Las compañías de internet apresuraron a aplicar parches después de que se descubrió un grave error de software en el método de encriptación OpenSSL llamado "Heartbleed" que podría haber comprometido la seguridad y privacidad de los usuarios en sitios web que usaban OpenSSL desde 2012. El error permitía a los hackers acceder a información privada alojada en servidores vulnerables. Se recomendó a los usuarios mantenerse desconectados de internet hasta que se corrigiera el problema.