1. Oración de bendición a la esposa
Mi amado hermano en Cristo: Le puedo asegurar que la bendición NO son
palabras que se las lleva el viento. Son palabras que tienen poder en la vida de la
persona que recibe la bendición, Dios lo estableció así en Proverbios 18:21.
No importa realmente si usted cree o no en todo esto, pero nada pierde
con probar y si tiene mucho, mucho que ganar.
Bendiga a su esposa aunque ella no lo merezca, aunque usted tenga mucho
dolor o resentimiento hacia ella. Hoy en día hay demasiado matrimonio donde se
maltratan el uno al otro. Pero déjeme decirle que usted debe probar la promesa
de la palabra de Dios que está en Proverbios 18:21 ya que la Palabra de Dios es
absolutamente cierta, nunca mentira.
Si usted bendice, usted verá el fruto de su bendición en la vida de su esposa
y también en la suya propia. Poco a poco las cosas irán cambiando en su
matrimonio de una manera sobrenatural a través de la bendición.
Es mi consejo con toda mi sincera intención de ver matrimonios
restaurados, felices y unidos a través del tiempo y las dificultades.
GUIA PARA ORAR: esta oración consta de dos partes.
Parte 1: Confesión de pecado y quebrantamiento de maldiciones. Hágalo
solo 2 o 3 veces.
Parte 2: la Bendición en sí. Esta parte se hará con frecuencia regular hasta
comenzar a ver los frutos en la vida de su cónyuge. Palabras de bendición todos
los días deben estar en nuestra boca.
Parte 1
Confesión de Pecados y Quebrantamiento de maldiciones.
Señor Dios, nuestro Padre ten misericordia de mi confieso mis iniquidades,
mis delitos y pecados. He pecado contra Ti andando en oposición a Ti, Dios de
2. Israel el único y verdadero Dios. He pecado y he hablado amargura, pobreza,
ruina, enfermedad, negativismo. Lo he hecho en mi hogar, lo he hecho contra mi
prójimo He sido malo y rebelde, desobediente e incrédulo.
Pero ahora en arrepentimiento suplico me perdones por toda palabra
ociosa, obscena, de amargura, dolor, enfermedad, ruina, pobreza, muerte y aun
venganza que he hablado en mi hogar o en contra mi prójimo. Oh Señor conforme
a todos tus actos de justicia, y misericordia aparta tu ira y tu furor de mí y de mi
descendencia. En este momento en virtud del poder y autoridad de la palabra:
arranco, deshago, quebranto y destruyo toda maldición que llego a mí, y a mi
descendencia a causa de toda palabra de maledicencia que he pronunciado, a
causa de toda palabra de amargura, ira, dolor, que he pronunciado en mi hogar
sobre mí, sobre mi cónyuge, sobre mis hijos.
Declaro y establezco que esas palabras ya no tienen poder, efecto ni
influencia en la vida de mis hijos, de mi cónyuge, ni en mi vida. Nunca
prosperaran, ahora quedan totalmente inactivas y secas.
La maldición dejo de ser, dejo de ser, dejo de ser, en el poderoso nombre
de Jesús. Ahora echo fuera a todos los demonios que ministran estas maldiciones.
¡Quedan notificados y desalojados ahora! se fueron ya, se disiparon, se
dispersaron en el poderoso nombre de Jesús.
Parte 2
Oración de Bendición a la Esposa.
