El preceptor se dirige al aula de primer año para tomar asistencia. Escucha un bullicio molesto antes de llegar que no le gusta porque es el primer día. Se pone serio y piensa en usar palabras duras para establecer desde el principio que la escuela no es para joder sino para estudiar.

1. Alumnos de 1º
año

2. El preceptor se dirige al
curso, carpeta y birome
en mano, para tomar
asistencia. Metros antes
de llegar al aula escucha
un molesto bullicio que,
por ser el primer día, no
le gusta nada. Se pone
serio, saca pecho y piensa
en las primeras palabras,
duras, que dirigirá a sus
alumnos para que no se
crean, desde el primer
día, que la escuela es una
joda. Abre la puerta y el
silencio se hace como por
arte de magia