El documento resume las obras de misericordia corporales y espirituales propuestas por la Iglesia, citando versículos bíblicos relacionados y citas del Papa Francisco sobre cada obra. Las obras corporales son dar de comer al hambriento, dar de beber al sediento, vestir al desnudo, acoger al forastero, visitar a los enfermos y presos, y enterrar a los muertos. Las obras espirituales son enseñar al que no sabe, aconsejar a quien lo necesita, corregir al que
2. Es mi vivo deseo que el pueblo cristiano reflexione durante el
Jubileo sobre las obras de misericordia corporales y
espirituales. Papa Francisco.
3. Quizás ya las conocemos. Quizás las hemos leído por primera vez.
Las obras de misericordia son acciones concretas que la Iglesia propone a los creyentes y a
los no creyentes para vivir plenamente su humanidad bajo la insignia del don de sí a los
demás.
En este Jubileo de la Misericordia intentemos (re)descubrirlas acompañados por la Palabra
de Dios, del Papa Francisco y de algunos grandes testigos de nuestro tiempo. De esa
manera podremos saber mejor como “volver el corazón hacia el débil”, es decir, comprender
y vivir el verdadero sentido de la palabra “misericordia”.
5. La Palabra de Dios: “El día comenzaba a
declinar. Los Doce se acercaron para decirle:
«Despide a la gente para que se busquen
alojamiento y comida en las aldeas y
pueblecitos de los alrededores, porque aquí
estamos lejos de todo.» Jesús les contestó:
«Denles ustedes mismos de comer.»”
(Lc 9,12-13)
El Papa: “La Madre Iglesia nos enseña a dar
de comer a quien tiene hambre y lo hace con
el ejemplo de tantísimos papás y mamás que
enseñan a sus hijos que lo que nos sobra hoy
es para quien lo necesita”.
DAR DE COMER AL HAMBRIENTO
6. La Palabra de Dios: “Asimismo, el que dé un
vaso de agua fresca a uno de estos pequeños,
porque es discípulo, no quedará sin
recompensa: soy yo quien se lo digo”.
(Mt 10,42)
El Papa: “La salvación no comienza en la
confesión de la soberanía de Cristo, sino en la
imitación de las obras de misericordia
mediante las cuales Él ha realizado el Reino.
Quien las cumple demuestra que ha recibido
la realeza de Jesús, porque ha hecho espacio
en su corazón a la caridad de Dios”.
DAR DE BEBER AL SEDIENTO
7. La Palabra de Dios: “Hermanos, si uno dice
que tiene fe, pero no viene con obras, ¿de qué
le sirve? ¿Acaso lo salvará esa fe? Si un
hermano o una hermana no tienen con qué
vestirse ni qué comer, ustedes les dicen: «Que
les vaya bien, caliéntense y aliméntense», sin
darles lo necesario para el cuerpo; ¿de qué les
sirve eso?” (St 2,14-16)
El Papa: “La misericordia no es «buenismo»
ni un mero sentimentalismo. Aquí se
demuestra la autenticidad de nuestro ser
discípulos de Jesús, de nuestra credibilidad
como cristianos en el mundo actual”.
VESTIR AL DESNUDO
8. La Palabra de Dios: “Manténgase el amor
fraterno. No dejen de practicar la
hospitalidad, pues saben que algunos dieron
alojamiento a ángeles sin saberlo”.
(Heb. 13,1-2)
El Papa: "Frente a la tragedia de decenas de
millares de prófugos que huyen de la muerte
por la guerra y por el hambre, y están en
camino hacia una esperanza de vida, el
Evangelio nos llama, nos pregunta si estamos
"próximos", de los más pequeños y
abandonados."
ACOGER AL FORASTERO
9. La Palabra de Dios: “Acuérdense de los
presos como si estuvieran con ellos en la
cárcel, y de los que sufren, pues ustedes
también tienen cuerpo”. (Hb 13,3)
El Papa: “Cada uno de nosotros es capaz de
hacer lo mismo que hizo ese hombre o esa
mujer que está en la cárcel. Todos tenemos la
capacidad de pecar y de hacer lo mismo, de
equivocarnos en la vida. No es más malo que
tú o que yo. La misericordia supera todo
muro, toda barrera, y te conduce a buscar
siempre el rostro del hombre, de la persona”.
VISITAR A LOS PRESOS
10. La Palabra de Dios: “Había allí un hombre
que hacía treinta y ocho años que estaba
enfermo. Jesús lo vio tendido, y cuando se
enteró del mucho tiempo que estaba allí, le
dijo: «¿Quieres sanar?»” (Jn 5,5-6)
El Papa: “La madre Iglesia enseña a estar
cerca de quien está enfermo. ¡Cuántos santos
y santas sirvieron a Jesús de este modo! Y
cuántos hombres y mujeres sencillos, cada
día, ponen en práctica esta obra de
misericordia en una habitación del hospital, o
de un asilo, o en la propia casa, asistiendo a
una persona enferma”.
SOCORRER AL ENFERMO
11. La Palabra de Dios: “Hijo mío, derrama
lágrimas por un muerto y entona la
lamentación que expresará tu dolor. Luego
entierra su cuerpo como se debe, no
descuides nada referente a su sepultura”.
(Eclo 38,16).
