Este documento es una oración de las Hermanas Franciscanas de la Inmaculada para su próximo Capítulo General, en la que piden a Dios renovación para su congregación, que las guíe a profundizar su seguimiento de Cristo siguiendo el estilo de vida de Santa Francisca, y que las inspire a vivir como comunidades que brindan ternura, misericordia y alegría a los demás.