La eutanasia debería ser un derecho para respetar la dignidad humana. Para algunas personas con enfermedades terminales, continuar viviendo solo causa dolor y sufrimiento. La eutanasia les permitiría elegir una muerte pacífica en lugar de una agonía prolongada. Aunque la eutanasia está prohibida en Nicaragua, debería reconsiderarse para respetar la autonomía personal sobre el propio cuerpo ante condiciones irremediables.