Edmundo Kronfle Abbud importó la marca y la idea de producir helados Pingüino en Ecuador a finales de la década de 1940, convirtiéndose en la primera marca pionera en implementar los "heladeros". En 1996, Unilever compró esta compañía ecuatoriana y lanzó nuevos productos con tecnología e innovación que impulsaron el desarrollo del país. A través de los años, Pingüino ha demostrado ser la marca de helados preferida por los consumidores ecuatorianos.