El documento describe el descubrimiento de la Virgen del Prado. Fue encontrada por un monje llamado Ramón Floraz cuando su caballo quedó atrapado en una cueva debajo de un prado, donde vio a la Virgen sentada con un niño. Más tarde, el rey Don Sancho la llevó para protegerla. Después de una derrota en la batalla, el rey solicitó que trajeran a la Virgen, pero los aldeanos de Pozuelo Seco rogaron verla y uno de ellos la vio transformarse en una paloma