Hay dos tipos principales de almacenes: almacenes de productos semi-elaborados, que almacenan materiales que han sufrido alguna transformación en el proceso de producción, y almacenes de piezas de repuesto, que almacenan piezas destinadas al servicio de posventa para reparaciones. Un ejemplo de cada tipo son los almacenes de tablones o listones de madera y las tiendas de refacciones de automóviles.