Jesús contó una parábola sobre un hombre que tenía una higuera en su viña que no daba fruto a pesar de tres años. El hombre le dijo al viñador que cortara el árbol porque ocupaba espacio inútilmente, pero el viñador pidió dejarla un año más para cavar a su alrededor y abonarla, a ver si entonces daba fruto, y de lo contrario cortarla.