La maestra Iris Olivan enseña en una escuela rural y se centra en la educación infantil, primaria y educación física. Ella valora la inteligencia emocional, la creatividad y el placer del movimiento tanto para los estudiantes como para los maestros. Su deseo es que los maestros sean auténticos y que los estudiantes sean libres en el aula, un espacio con infinitas posibilidades.