Este documento describe conceptos clave relacionados con la naturaleza humana, la cultura y la sociedad. Explica que el ser humano es un animal cultural que adquiere su identidad a través de procesos de socialización primaria y secundaria. Además, analiza las nociones de individuo, cultura, subcultura y contracultura. Finalmente, aborda actitudes como el etnocentrismo ante la diversidad cultural.
Es un concepto de las ciencias políticas que designa a la estructura social entendida como mantenimiento de la jerarquía, las normas y las instituciones aceptadas socialmente mediante el consenso social y la conformidad.
Es un concepto de las ciencias políticas que designa a la estructura social entendida como mantenimiento de la jerarquía, las normas y las instituciones aceptadas socialmente mediante el consenso social y la conformidad.
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1. NATURALEZA HUMANA,
INDIVIDUO Y CULTURA
1.1 El animal cultural
El carácter biológico del ser humano deja de ser significativo, y se
abre a lo cultural: arte, ciencia, tecnología, literatura, religión…
Somos seres humanos no porque seamos animales, sino porque
tenemos cultura. En el caso del ser humano su naturaleza biológica
y cultural interaccionan entre sí.
No podemos entender al hombre sin tener en cuenta su biología o
sin tener en cuenta la cultura. Nosotros con la cultura alteramos
nuestra biología. El hecho de que el hombre lleve una determinada
forma de vida, afecta a su salud.
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1.2 El concepto de individuo
A partir del Renacimiento y aún más en la Edad Moderna se
empezó a utilizar un concepto de individuo revolucionario si lo
comparamos con la Edad Media. Lo presenta como un sujeto de
derechos, donde prevalece la libertad individual.
Se extiende la idea de que el ser humano es alguien único e
irrepetible. A partir de la E. Moderna se presenta al individuo como
sujeto de derechos y libertades individuales.
Aún no se ha materializado en todo el mundo, en donde la mujer
sigue estando discriminada. Con todo, se afirma que todo individuo
humano es sujeto de derechos que no deben ser ignorados ni
violados.
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1.3 El individualismo y sus límites
Según el individualismo posesivo, cada persona es dueña de sí misma,
de su persona. Si yo soy propietario de mi persona y de mis
capacidades, no debo nada a la sociedad. La sociedad es contemplada
como un conjunto de individuos propietarios que se relacionan entre
mediante el intercambio de bienes y servicios.
Esta teoría supone que cada cual tratará de buscar su propio beneficio
particular en toda relación social. El Estado ha de proteger la libertad
del individuo y su propiedad privada. En el individualismo posesivo (S.
XVIII) trata el individuo como ser propietario de su persona, de sus
bienes y recursos materiales. Las personas somos conocidas como
seres individuales con derechos. La idea de la acumulación particular
del beneficio: si yo acumulo muchas propiedades, puedo obtener de
ellas un beneficio mayor.
Sin embargo, todos sabemos que toda persona, para llegar a serlo y
desarrollar sus capacidades, necesita el apoyo y la cooperación de la
sociedad en la que vive. Aunque seas dueño de tu persona tienes que
aceptar que lo que tu hagas puede afectar a los demás.
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Es falsa la idea que propone el individualismo posesivo,
ni todo es tan simple como lo pintan. Hay personas que
a lo mejor necesitan de otros para obtener beneficios.
No todos tenemos la misma igualdad de condiciones. La
realidad social es mucho más compleja, exige que todos
cooperemos.
Frente al individualismo posesivo, se propone la idea del
individualismo altruista. Como afirma Kant, los humanos
estamos dotados de una “insociable sociabilidad”.
Significa que hay que encontrar un equilibrio entre el
individualismo insolidario (que no corresponde con la
realidad humana) y el colectivismo (todos por igual). La
misma porción de tarta para todos igualitariamente.
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2. LA GÉNESIS SOCIAL DEL
SER HUMANO
El ser humano es sociable por naturaleza
Aristóteles decía que el ser humano es un animal político. Necesita
de la sociedad y la cultura para desarrollarse de la manera que le
es propia. Solo en ella, puede alcanzar la perfección y la felicidad.
Vivir en sociedad es una exigencia de la naturaleza humana, solo
alguien que no sea humano, puede prescindir de ella.
El ser humano se ve impulsado de forma natural a relacionarse con
otros individuos para sobrevivir.
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Vivir en sociedad no es una exigencia de la naturaleza
La sociedad no es una exigencia de la naturaleza humana. Sino
una construcción social surgida como mal menor. La sociedad es el
resultado de un pacto o contrato con el cual las personas deciden
voluntariamente unirse en sociedad, luego la sociedad es una
construcción artificial no natural.
Para que los hombres puedan desarrollar sus proyectos, necesita
unirse a otros hombres. La sociedad es el mal menor, el mal mayor
es la muerte porque de manera aislada no pueden conseguir los
recursos necesarios para sobrevivir.
Posiciones al respecto:
Hobbes: En el estado natural, los seres humanos luchan unos
contra otros, movidos por un egoísmo, por tanto deciden construir
un Estado fuerte que permita la vida relativamente pacífica. Solo un
jefe fuerte y absoluto, elegido libremente pero que se imponga, hará
posible que la sociedad pueda convivir en paz.
