La madre está preocupada porque su hijo de 5 años tiene dificultades de atención y bajos niveles académicos. El niño no quiere ir a la escuela ni participar en actividades relacionadas con la lectura o escritura. Han contratado a una pedagoga privada durante 4 meses pero no han visto resultados. La madre pregunta si su hijo tiene un problema o simplemente es demasiado pequeño, y si deberían continuar con la pedagoga o darle un descanso en agosto para evitar que se agobie más.