El documento discute el problema del cálculo de las reparaciones de guerra que Alemania debía pagar después de la Primera Guerra Mundial. Señala que los gobiernos aliados presentaron estimaciones infladas de los daños, aunque los cálculos de Keynes sugerían montos menores. También analiza la capacidad de pago de Alemania y concluye que si solo pagaba 150 millones de libras anuales, la deuda seguiría creciendo con el tiempo.