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En el estado natural no hay orden: injusticias, robos … El hombre,
movido por su egoísmo esta en permanente lucha.
Rousseau: El hombre no necesita a otros para vivir bien. Tiene
piedad, es bueno y solitario. Su piedad natural lo lleva a ayudar al
otro. La vida en sociedad es positiva si está estructurada en base
a la igualdad, es decir; todos los seres humanos disfrutaron de las
mismas condiciones sociales, pero el problema aparece cuando
surge la propiedad privada, ya que genera egoísmo y
enfrentamientos. El hombre en sociedad es malo, porque
ambiciona bienes a costa del otro.
La salida de esta situación seria una sociedad justa basada en el
acuerdo de todos y orientada al bien común, es decir, sustentada
en la voluntad general.
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3. EL DINAMISMO DE
LA SOCIALIZACIÓN
3.1 La identidad social
Cuando nacemos pertenecemos a un grupo social que nos
proporciona identidad: barrio, familia, pueblo, nación, etc, y
adquirimos una identidad social a la vez que personal.
Tanto la identidad personal como la social se adquieren con y por
los demás a través de un proceso de socialización por el que
adoptamos los valores, usos y costumbres de la sociedad a la que
pertenecemos y nos identificamos con ellos.
Tanto la identidad personal como la social, se adquieren con y por
los demás, a través de un proceso de socialización, que es el nos
forma. Vamos aprendiendo y entendiendo como es nuestra cultura,
y así; dándole forma a nuestra identidad personal.
Tanto la identidad social como la voluntad personal la vamos
adquiriendo a través del proceso de socialización en tanto que
pertenecemos a un grupo, familia, amigos… etc.
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3.2 La socialización y sus formas
La socialización es el proceso por el que el individuo interioriza la
cultura de la sociedad. Se prolonga durante toda la vida del
individuo, podemos distinguir en él dos etapas: la socialización
primaria y la socialización secundaria.
Socialización primaria
La socialización primaria tiene lugar en el seno de la familia,
principalmente durante la niñez. Desde la infancia, a través de la
interacción con los padres adquirimos valores.
Esa socialización primaria también la vamos adquiriendo en la
escuela e incluso a través de la televisión. El niño se apropia de los
roles, las actitudes y los valores de las personas que lo rodean.
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A través de esa socialización aprendemos a comportarnos en
nuestra cultura, tal y como la sociedad espera que nos
comportemos.
El niño va interiorizando los roles y las normas a través de un
procedimiento de generalización progresiva que va desde las
normas, las actitudes y los valores concretos a los generalizados.
En definitiva lo que aprendemos e interiorizamos son las normas de
la sociedad a la que pertenecemos. Aprendemos a comportarnos
tal y como la sociedad espera de nosotros. No solo aprendemos a
comportarnos, sino también aprendemos emociones,
sentimientos… etc.
El proceso de socialización no es meramente cognoscitivo o
intelectual, sino que tiene una gran carga emocional. En el seno de
la familia se crean relaciones de cariño que influyen de modo
decisivo en el aprendizaje.
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Socialización secundaria.
Es un proceso por el que se interiorizan mundos institucionales, que
contrastan, a la vez que complementan lo adquirido en la socialización
primaria.
Entran en juego nuevos agentes de socialización, como las
instituciones laborales, políticas o religiosas. Somos nosotros los que
elegimos el grupo al que queremos pertenecer, dentro de ciertos
limites. El marco burocrático en el que se mueve conlleva una menor
carga afectiva. Y los papeles sociales comportan un alto grado de
anonimato.
Mientras que en la socialización primaria el conocimiento se interioriza
casi automáticamente, en la secundaria debe ser reforzado por
técnicas pedagógicas especificas y complejas.
Es un acto voluntario de decisión libre. Pueden aparecer crisis de
crecimiento. En un momento dado pone en juego los valores que ha
aprendido y puede cambiar algunos que considere equivocados.
Esto suele conducir al individuo a plantearse problemas de coherencia
personal y de identificación.
Normalmente, la socialización secundaria no destruye el pasado, sino
que construye a partir de él.
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Resocialización
Este proceso consiste en interiorizar los valores, normas,
tradiciones, roles … etc de otra sociedad distinta a aquella en la
que el individuo se ha socializado. Supone dos cosas:
- Desmantelamiento de la cultura que hasta ese momento había
sido tuya.
- Nueva adquisición de la otra cultura por medio de una fuerte
identificación afectiva.
Suelen darse en situaciones de crisis de profundas como:
procesos de crecimiento personal, cambios sociales rápidos o
choques culturales producidos por la emigración. Ejemplos:
emigrar a otro país, entrar en una secta, abandonar por
completo tus creencias religiosas, una guerra, etc.
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La tradición es el conocimiento y aprendizaje que hemos recogido de
atrás; lo que recogemos ya elaborado por quienes nos han precedido.
Se compone de conocimientos, experiencias, creencias y normas que
abarcan y traspasan todo el quehacer humano, desde su saber a su
moral, sus ritos y su folklore.
