2. CARACTERISTICAS DE LOS NIÑOS
DE 2 AÑOS
Las rutinas le ayudan a sentirse seguro.
Tiene dificultad para tomar decisiones.
Se esfuerza por controlar su mundo, es probable que se
vuelva muy mandón
Se frustra con facilidad y se chupa el dedo o pide el
chupete, se apega a un juguete, tiene una rabieta, o
grita para liberar tensiones.
Se mostrará alternativamente autónomo y heteronomo.
Todavía no es capaz de compartir y necesita empezar a
relacionarse con otros niños.
No acepta bien los lugares nuevos.
3. ¿QUÉ SON LOS RABIETAS?
Una rabieta es una forma inmadura de expresar
ira o enfado.
Son conductas normales. En algún momento
todos los niños ofrecen este tipo de respuestas.
Desde que son muy pequeños los niños
aprenden que el llanto es uno de los mejores
recursos para reclamar la atención de los
padres
.
4. El problema surge cuando el niño lo utiliza intencional e
indiscriminadamente para obtener ciertas recompensas
Las rabietas aparecen cuando las emociones negativas
de ira o frustración exceden de la capacidad del niño
para controlarlas.
Surgen del conflicto entre sus deseos de autonomía y
sus limitaciones ya que no posee un desarrollo suficiente
del lenguaje, para poder expresar con palabras sus
necesidades o sentimientos.
Expresan frustración y estrés emocional.
5. ¿POR QUÉ SE PRODUCEN?
Cuando el niño obtiene lo que quiere, deja
de llorar.
El niño domina la situación y dirige la
solución de los conflictos.
Se crea un mecanismo que, de no
evitarse a tiempo, será difícil desmontar.
6. ESTRATEGIAS DE PREVENCIÓN
Reducir el número de ocasiones en que los
padres se ven obligados a decir que «no».
Evitar las situaciones que puedan ser fuente de
frustración o facilitar la aparición de rabietas,
como hambre, sueño, etc.
Permitir que los niños pequeños realicen
pequeñas elecciones frecuentes, todas dentro
del terreno de lo aceptable
7. Limitar las frustraciones atendiendo al
temperamento del niño y sus ritmos
Avisar al niño con tiempo.
La negativa del adulto debe ser irrevocable.
Es importante establecer normas razonables,
claras y coherentes y no cambiarlas, para que el
niño conozca perfectamente donde están sus
límites.
8. COMO ACTUAR ANTE UNA RABIETA
Ignorar es una manera efectiva de impedir las
rabietas o, al menos, de evitar reforzarlas.
Si no se logra controlar la rabieta, y la situación
lo permite, se puede adoptar una actitud de
indiferencia y hacer como que se ignora la
conducta del niño, para lo cual no debe
manifestarse enfado, ni deben hacerse
promesas o proferir amenazas.
9. Si la "escena" ocurre en un sitio público,
procure llevarle a un sitio tranquilo y si
fuera necesario contenerle físicamente
porque presente una actitud violenta,
procure sujetarle pero sin hablarle ni
mirarle.
10. No trate de razonar con su hijo.
Deje que el niño recupere el control.
Después de la rabieta, asuma una actitud
amistosa y trate de normalizar las cosas.
11. Se debe crear un clima de tranquilidad
Mantener la calma y el control.
No regañar, ni gritar al niño porque genera
más inseguridad y es un mal ejemplo.
Evite pegarle porque esto indica al niño
que usted ha perdido el control.
12. Se debe hablar de «perder el control» en lugar de
«portarse mal» y evitar hablar mucho de la rabieta
después
Una vez que se ha pasado el berrinche, no se le debe
castigar ni gritar, sino darle seguridad y afecto.
Reforzar los comportamiento positivos.
Para las rabietas de tipo perturbador o destructivo,
utilice suspensiones temporales.
Si su hijo ha perdido totalmente el control o puede
lastimarse sujételo.