La comisión denuncia que la policía utilizó una ambulancia para infiltrar a dos agentes de civil en una concentración campesina. Los agentes llevaban teléfonos y cámaras para tomar fotografías de los manifestantes. La comisión solicita la presencia de organismos de derechos humanos para entregar a los agentes y denuncia la criminalización de las comunidades por parte del Estado colombiano.