Las tradiciones son el producto de un proceso histórico por el cual las
generaciones anteriores van entregando a las posteriores formas de
dar sentido a las cosas, pero también poder y posibilidades.
Aunque la tradición es una forma de autoridad, que en ocasiones
parece que nos limita y condiciona, hemos de reconocer que
constituye un bagaje inestimable de saber que nos evita partir
continuamente de cero y nos ofrece la primera y más importante ayuda
para entender el mundo y desenvolvernos en la sociedad de la que
somos miembros. Por tanto, hemos de reconocer que siempre somos
libres de aceptar nuestras tradiciones o no.
3.3 LA TRADICIÓN
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4. SOMOS CULTURA
4.1 Caracterizaciones antropológicas de la cultura.
Se puede distinguir entre cultura material (artefactos técnicos y
bienes materiales) como por ejemplo libros, casa y propiedades en
general; y cultura mental, formada por las creencias, valores y
normas como por ejemplo la ideología, el arte, el cine, la música, la
filosofía, etc.
Podemos definir la cultura como un modo de adaptación al medio.
Sería el instrumento del que disponemos para modificar y construir
un entorno humano en el medio natural, y como tal es el resultado
de todo un proceso de quehacer histórico (la cultura se adquiere
con el tiempo), pero también podemos definirla como sistema de
símbolos compartidos por todos, y que conocemos y sabemos
identificar. Que proporcionan un sentido a nuestra vida, una
orientación, un a forma de ver el mundo y de interpretar la realidad.
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4.2 Subcultura y contracultura
La subcultura está dentro de la cultura global, y
comparte un núcleo importante de su simbología, sin
embargo se separan de ésta o se segregan en otros
aspectos, tales como la raza, la economía o el nivel
cultural. Existe una gran diferencia entra la cultura
urbana y la cultura rural.
La contracultura es la que siguen los que tienen
comportamientos contrarios a la cultura dominante,
como por ejemplo:
- Las tribus urbanas, como los rokers, punkies, skins,los
latin king, etc. Las forman jóvenes preocupados por
descubrir una identidad que ni la sociedad ni la familia
les proporciona. Se reúnen normalmente en torno a un
ídolo o líder y adquieren un código de expresiones
culturales (jerga, ropa, música, lugares de reunión) que
los diferencian de los demás.
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- Los grupos de ataque social: Cabe destacar entre estos las
bandas de delincuentes, que constituyen una forma violenta y
directa de ataque al sistema establecido. El carácter agresivo del
acto delictivo también es típico de otros grupos de adolescentes
que intentan desestabilizar la sociedad para crear un nuevo estado
social, transgrediendo las leyes y haciendo uso de la violencia.
- Los grupos sociales alternativos, responden al vacio que muchos
sienten ante un futuro incierto y un presente fugaz. Intentan
encontrar un sentido a la existencia a través de distintos medios,
como salidas del núcleo familiar, reuniones, actividades, charlas. Y
rechazan el materialismo social. Por ejemplo ,los “okupas”, los
hippies, las comunas.
Estas formas contraculturales no siempre persiguen la creación de
una cultura alternativa, sino que a veces constituyen un vehiculo de
huida o una expresión de rechazo y malestar.
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5.2 ANTE LA DIVERSIDAD CULTURAL
5.1 Actitudes más frecuentes
El etnocentrismo
En el etnocentrismo comprendemos y tiene sentido para nosotros lo
que sucede dentro de nuestra cultura. Se radicaliza el sentimiento de
cohesión, es decir; nos sentimos hermanados con el resto del grupo.
Nosotros entendemos lo que sucede en España, pero no podemos
comprender lo que pasa en Marruecos (persiguen y condenan a los
homosexuales), por ejemplo. Algunas de sus manifestaciones son la
xenofobia, la aporofobia, aversión y desprecio al pobre.
El relativismo cultural
Esta actitud, tiene grandes limitaciones, ya que no promociona el
diálogo entre culturas, sino que apuesta porque cada una quede
encerrada en sus valores. Es incapaz de eludir riesgos como la
separación,(no hay contacto entre culturas) la actitud romántica
( exagerar los rasgos positivos de las otras culturas) o la parálisis
cultural, ( lo importante es conservar las tradiciones).
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El interculturalismo
El interculturalismo, en vez de adoptar una situación de separación,
adopta una postura abierta de diálogo. Por ejemplo, yo me nutro de
lo que me ofrece el otro, y aprendo de ello, cojo lo que veo que está
bien e intercambiamos valores. Podemos aprender de ellos y ellos
aprender de nosotros.
5.2 Diálogo entre culturas: ¿Relativismo o universalismo?
Las culturas se mantienen en un “intercambio”, y hay valores que
están compartidos por todos. Si todos nos ponernos de acuerdo en
unos mínimos, podremos comprendernos. Los valores universales
pueden ser los siguientes:
- Respeto a los derechos humanos
- Aprecio de valores como la libertad, la igualdad y la solidaridad
- Actitud dialogante, posible por la tolerancia activa