Este poema describe los cinco sentidos que tenemos para aprender sobre el mundo: la vista a través de los ojos, el oído a través de las orejas, el olfato a través de la nariz, el tacto a través de la piel y las manos, y el gusto a través de la lengua. Cada sentido se explora brevemente, destacando sus funciones y órganos asociados. El poema concluye animando al lector a aprender más sobre los cinco sentidos.