Este poema anima al lector a sonreír a la vida y sentirse feliz. Recomienda sonreír cuando se siente mejor o hubo armonía, y también sonreír por los aprendizajes obtenidos de los errores y el sufrimiento. Finalmente, pide al lector sonreír a cada nuevo día y oportunidad por la esencia de vivir y por quienes conoció e invitó a sonreír.