La composición de una imagen fotográfica es fundamental para captar la atención del espectador. Elementos como las líneas, la distribución simétrica de los objetos dentro del encuadre, y el uso de marcos o perspectivas inusuales pueden ayudar a lograr un equilibrio visual y dirigir la mirada hacia el sujeto principal. Una imagen bien compuesta transmite las sensaciones del fotógrafo de manera efectiva.