Los castillos surgieron entre los siglos VIII y XV con una función defensiva y como residencia de la nobleza. Estaban compuestos principalmente por una torre del homenaje para el señor, murallas y torreones, mazmorras subterráneas y un foso con agua para protección. Algunos castillos notables son el Alcázar de Segovia y los castillos de Blancanieves, niebla y Cortegana.