El documento discute la naturaleza dual individual-social del ser humano. Explica que el hombre es a la vez un ser individual y social, según Aristóteles. Analiza dos concepciones - individualismo y colectivismo - que no aceptan plenamente esta doble condición. Finalmente, señala que para la Iglesia la sociedad no es ni una mera agregación de individuos ni un colectivo que anula la singularidad personal, sino que busca favorecer el bien común y los derechos individuales.