Las nuevas metodologías educativas basadas en la actividad, el juego y el contacto con la naturaleza se difundieron en España a través del Movimiento Renovador de Cataluña, especialmente en Barcelona, y de los becados de la Junta de Ampliación de Estudios, quienes propagaron los métodos de Froebel y Montessori entre el profesorado español para beneficio de los niños que asistían a la escuela en aquellos años.