Patch intentó suicidarse y terminó en un centro psiquiátrico, donde descubrió que le gustaba ayudar a los demás. Esto lo motivó a estudiar medicina para poder ayudar a más personas. Aunque no fue aceptado por algunos debido a su forma peculiar de actuar, terminó sus estudios con éxito y se dedicó a hacer reír a los pacientes para mejorar su estado de ánimo.