Jesús contó la parábola del sembrador a una multitud desde una barca en el lago. En la parábola, un sembrador salió a sembrar semillas, pero parte de ellas cayeron en diferentes lugares: en el camino donde las comieron las aves, en terreno pedregoso donde no crecieron bien, y entre espinos donde fueron ahogadas; solo la semilla que cayó en buena tierra dio una buena cosecha.