Descubre porqué las canciones tristes tascienden la historia y el papel que desempeñan en nuestras emociones. ¿Qué pasa en nuestro cerebro cuando escuchamos una canción triste?
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Por qué son tan populares las canciones tristes
1. ¿Por qué son tan populares las canciones tristes?
Piensen en algunas de las canciones que escuchan en común con sus amigos, sus
padres, sus compañeros del trabajo, seguro varias de ellas son canciones tristes.
Son algunas de las que más pasan a la historia generación tras generación, ¿por
qué?
Escuchar canciones tristes tiene una función, ayuda a regular nuestras emociones.
Resulta que este tipo de canciones suele generar en nosotros emociones
relacionadas con la secreción de dos hormonas en nuestro cuerpo oxitocina y
prolactina, que están asociadas a un mayor vínculo social, crianza y cuidado por los
demás. Una canción triste entonces puede y facilita recuperar el ánimo
positivo, pues uno de nuestros recursos principales para sobreponernos es el
apoyo social que recibimos de los otros.
Además, identificarse con el contenido de la canción triste permite ser más
consciente y entender que otras personas también han experimentado situaciones
de rechazo, pérdida, desamor, desgracia… De ésta manera se llega a comparar los
propios problemas con los de otros y mantiene en nosotros una evaluación más
realista de la severidad de lo que nos aqueja.
Finalmente, escuchar canciones tristes que cuentan historias de otros tiene el
beneficio que el contenido no posee relación directa con lo que nos ha pasado, lo
que ayuda a tener un momento seguro donde expresar la tristeza sin implicaciones
o consecuencias. De manera introspectiva podemos explorar los diferentes
escenarios de la situación sin confrontarlos, y esto constituye un ejercicio cognitivo
que de hecho aumenta la actitud positiva hacia la resolución de problemas; sin
mencionar que estimula la creatividad.
Los invito a escuchar una clásica en el repertorio de lo triste:
https://www.youtube.com/watch?v=Ra-Om7UMSJc
Más información:
Taruffi, L., & Koelsch, S. (2014). The paradox of music-evoked sadness: An online survey. PloS
ONE 9(10): e110490. Doi:10.1371/journal.pone.0110490