Este documento ofrece sugerencias para manejar las "pataletas" de los hijos. Recomienda no intentar someter al niño ni reforzar la pataleta, sino mantener la calma hasta que la energía rabiosa se agote. También sugiere evitar las pataletas anticipando factores desencadenantes como sueño, hambre, cansancio o aburrimiento.
1. Sugerencias para manejar las “pataletas” de los hijos
El abordaje de las primeras pataletas es crucial para la definición de las siguientes, si se enfrentan
adecuadamente se irán extinguiendo con relativa facilidad, dependiendo del temperamento del
niño.
- No cometa el error de intentar someterlo, pues sólo conseguirá que las pataletas se vuelvan más
intensas y se generalicen a muchas situaciones.
- La pataleta no debe recibir ningún tipo de refuerzo, no debe correr a cumplir lo que el niño
desea, hacer promesas, rogar ni mostrarse exasperados o desesperados.
- Lo que debe hacer es mantener la calma aguardando sin intervenir hasta que la energía rabiosa
se agote y desaparezca.
- Cuando hay otras personas presentes en el momento de la pataleta, hay que sacar al niño de la
escena y dejarlo en un lugar seguro donde la rabia fluya hasta agotarse.
- Debe permanecer junto al niño en silencio y en calma, procurando mantener una expresión
serena, puede continuar realizando la actividad que lo ocupaba momentos antes, o simplemente
observar al niño en actitud de espera.
- Lo esencial es no intervenir ni perder los estribos, por cuanto las emociones del niño son
formateadas por las emociones del adulto. La ira genera ira, la violencia provoca agresión, la calma
invita a serenarse.
- No realizar observaciones irónicas, marcadas por el enojo, como: “No, no me vas a convencer”,
“Pareces un animalito ahí tirado en el suelo”, “Puedes gritar hasta que te canses, no me la vas a
ganar”.
¿Es posible evitar una pataleta?
Sin duda que sí. La estrategia más exitosa es anticipar su aparición, es decir, evitar activamente
que se desencadene. Para ello, debe estar alerta a los factores que suelen provocar esta conducta
en el niño. Sueño, hambre, cansancio, aburrimiento, encierro, son los principales factores
desencadenantes de las pataletas en los niños pequeños.
Por lo tanto, en vez de preguntarse cómo actuar frente a una pataleta, es mejor preguntarse cómo
evitarla en una circunstancia determinada. Analizando el día a día de sus hijos, descubriendo a qué
hora le sobreviene al niño el sueño incontenible para procurar acostarlo antes de esa hora límite.
Observar cuáles son las situaciones que le provocan intenso tedio o le generan temor.