El documento argumenta que no estamos ante una crisis sino ante las consecuencias inevitables del capitalismo. Critica a los sindicatos mayoritarios CCOO y UGT por ser cómplices de las políticas neoliberales que atacan los derechos de los trabajadores. Propone una manifestación el 15 de septiembre fuera de la convocada por la "Cumbre Social" para promover una movilización anticapitalista basada en la huelga general, desobediencia y autogestión.