El documento discute el papel de la enseñanza de la historia en la formación de comunicadores. Actualmente, la historia se enseña de forma desvirtuada, con énfasis en la memorización y sin contexto o investigación. Sin embargo, enseñar la historia de forma virtuosa puede construir la memoria colectiva de los estudiantes y permitirles desarrollar su identidad cultural. Los periodistas necesitan conciencia histórica para contribuir a la formación ciudadana y la democracia.