Un aborto espontáneo es la pérdida de un bebé en las primeras 20 semanas de embarazo. Entre el 10 al 20 por ciento de los embarazos detectados terminan en un aborto espontáneo y más del 80 por ciento de estas pérdidas suceden antes de las 12 semanas. Un aborto espontáneo no incluye la pérdida de un óvulo fertilizado antes de que el embarazo se estabilice, lo cual ocurre en entre el 30 y el 50 por ciento de los casos.