Ong critica el término "literatura oral" porque la oralidad debe entenderse sin la influencia de la escritura. La reconstrucción de la conciencia humana previa a la escritura puede ayudarnos a comprender mejor su importancia. La escritura ha transformado la conciencia humana haciéndonos olvidar ese estadio anterior. La escritura también separa el discurso de quien lo enuncia, mientras que en las sociedades orales la palabra siempre estaba asociada a la persona. Aunque las tecnologías pueden enriquecer la psique
La escritura como tecnología que transforma la conciencia humana
1. Lo que a simple vista parece ser un capricho semántico de Ong, es decir la insistencia
en criticar el término “literatura oral”, un término contradictorio, es en realidad la
excusa que utiliza para pensar la oralidad sin que esté teñida por los efectos de la
escritura y justificar la necesidad de reconstruir la conciencia humana ágrafa, previa a la
introducción de la escritura. Esta reconstrucción, al decir de Ong, puede “(…) resultar
en una mejor comprensión de la importancia del mismo conocimiento de la escritura
para la formación de la conciencia humana y hasta llegar a las culturas altamente
tecnológicas”. La escritura ha transformado la conciencia humana al punto de hacernos
“olvidar” ese estadio anterior a la escritura, imposibilitándonos comprenderlo.
La escritura separa al discurso de su enunciador. En las sociedades orales la palabra
estaba asociada siempre a quien la enunciaba. La tecnología de la escritura (y es
importante pensar en la escritura como tecnología), ha producido esta separación y lo ha
hecho para siempre: “La escritura, la imprenta y la computadora son, todas ellas, formas
de tecnología de la palabra. Una vez tecnologizada, no puede criticarse de manera
efectiva lo que la tecnología ha hecho con ella sin recurrir a la tecnología más compleja
de que se disponga. Además, la nueva tecnología no se emplea sólo para hacer la crítica:
de hecho, da la existencia a ésta.
Ong sostiene que “las tecnologías no son sólo recursos externos, sino también
transformaciones interiores de la conciencia, y mucho más cuando afectan la palabra.
Tales transformaciones pueden resultar estimulantes. La escritura da vigor a la
conciencia (…). (La) adaptación de una herramienta a uno mismo, o aprendizaje de una
habilidad tecnológica, difícilmente puede ser deshumanizadora. El uso de una
tecnología puede enriquecer la psique humana, desarrollar el espíritu humano,
intensificar su vida interior. La escritura es una tecnología interiorizada aún más
profundamente que la ejecución de música instrumental. No obstante para comprender
qué es la escritura —lo cual significa comprenderla en relación con su pasado, con la
oralidad—, debe aceptarse sin reservas de hecho de que se trata de una tecnología”.