El parto en agua ofrece varias ventajas para la madre y el bebé. Para la madre, el agua templada relaja los músculos y reduce el dolor al estimular la producción de endorfinas. También acelera la dilatación y disminuye las episiotomías. Para el bebé, el parto en agua es menos traumático ya que mantiene la misma temperatura corporal que en el útero. El medio acuático permite una transición suave del líquido amniótico al exterior.