces mayor que la de las
adolescentes que no viven en la pobreza.
En América Latina los nacimientos de mujeres adolescentes representan el 18 por ciento del total de
partos. Las probabilidades de que una joven de 15 a 19 años muera por causas relacionadas con el
embarazo pueden ser de dos a tres veces mayores que en mujeres de más de 20 años. En menores de
14 años es casi el doble de la presentada en otros grupos de adolescentes (15-19 años) (Molina et al:
2010), siendo este uno de los principales impactos de la fecundidad precoz y una vulneración de
derechos que es inaceptable.
1
Trabajo Decente y Juventud en América Latina: Políticas para la acción, Oficina Regional, OIT, Diciembre 2013
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En la región, un 10% de las jóvenes de 15 a 19 años son madres adolescentes, pero hay grandes
diferencias entre regiones y países. En las áreas urbanas el 9,1% de las adolescentes son madres,
mientras que en las áreas rurales este porcentaje se incrementa al 13,1%20. (CEPAL, UNFPA: 2011)
Cerca del 90% de los jóvenes de América Latina y el Caribe reportaron conocer al menos un método de
anticoncepción, pero entre el 48% y el 53% de los jóvenes sexualmente activos nunca usaron
anticonceptivos. Entre los que habían utilizado un método anticonceptivo, aproximadamente el 40% no
lo hicieron de forma regular. En el 2003, el 45% (405) del total de muertes estimadas (900) por abortos
inseguros se registra en mujeres menores de 24 años.
En América Latina sólo el 30% de los jóvenes entre 15-24 años identifican correctamente como
prevenir la transmisión sexual del VIH y rechazan conceptos erróneos sobre la transmisión del mismo,
(2011). La falta de información de calidad sobre salud y derechos sexuales y reproductivos está
teniendo consecuencias graves en la epidemia de VIH, ya que se estima que el 50% de las nuevas
infecciones por VIH en nuestra región ocurren en jóvenes de entre 15 y 24 años2. Muchos de las y los
jóvenes que viven con el VIH no tienen acceso al tratamiento e incluso no conocen su estado serológico;
en ocasiones, porque existen barreras legales que limitan su poder de consentimiento para acceder a la
prueba del VIH y otros servicios de prevención.
El sida dio cuenta del 47% de todas las defunciones por enfermedades infecciosas y parasitarias en
jóvenes de 15 a 29 años en la Región de las Américas; de esta cifra, el 67% correspondió a varones
jóvenes y el 33% a mujeres jóvenes. ONUSIDA 2012 señala que la prevalencia en América Latina y el
Caribe de VIH en población de 15 a 49 años es del 0,4. Y en personas de 15 a 24 años de 0,2.Las
infecciones de transmisión sexual (ITS) afectan a uno en de cada 20 adolescentes cada año; entre estas
infecciones, las más frecuentes son la clamidiasis, la gonorrea, la sífilis y la tricomoniasis.
En una encuesta de salud realizada en el Caribe, aproximadamente las mismas proporciones (5,0% y
4,5%, respectivamente) de varones y mujeres adolescentes informaron experiencias sexuales con
parejas del mismo sexo, y más del 10% de los adolescentes informaron tener dudas de su orientación
sexual (el 11,7% de las mujeres y el 13,3% de los varones).
En un estudio del Caribe realizado en el 2000 el 40% de las mujeres y el 54% de los varones de edades
comprendidas entre los 12 y 18 años consumían alcohol. 50% de los adolescentes entre 13 y 15 años
han consumido alcohol antes de los 14 años. 40% de los estudiantes de entre 13 y 15 años de 15 países
indica haber consumido al menos una copa de alcohol en los últimos 30 días, y más del 15% haberse
emborrachado al menos una vez en su vida. Uno de cada 10 jóvenes de 16 a 18 años de edad señaló que
consumía cuatro o más bebidas alcohólicas a la vez.
El consumo de tabaco en el último mes entre los adolescentes de 13–17 años de edad osciló entre el
2,2% y el 38,7% en el estudio de siete países latinoamericanos. 50% de los adolescentes entre 13 y 15
años admite haber fumado al menos una vez antes de los 14 años.
En un estudio en 11 países se encontró que 50% de los jóvenes entre 13 y 15 años de edad que están en
la escuela reportan haber consumido drogas al menos una vez en su vida. Mayor porcentaje en Antigua
y Barbuda, Dominica y Jamaica (cannabis la droga más consumida). De siete países latinoamericanos,
2
Evaluación de la implementación de la Declaración Ministerial “Prevenir con Educación”. Del Acuerdo a la Acción:
Avances en Latinoamérica y el Caribe. Federación Internacional de Planificación de la Familia (IPPF). 2012
4. 4
aproximadamente uno de cada 10 adolescentes de 13 a 17 años de edad afirmó haber consumido
drogas ilícitas por lo menos una vez en su vida.
