2. En la actualidad, la innovación tecnológica ha
dejado atrás nuestras protecciones a la privacidad.
Como resultado, nuestra huella digital puede ser
monitoreada por el gobierno y empresas en formas
que hasta hace poco eran inimaginables. Esto
incluye nuestras comunicaciones, ubicación,
búsquedas en línea, compras e incluso nuestros
cuerpos.
3.
4. Si el gobierno tiene fácil acceso a esta información,
perdemos más que nuestra privacidad y control sobre
nuestra información. La libertad de expresión, seguridad e
igualdad también se ven afectadas.
Las personas, el gobierno o las empresas deben determinar
determinar cómo y cuándo terceros pueden tener acceso a
su información personal.