La ingeniería económica se originó a partir del interés en las evaluaciones económicas en la obra de 1887 de Arthur M. Wellington sobre la teoría económica del trazado de vías férreas. Esta disciplina se basa en siete principios fundamentales como desarrollar alternativas, enfocarse en las diferencias, utilizar un punto de vista consistente, usar una unidad de medición común, considerar criterios relevantes, reconocer la incertidumbre e implementar revisiones de decisiones.