El relación con la participación juvenil, el incremento del activismo juvenil en la región en los últimos
años nos dice que los jóvenes, más allá de ser escuchados, quieren participar activamente en el
desarrollo de sus sociedades. De hecho, la 1ª Encuesta Iberoamericana de Juventudes (OIJ, 2013)
muestra que los jóvenes esperan que su participación aumente en los próximos cinco años. En
consecuencia, si las instituciones no abren espacios participativos formales a los jóvenes, entonces las
protestas se convertirían en el medio más efectivo para hacerse escuchar. Y la región desperdiciaría
una oportunidad de capitalizar el empoderamiento ciudadano y ampliar la calidad de su gobernabilidad
democrática. En esta Encuesta, las y los jóvenes dijeron lo mismo que nos están diciendo desde las
calles: esperan más en términos de reducción de la corrupción, de la violencia, la desigualdad, avances
en materia de medioambiente y una educación de calidad.
La región está en deuda con las juventudes. A menudo las y los jóvenes no se sienten representados en
los discursos, espacios y mecanismos políticos tradicionales; no participan de espacios de decisión, ni
en debates sobre temas socioeconómicos y políticos claves aun cuando se sienten sensibles a las
demandas de equidad y justicia social, protección medioambiental y diversidad cultural.
Las formas de participación de los jóvenes han cambiado. Posiblemente hoy muchos jóvenes no
participan del imaginario del gran cambio social o político de hace tres o cuatro décadas, donde la
política aparecía como el campo privilegiado de compromiso vital. Desde hace algún tiempo la juventud
se ve más distanciada del sistema político y de la competencia electoral. En todos los países de la
región, sin excepción, los jóvenes muestran menos inclinación a votar (LAPOP 2012 y PNUD 2013).
Existe evidencia creciente de los declinantes niveles de participación de los jóvenes, no sólo en las
elecciones, partidos políticos y organizaciones sociales tradicionales, sino además en el importante
proceso de generación de políticas públicas. En una revisión de la literatura sobre juventudes de la
UNESCO se destaca que la inmensa mayoría de los jóvenes latinoamericanos y caribeños se encuentra
al margen de las organizaciones y movimientos juveniles existentes (entre un 5 y un 20 % según los
países, siendo abrumadora mayoría las organizaciones deportivas y religiosas), en lo que podríamos
considerar una transición a nuevas formas de participación juvenil y de entender la misma
participación y compromiso o actuar ciudadano.
La inadecuada o insuficiente representación de las y los jóvenes, de su diversidad también, en procesos
e instituciones públicas y políticas formales, tales como elecciones, parlamentos, administración
pública y partidos políticos, tiene un impacto en la calidad democrática de las mismas. Ello, sin duda,
ha facilitado la emergencia de movimientos, manifestaciones y organizaciones sociales no tradicionales
donde los jóvenes juegan un papel de liderazgo clave; con nuevas formas de comunicación,
convocatoria y participación, como los casos del movimiento estudiantil chileno, o el movimiento.
El apoyo a la promoción de la participación política de las juventudes, desde su diversidad, es una base
fundamental para el fortalecimiento de la participación y el acceso al proceso de formulación de
políticas públicas en la superación de las desigualdades persistentes en América Latina y el Caribe.
Según las cifras relevadas por la Unión Parlamentaria Internacional y el PNUD en el Informe
Parlamentario Mundial de 2012, solo el 1,65% de los parlamentarios tienen entre 20 y 29 años,
mientras un 11,87% tienen entre 30 y 39 años. El 80% de los parlamentarios tiene más de 40 años . En
2013, el PNUD a través de su Dirección Regional realizó un relevamiento de información sobre la
5. 5
representación juvenil en los parlamentos de la región. Al considerar los representantes menores de 30
años, se verifica un total de 68 representantes hombres (2,7% del total) y 32 representantes mujeres
(1,30%) menores de 30 años en los 25 parlamentos estudiados de América Latina y el Caribe.
En conclusión, las y los jóvenes están subrepresentados en los parlamentos de la región. Los jóvenes
pueden ejercer el derecho a elegir desde los 18 años y en algunos países desde los 16 (Argentina, Brasil,
Ecuador, Nicaragua). Sin embargo, desde la perspectiva del derecho a ser elegido, a pesar que en la
mayoría de los parlamentos la edad para poder ingresar fluctúa entre los 18 y los 25 años, no se
traduce en una representación acorde con la proporción de personas jóvenes.
La construcción e implementación de una agenda juvenil que aborde estos desafíos y que brinde
respuestas estructurales para los jóvenes desde espacios como los parlamentos guarda relación con la
cantidad como con la calidad de la participación y el tipo de representación en estos espacios formales
del Estado.
Objetivo del Foro
Facilitar un espacio de diálogo entre las personas adolescentes y jóvenes y los diversos sectores
interesadas en la Agenda y los temas de adolescencia y juventud en la región, con la finalidad de
generar consensos que conlleven a la formulación de recomendaciones que recojan las prioridades de
la región para la Agenda Post 2015 en materia de Juventud.
