El principio de Pascal establece que la presión ejercida por un fluido incompresible se transmite con igual intensidad en todas las direcciones dentro del recipiente. Fue enunciado por Blaise Pascal en el siglo XVII y puede comprobarse utilizando una esfera perforada llena de agua, donde la presión ejercida sobre el émbolo se transmite igualmente por todos los agujeros. Tiene aplicaciones en prensas, elevadores e frenos hidráulicos.