El Papa: “La madre Iglesia enseña a estar
cerca de quien está abandonado y muere
solo… es lo que hicieron y hacen tantos
cristianos que no tienen miedo de estrechar la
mano a quien está por dejar este mundo. Y
también aquí la misericordia dona la paz a
quien parte y a quien permanece,
haciéndonos sentir que Dios es más grande
que la muerte…”
ENTERRAR A LOS MUERTOS
13. La Palabra de Dios: “Y mientras Felipe corría, le
oía leer al profeta Isaías. Le preguntó:
«¿Entiendes lo que estás leyendo?» El etíope
contestó: «¿Cómo lo voy a entender si no tengo
quien me lo explique?»” (Hch 8,30-31)
El Papa: “Me pregunto: ¿qué hace una mamá?
Ante todo enseña a caminar en la vida, enseña a
andar bien en la vida, sabe cómo orientar a los
hijos, busca siempre indicar el camino justo en
la vida para crecer y convertirse en adultos. Y lo
hace con ternura, con afecto, con amor, siempre
también cuando busca enderezar nuestro
camino porque bandeamos un poco en la vida o
tomamos vías que conducen a un precipicio”.
ENSEÑAR AL QUE NO SABE
14. La Palabra de Dios: “Los guías espirituales
brillarán como el resplandor del firmamento;
los que educaron al pueblo para que fuera
justo brillarán como las estrellas por toda la
eternidad”. (Dn 12,3).
El Papa: “¡Realmente es un gran don poder
encontrar hombres y mujeres de fe que,
especialmente en los momentos más
complicados e importantes de nuestra vida,
nos ayudan a iluminar nuestro corazón y a
reconocer la voluntad del Señor!”
ACONSEJAR A QUIEN LO NECESITA
15. La Palabra de Dios: “Si tu hermano ha
pecado, vete a hablar con él a solas para
reprochárselo. Si te escucha, has ganado a tu
hermano”. (Mt 18,15)
El Papa: “Un cristiano que, en comunidad,
no hace las cosas, inclusive la corrección
fraterna, en caridad, en verdad y con
humildad, se descalifica. No ha conseguido
convertirse en un cristiano maduro. Que el
Señor nos ayude en este servicio fraterno, tan
bello y tan doloroso, de ayudar a los hermanos
y a las hermanas a ser mejores y nos ayude a
hacerlo siempre con caridad, en verdad y con
humildad”.
CORREGIR AL QUE YERRA
16. La Palabra de Dios: “Entonces Pedro se acercó
con esta pregunta: «Señor, ¿cuántas veces tengo
que perdonar las ofensas de mi hermano?
¿Hasta siete veces?» Jesús le contestó: «No te
digo siete, sino setenta y siete veces.»”
(Mt 18,21-22)
El Papa: “Perdonar es vivir la caridad. Aunque
sea costoso y se oponga a nuestros sentimientos
y pasiones, es la mejor manera de manifestar
nuestra correspondencia al amor de Dios. El
perdón es una manera de vivir muy cristiana, y
muy necesaria, sobre todo en los ambientes
donde reina el odio y la venganza. Dicen que las
guerras no se vencen con la fuerza de las armas,
sino con el poder del perdón”.
PERDONAR LAS INJURIAS
17. La Palabra de Dios: “Bendito sea Dios, Padre de
Cristo Jesús, nuestro Señor, Padre lleno de
ternura, Dios del que viene todo consuelo. El
nos conforta en toda prueba, para que también
nosotros seamos capaces de confortar a los que
están en cualquier dificultad, mediante el mismo
consuelo que recibimos de Dios”. (2Cor 1,3-4)
El Papa: “El cielo nos llama a ejercitar cada día
a todos, niños, jóvenes y adultos, el ministerio de
la consolación. Consolar a nuestro Dios,
consolar a nuestra Madre, consolar a todos
aquellos que encontramos en el camino de
nuestra vida y que están necesitados de nuestro
amor, de nuestra palabra cálida, de nuestro
ánimo, de nuestra ayuda”.
CONSOLAR AL TRISTE
18. La Palabra de Dios: “Como elegidos de Dios, sus
santos y amados, revístanse de sentimientos de
profunda compasión. Practiquen la benevolencia, la
humildad, la dulzura, la paciencia. Sopórtense los
unos a los otros, y perdónense mutuamente siempre
que alguien tenga motivo de queja contra otro. El
Señor los ha perdonado: hagan ustedes lo mismo”.
(Col. 3,12-13).
El Papa: “Estas son las actitudes para ser
"artesanos" de paz en lo cotidiano, allí donde
vivimos. Pero no nos engañemos creyendo que esto
depende sólo de nosotros. Caeríamos en un
moralismo ilusorio. La paz es don de Dios, no en
sentido mágico, sino porque Él, con su Espíritu,
puede imprimir estas actitudes en nuestros
corazones y en nuestra carne, y hacer de nosotros
verdaderos instrumentos de su paz”.
SOPORTAR LOS LIMITES DEL OTRO
19. La Palabra de Dios: “Pues bien, yo les digo:
Pidan y se les dará, busquen y hallarán, llamen a
la puerta y les abrirán. Porque todo el que pide
recibe, el que busca halla y al que llame a la
puerta, se le abrirá”. (Lc 11,9-10)
El Papa: “Estamos llamados a recordar a todos,
también aquellos que nadie recuerda.
Recordemos a las víctimas de las guerras y de las
violencias, a tantos “pequeños” del mundo
aplastados por el hambre y por la miseria.
Recordemos a los anónimos que reposan en el
osario común. Recordemos a los hermanos y
las hermanas asesinados por ser cristianos; y a
cuantos han sacrificado su vida por servir a los
demás”.
ORAR POR VIVOS Y DIFUNTOS