Le doy gracias a Dios por la vida de mi esposa y porque me la dio como
compañera. Que el Santo de Israel la engrandezca como lo hizo con Débora, Ruth
y con Esther, que halle gracia y favor ante los ojos Dios y de los que la rodean, que
El Señor bendiga el trabajo de sus manos y todo lo que ella hace. Sé que las
promesas de Proverbios 31 son una realidad en su vida. “Mujer ejemplar, ¿dónde
se hallará? ¡Mi esposa es más valiosa que las piedras preciosas! Confío
plenamente en ella y no necesita de ganancias mal habidas. Mi esposa me es
fuente de bien, no de mal, todos los días de mi vida. Gustosa trabaja con sus
manos y se esfuerza por poner el mejor alimenta en la mesa. Se levanta de
madrugada, da de comer a nuestra familia. Calcula el valor de un campo y lo
compra. Decidida se ciñe la cintura y se apresta para el trabajo. Se complace en la
3. prosperidad de sus negocios, y no se apaga su lámpara en la noche. Con una
mano hace una tarea, con la otra dirige otras. Tiende la mano al pobre, y con ella
sostiene al necesitado. Si nieva, no tiene que preocuparse de su familia, pues
todos están bien abrigados. Las colchas las cose ella misma, y se viste con ropa
muy fina. A causa de ella, yo soy respetado en la comunidad; y ocupo un puesto
entre las autoridades del lugar. Ella sabe hacer negocios de venta y provee a los
comerciantes. Se reviste de fuerza y dignidad, y afronta segura el porvenir.
Cuando habla, lo hace con sabiduría; cuando instruye, lo hace con amor. Está
atenta a la marcha de su hogar, y el pan que come no es fruto del ocio. Nuestros
hijos se levantan y la felicitan; también yo la alabo: «Muchas mujeres han
realizado proezas, pero ella las supera a todas.» Engañoso es el encanto y
pasajera la belleza; la mujer que teme al Señor es digna de alabanza. ¡Sean
reconocidos sus logros, y públicamente alabadas sus obras!”
(Nombra ahora a tu esposa: .............................................)
Esposa mía: ahora delante del Trono de Gracia del Altísimo Santo de Israel,
me consagro a Dios como sacerdote y ministro de nuestro hogar. Prometo
tratarte como a vaso más frágil. Prometo respetarte y ser un ejemplo de vida para
ti y para nuestros hijos. Prometo serte fiel y ser un proveedor. Prometo
protegerte y estar contigo en las buenas y en las malas y sobre todas las cosas he
tomado la decisión de AMARTE por el resto de mi vida.
Que el Santo de Israel cumpla todo esto en mí y aun me añada más virtud
para hacerte muy feliz por el resto de nuestras vidas. Hoy declaro que siempre
habrá armonía, paz y amor en nuestro hogar, y que el divorcio, las desuniones, las
divisiones nunca más entraran en nuestro hogar. ¡Los echo para siempre fuera!!
Hoy declaro que has sido y siempre serás una excelente esposa, una madre
ejemplar y una gran líder. Que Dios te bendiga con salud, fortaleza, paz, sabiduría
y te haga mil veces más y mejor de lo que ahora eres. En el poderoso nombre de
Jesús el Yeshua Hamashiach. Amén.
EL GRAN obstáculo a las Oraciones.
Antes de comenzar con cualquier tipo de oración en Guerra Espiritual, es
SUMAMENTE IMPORTANTE, que TODOS en la familia hagan un compromiso de no
hablar quejas, insultos, críticas, griterías, reclamos, derrota, amargura, sino que
4. CAMBIE el lenguaje familiar de maldición a BENDICION. Los pleitos, las griterías,
las contiendas, los desacuerdos y la intolerancia deben desaparecer PARA
SIEMPRE del hogar de lo contrario todo será un gran fracaso. De ahora en
adelante cambiara el lenguaje a lenguaje de BENDICION y se declarara la victoria
de Dios en el lenguaje cotidiano. Si el ambiente de pleito y contienda, y amargura
continúan en el hogar, DE NADA SERVIRAN LAS ORACIONES.
Tener un lenguaje negativo, pesimista o de maldición DESACTIVA las
oraciones de poder. Los cristianos que oran a Dios por una situación y declaran
victoria y luego más tarde expresan negativismo, amargura, pesimismo, derrota,
maldición, en su lenguaje cotidiano, NUNCA, verán contestadas sus oraciones, por
esto es que hay muchos cristianos que por años oran por una situación que nunca
se resuelve. El lenguaje que utilizamos para orar debe estar en CONCORDANCIA
con nuestro lenguaje cotidiano.