Un mercader prometió a su hija Bella traerle una rosa de su viaje. Durante una tormenta, encontró refugio en un castillo habitado por una bestia, que lo dejó ir con la condición de que le llevara a Bella. Bella aceptó casarse con la bestia para salvar a su padre, rompiendo el hechizo y revelando que la bestia era en realidad un príncipe encantado.