Colombia es uno de los países más megadiversos del mundo y, debido a esto, es uno de los principales focos de explotación de fauna y flora silvestres. La ignorancia de turistas y campesinos causa la pérdida de miles de animales de forma infame y afecta ecosistemas y comunidades. El tráfico ilegal de fauna silvestre representa una amenaza para la biodiversidad del país y la salud pública.