1. NOMBRE: EDWIN A. HUAYLINOS CANDIA
Una obra de teatro infantil que encontré navegando por algun foro de un reconocido
escritor, hablo de Cesar de León quien tiene los creditos por esta breve pero entretenida
obra de 4 personajes.
Título: El niño que quería estar solo
Autor: Cesar de León
Personajes: Pedro, Mama, Papa, Trollingo
Pedro era un niño caprichoso, al que nada le faltaba y el cual por mucho tiempo había
estado equivocadamente criado, niño que no tenía respeto a sus padres, los cuales por
mucho tiempo hacían sacrificios, todo con el único fin de satisfacer todos los caprichos de
su hijo.
Un día en uno de sus tan seguidos desplantes, les grito a sus padres que no los soportaba y
que deseaba estar solo, con todo su corazón, solo, ya que no los soportaba.
Al día siguiente, al despertar, no vio por ningún lado a nadie, curioso salió a la calle y vio
que estaba solo, su deseo se había cumplido.
Al principio, alegre por hacer lo que quería, todo le parecía un juego, hacia travesuras que
sus padres no lo dejaban hacer, comía todo el dulce que quería y sin algún cuidado, siguió
por horas, hasta que se cansó.
Al día siguiente, al despertar de su cama, y pensando que todo había sido solo un sueño, se
levantó, solo para confirmar su soledad, ya no era tan bonito estar solo, la aventura se
convertía en pesadilla.
2. Empezando a llorar, no sabía porque le pasaba eso a él, cuando en la esquina de su
recamara, unas palabras escucho:” tú lo pediste”.
! Papa grito Pedro con todas sus fuerzas, de la oscuridad del rincón, salió un troll, solo para
decirle que sus deseos se habían cumplido.
Ya no quiero estar solo, gritaba Pedro, y entre llantos en la alfombra que estaba en el suelo
se quedó dormido, algunas horas pasaron, y trollingo que así se llamaba el troll, se le acercó
y le dijo: Sabes que cuando alguien desea algo con tanta vehemencia, como cuando lo
deseaste tú, en algunas ocasiones se te puede llegar a conceder.
! Perdón ¡grito Pedro, no sabía lo valioso que son mis padres hasta que ya no los tuve.
Podría revertir el deseo tuyo de estar solo Pedro, dijo Trollingo, pero este solo se concede,
cuando es verdadero y ansiado, como tu deseo original.
Claro, dijo Pedro, ya no quiero estar solo, y entre sollozos, se volvió a dormir.
Al día siguiente, se levantó pensando que aún estaba solo, bajando a la cocina de su casa,
vio cocinar a mama, y corriendo se lanzó a abrazarla.
Hijo mío, que te sucede, ¿Quieres comer?
Si madre mía, comento Pedro, te quiero mucho y quiero cambiar, ¿en qué labor de la casa
te puedo ayudar?
Claro hijo mío, vete a la calle a la basura tirar, y espera a tu padre que fue a traer las bolsas
del mandado, para que le ayudes a bajar.
Y así el cambio de actitud de Pedro, fue notándose cada vez más, y al anochecer y acostarse
para dormir, comento: no sé si lo que paso fue un sueño, pesadilla o algo real, pero a mis
padres con mis acciones y amor, los voy a honrar y a ayudar.
Del rincón oscuro, una voz se volvió a escuchar, era la voz de Trollingo, que le dijo: No fue
un sueño Pedro, fue real, y esta vez es la última que me vas a escuchar.
Y Pedro su palabra cumplió, y a sus padres toda la vida ayudo.
Moraleja: No sabemos lo que tenemos, hasta que lo perdemos, cuida y honra a tus padres,
que no son eternos.