Resultados esperados
1. Formuladas recomendaciones para la incorporación de las necesidades y demandas de las
juventudes de la región en la Agenda de Desarrollo Post 2015, y sus vínculos con la CIPD+20 y
Beijing+20.
2. Establecidas alianzas entre los gobiernos participantes, las organizaciones de la sociedad civil
y las agencias de cooperación para impulsar la inclusión del tema de juventud en la Agenda
global y regional.
Temas
Con el fin de identificar los temas prioritarios para la región, se desarrollará un proceso de consulta con
los participantes, previo al foro, para consensuar los temas indispensables de abordar y sobre los
cuales se debe pronunciar la región. Esto permitirá acordar los temas que en definitiva se llevarán a
discusión en el Foro presencial.
El Foro regional debe tener un enfoque estratégico, por lo que se considera imprescindible identificar
aquellos temas con visión estratégica que van a propiciar transformaciones que contribuyan a mejorar
el bienestar social, económico, político, medioambiental y/o cultural de la juventud en la región.
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Para ello se tomarán como base de la discusión en primer lugar, los temas considerados en las áreas
temáticas propuestas para la Agenda de Desarrollo Post 2015, entre otros: Erradicar la pobreza,
Proveer educación de calidad y aprendizaje desde primaria a terciaria, Empoderar a niñas y mujeres y
alcanzar la equidad de género, Garantizar vidas saludables y acceso universal a servicios de salud
(incluye saneamiento), Creación de empleos, subsistencia sostenible, crecimiento equitativo y comercio
global, Asegurar el buen gobierno y las instituciones eficaces, Asegurar la paz y seguridad en las
sociedades
En segundo lugar, se tomarán en cuenta los cinco temas del Plan Global de Juventud de las Naciones
Unidas (SWAP), adoptado en el 2013, que incluyen: Empleo y empresariedad, Protección de los
derechos y participación ciudadana, Inclusión política, Educación, incluyendo salud sexual y
reproductiva, Salud.
Asimismo se considerarán las cinco áreas prioritarias de intervención de la Agenda de Desarrollo e
Inversión Social en Juventud: Inserción Laboral, Educación Media, Acceso a servicios de salud sexual y
reproductiva y a educación integral de la sexualidad, Prevención de la Violencia y Participación
Ciudadana.
No obstante, con el fin de identificar los temas prioritarios para la región, se desarrollará un proceso de
consulta con los participantes, previo al foro, para consensuar los temas indispensables de abordar y
sobre los cuales se debe pronunciar la región. Con esa finalidad se conducirá un proceso de consulta
virtual que permitirá acordar los temas que en definitiva se llevarán a discusión en el Foro presencial.
Participantes
En el Foro participarán prioritariamente adolescentes y jóvenes representantes de los diversos
sectores de la población de la región, pero además se invitará a otros actores involucrados en la agenda
de juventud en la región:
a) Adolescentes y jóvenes, representantes de redes nacionales y regionales. Para ello se definirán
criterios de selección, tomando en cuenta -entre otros- los siguientes factores: edad, sexo, y
etnia, subregión geográfica, área temática de trabajo.
b) Representantes de los mecanismos gubernamentales de juventud
c) Representantes de las instancias de juventud de los organismos intergubernamentales
regionales o subregionales: OEA, SICA, BID, OIJ, CARICOM, UNASUR, CELAC y otros
d) Representantes del sector privado que trabajan en juventud: CAF, Microsoft y otros
e) Representantes de organizaciones no gubernamentales que trabajan con juventud en la región:
PLAN, CARE y otros
f) Representantes del Grupo Intergencial de Juventud
g) Directores Regionales de las agencias del SNU.
Lugar y fecha
Quito, Ecuador, del 12 al 14 de mayo de 2014.
7. 7
Metodología
El Foro tendrá una metodología interactiva, participativa, novedosa que recoja las experiencias de
eventos globales y regionales que han sido exitosos en contenidos y resultados3. En ese sentido, por un
lado, en relación con los temas de la agenda, como ya se señaló, estos se consultarán con representantes
de los diversos sectores que serán invitados. Considerando que la región lleva un proceso avanzado de
discusión sobre la Agenda regional de Desarrollo e Inversión Social en juventud, la agenda constituirá
un insumo fundamental para el Foro.
Para maximizar la interacción entre las y los participantes, se utilizará el formato de “world-café”: los
temas se presentarán en sesiones plenarias con representantes de los diversos sectores invitados;
posteriormente los participantes se dividirían en pequeños grupos, manteniendo la diversidad entre
múltiples sectores, para consensuar las recomendaciones de cada tema y, finalmente, se presentarán
las recomendaciones a la sesión plenaria para los acuerdos finales.
Previo al Foro se creará una página web mediante la cual se compartirán documentos, se realizarán las
consultas sobre los temas y otros aspectos importantes, de modo que el diálogo se vaya realizando
desde antes del foro presencial y se continúe también posteriormente por esta vía.
3
Como el Foro de la Juventudes de Bali realizado en diciembre de 2012 y la Cumbre Beyond 2015, realizada en San José
de Costa Rica en setiembre de 2013.