El documento describe cómo la revolución digital ha transformado el periodismo en el siglo XXI. Las nuevas tecnologías permiten que cualquier persona pueda producir y compartir contenido informativo, despojando a los medios tradicionales de su monopolio sobre la información. Ahora, la credibilidad y los valores éticos serán fundamentales para que la prensa mantenga su relevancia, mientras que el periodismo independiente con equipos modernos podrá restaurar la confianza del público.