Los colores discuten sobre cuál es el mejor, menospreciando a los demás. Las flores intentan intervenir pero son ignoradas. El juez detiene la disputa, señalando que cada color es necesario y hermoso, y que la variedad es lo que crea la belleza. Las flores citan las enseñanzas de Bahá'u'lláh y Abdu'l-Bahá sobre la diversidad y la necesidad de armonía entre todos los pueblos y culturas.